martes, 28 de agosto de 2007

Fin de semana en Neumeyer y fin de semana en casa

Producto de algún maligno designio o vaya a saber que cosa, he contraído una especie de congestión que, por suerte, ha empezado a menguar, aunque la suerte tenga posiblemente poco que ver con ello y sí los litros de té y limón consumidos y los kilos de miel ingeridos. De todos modos no voy a cargar las fotos resultantes de mi fin de semana en casa-y-ni-loco-salgo- sino los del anterior fin de semana cuando mientras estuvo Pancho. Las fotos son bastante ilustrativas y, creo yo, hablan por si mismas.

Lindo día para salir a caminar
Como grandes bacanazos nos tomamos un taxi hasta el comienzo del camino de autos, donde fuimos recogidos, tan pronto como comenzáramos a caminar, por una pareja compuesta por un (ex)quilmeño (sic) y una barilochense. Llegamos, nos instalamos en el refugio, donde habríamos de pasar la noche. Inmediatamente salimos a recorrer el lugar. De las múltiples sendas que es posible visitar en verano sólo hay tres que pueden ser recorridas en esta altura del año cuando no se tienen raquetas. En el resto la nieve llega a las rodillas y aún mas, aunque eso no nos consta fehacientemente puesto que retrocedimos antes...
El domingo, cerca de las 11, era nuestra hora de partida. El motivo era simple, una horda de 85 brasileros se instalaría en el refugio durante el día. El plan era evitarlos en el camino. Esperamos a que llegaran y, antes de que izaran la bandera y cantaran el himno, huimos raudamente...

martes, 14 de agosto de 2007

Faltan 38 días para la primavera

¿Qué se supone que está pasando? ¿Alguien sabe?

Un día hacen un evento mundial por el calentamiento global y otro una ola polar invade el país. Un año hay un invierno primaveral en Buenos Aires y al siguiente nieva... A 40 días de la primavera Bariloche amanece blanco por una tormenta de nieve que amenza con volver. Así que, aunque no nevara en lo que queda del año, la temporada de esquí terminaría a mediados de octubre. ¿Qué pasó?. Ya no puedo seguir haciendo bromas con el día después de mañana, porque parece que nos acercamos cada vez mas a eso (Ya estoy haciendo una propuesta a la biblioteca para priorizar los libros para ser quemados. Dicen las malas lenguas que Poldy Bird y Corin Tellado encabezan, y Lara habría decidido salvar a Elsa Borneman de las llamas). Yo ya pedí que las obras completas de Sócrates (Menem dixit) sean protegidas.

Tenemos mas o menos 25 cm de nieve en casa cuando ya empezaban a quedar apenas algunos manchones en el jardín. Lo positivo es que, al menos por ahora, sólo algo es seguro, y es que no hay riesgo de incendio. El otro punto positivo es que con el alargue de la temporada quienes viven (y vivimos) del turismo ya tienen (y tenemos) trabajo asegurado...

Escucho que las algunas profesoras comentan que el pronóstico habla de nuevas nevadas hasta el jueves o viernes, y la gente compite para ver quien tiene mas nieve en su casa, cuantas horas sin luz estuvieron y a que hora perdieron el servicio telefónico. Supongo que es el show de la nieve según los/as barilochenses... Voy a quejarme un rato yo también, aunque espero que no sea contagioso.

viernes, 10 de agosto de 2007

Volvió la nieve

¿Cuando fue? ¿el martes?

Sí. Fue el lunes cuando aproveché un recreo para salir a tomar unos mates al patio. Matías se quejaba de lo rápido que había pasado el invierno... aunque para mi no estaba tan claro. Por alguna razón pensé que íbamos a volver a ver el patio de la escuela nevado. Al día siguiente, en cuanto entró a la escuela Matías me miró y se rió. "¿Que te dije?", le pregunté... "Ya lo sé", me dijo, y agregó "está mañana ví por la ventana y pensé automáticamente en vos". Había nevado esa noche, y las calles se habían vuelto a cubrir de una capa blanca. Las calles, los techos, los árboles... todo.

