Creo que esta vez la primera crisis existencial del blog llegó mucho antes que en otros momentos en los que se suponía "recuperado", "resucitado" o, más acorde a los tiempos que corren, zombie. Tantas cosas para actualizar, tanto para contar y mostrar, tan poco tiempo y menos recursos. Búuuuu. Parece la crónica de una agonía anunciada. Pero que no cunda el pánico y, ante todo, a no desesperar. El blog no ha fenecido (no aún, al menos), nosotros seguimos vivitos, coleando y transitando el camino amarillo.
Lamentablemente desde que nos mudamos al departamento de Plauen, nuestro camino amarillo carece de señal de wi-fi. Es un dato menor lo sé, pero siendo que somos dos grinchs de los aparatitos, el tuister, el feisbuk y el uotsap, nos deja un poco allá lejos y hace tiempo. Ya lo solucionaremos de algún modo. Espero.
Por raro que suene, acá los servidores de internet conciben contratos con mínimos de dos años. Menos de eso, Tut mir Leid, lo siento, i'm sorry, o sea "NOP". Eso quiere decir que estamos medio al horno pero que de algún modo nos arreglaremos en breve.
Mientras tanto en ciudad Gótica... el fin de año se acerca, y a nosotros nos encontrará unidos y enquesados. O al menos esas expectativas tenemos para la "racleteada" de esta noche con Lara, André, Lena, Guido y una familia amiga que nos ha invitado.
Entenderán que si el orden del blog ya venía desafiando los límites de la lógica temporal lineal, después de este hiato de un mes, bueno, seguiremos con un orden... especial... moderno... diferente.
Ah, y Feliza me muero... ah no, eso era sin la dentadura, Feliz Año Nuevo.