Justo cuando todos/as pensábamos en el fin del invierno, recibimos un pequeño (y gélido) recordatorio de que aún faltaba un poco más. Volvió la nieve, el frío, el hielo en las calles y el peligro de bajar en culipatín desde casa hasta la escuela por Pioneros.

La carrera

4 de Agosto (Puf, estoy atrasadísimo)


No me despertó la claridad, no era una mañana casi primaveral, no había ni sospechas de que el sol fuera a salir. La realidad se imponía: Era un día frío de pleno invierno, eran las 5.30 de la mañana, había viento, estaba oscuro como si no fuera a amanecer nunca, y la temperatura rondaba los 9 o 10 grados bajo cero. Curiosamente no me resistí, me levanté, me vestí rápido (Más por el frío que tenía que por estar despierto). Era el día de la carrera, así que debía desayunar y prepararme para salir.


La carrera era el Tetratlón Catedral, que combina esquí, 40 km de bici, kayak y 20 km de caminata en la nieve (y no tanto). Desde hacía un mes estaba inscripto y pese a que había estado a punto de desistir, me mantuve firme en la convicción de asistir...


6.40. Me pasaron a buscar y en poco tiempo habríamos de llegar a Arelauquen (Dícese de un 5 estrellas con country club, barrio privado, canchas de polo, golf y colmo de la exclusividad - Jugar al golf es más caro que en el Llao Llao, por citar un dato irrelevante-). Allí estaba mi puesto de trabajo (Evidentemente no podría competir jamás en un evento de tales características). Habría de estar allí desde las 6.50 hasta las 7.30, y no precisamente por haber estado 40 minutos... las 7.30 eran las 19.30, 7.30 pm, las siete y media de la tarde, las 1930, que fue cuando los últimos participantes fueron a buscar sus bicicletas. A nuestra llegada hacía frío y con ganas. El césped (porque no era simple y vulgar pasto) estaba blanco por la escarcha, y así estaría hasta pasadas las 11. El agua de los charcos de agua que había en la calle no se descongeló hasta las 2 de la tarde, las piedras estaban pegadas al piso, ¡pegadas! porque el rocío se había congelado y adhería la piedra a la tierra.

Mi función sería cuidar del equipo que los competidores llevaban y traían y ver que no se llenara de gente el espacio destinado al cuidado de las bicicletas y kayaks. (Los/las participantes venían en bicileta, dejaban sus bicis, tomaban sus kakays, hacían un circuito en el lago, dejaban los kayaks, se cambiaban y salían a correr). Creo que si uno hiciera bien el trabajo podría ser, sin lugar a dudas, ministro del interior. Porque echar gente de un lugar que quiere saber cómo llegó su marido, padre, madre o hijo/a es bastante complicado. Todos/as quieren pasar a hablar con ellos/as, preguntarles cómo están, que necesitan. Pero tampoco se podía descontrolar teniendo el lugar lleno de gente porque es mas difícil controlar que nadie se lleve nada que no le coresponda. Al final bastaba que mirara a alguien para que una madre le dijera a su hija "Vamos porque sino el señor nos reta", ¿alguien me puede explicar cómo terminé siendo así?

19.45. Llegué a casa, contento, pero bastante cansado. Me bañé, comí algo y me dirigí, sin dudarlo, con rumbo a la cama, con un poco de Bebel Gilberto y Cesaria Evora para escuchar y algo de la revolución francesa para leer...

jueves, 2 de agosto de 2007



Hoy, una selección con los mejores títulos, en mi opinión, de la Barcelona del 20 de Julio...

POR QUÉ PARA LOS ARGENTINOS QUE UNA CAMARERA RUSA SIRVA EN UN RESTAURANTE DE PALERMO HOLLYWOOD ES “EXÓTICO” PERO QUE UN PERUANO ATIENDA EN UN LOCUTORIO ES “INVASIÓN”.
SÍ. Los porteños cultivan el exotismo de algunos inmigrantes/ NO. Nadie quiere a los hermanos latinoamericanos.

LOS ROSARINOS QUE COSIERON UNA BANDERA DE 13 KILÓMETROS SERÍAN “LOS MÁS PATRIOTAS DEL MUNDO” Y TAMBIÉN “LOS QUE MÁS AL PEDO ESTARÍAN EN EL UNIVERSO”.

LA CLASE MEDIA PORTEÑA PREFIERE TENER EN SUS VEREDAS CACA DE PERRO Y NO INDIGENTES BORRACHOS

SÍ. Los soretes de perro son tolerados / NO. Los indigentes son denunciados

miércoles, 1 de agosto de 2007

La primavera según agosto

Miércoles 1 de agosto. 8.00 am. Suena mi despertador. Pero me resisto a levantarme, me quedo en la cama pretendiendo ignorar que el tiempo pasa. Por la ventana entra un poco de claridad que me confirma que nos acercamos a la primavera y los días vuelven a ser mas largos. El proceso no es del todo evidente pero se insinúa, y al salir de casa despuntan los primeros rayos del sol. El cielo se ve iluminado y por momentos parece el regreso de la primavera. La calle nos devuelve a la realidad, los charcos de agua congelados y convertidos casi en cristal nos recuerdan los 4 o 5 grados bajo cero de estos días. Piso algunos sólo para comprobar que están sólidos, y en parte también por el placer de ver como se rompen las capas de hielo que lo forman, como quedan sus partes como vidrios rotos. La helada se evidencia en el pasto y los arbustos, que parecen descoloridos... sólo en la comparación con el pasto protegido por los árboles vemos cuan brillante es su color verde. Como tantas veces, no es tanto el frío lo que se sufre como sus consecuencias, y en ellas es donde se aprecia más las bajas temperaturas, ya sea como nieve, hielo, cañerías que se congelan, plantas que se "queman", charcos que se cristalizan o tuberías que se obstruyen.

Apuramos el paso, intercambiamos opiniones e impresiones sobre la rara sensación de primavera de agosto que flota. Seguimos, falta poco para llegar a la escuela y comenzar otro día de trabajo.

La partida

Habíamos salido a tomar algo y a bailar un poco. Larita nos había abandonado, y Crusti tampoco habría de participar de la última salida de su viaje. Volvimos tarde y nos acostamos...

Día Sábado, 7.45 am, sonó el despertador. Lo apagué y seguí en la cama unos minutos mas hasta que escuché movimiento en la casa. Entoces entró Nani en la pieza. Ella y Crusti habían llegado desde la Hostería Priebke, eh... Wikter, perdón, donde se hospedaban.
Ese día, temprano en la mañana Crusti partiría con rumbo a Buenos Aires. Su destino inmediato: Carué. La idea: despertarnos y saludarlo hasta la próxima ocasión. El resultado: Seis zombis tirados en el sillón mirando a un sujeto que calentaba agua para el mate.

"¿Ya que lo vimos, podemos volver a la cama?", preguntó Juan... Mientras luchábamos contra el sueño para mantenernos en pie Lara se hizo presente con una bolsa de Pepas (Gente con malas intenciones, abstenerse)

"Son para el mal aliento", se defendió... "A ver, dame una de esas pastillitas para el mal aliento", le repuse. Juan miraba atónito.

El agua estaba lista, saludamos a Crunchi y volvimos a la cama. Salvo Nani, que fue acosada por una desvelada Lara, dormimos plácidamente hasta las 12 del mediodía. Al despertarnos nos esperaban un día espléndido y un animado desayuno, también un almuerzo frugal y una larga, larguísima sobremesa...

Finalmente, entre las últimas fotos y la escena de Lara podando un arbusto, llegó el remis que llevaría a los/as chicos/as a la terminal. Después, para el resto de la tarde fiaca...