No
reporta ninguna novedad que diga que desde el google y wikipedia el acceso a la
información se ha simplificado notablemente. Eso ni significa que la
información sea fiable, de calidad, no redundante ni, mucho menos, que su
aparente sobreabundancia facilite el acceso a la información buscada... Por eso
me pareció que, mejor que copiar un link, era digerir un poco la información
-superpuesta y en ocasiones contradictoria- y compartirla ya procesada.
Dresde
(en español) o Dresden es la capital del estado federado de Sajonia. Como
Alemania es un país federal cada estado es el equivalente aproximado de una
provincia argentina. Además de ser la capital estatal, fue su capital cuando
Sajonia era un reino. Y también cuando era un ducado. Así que abundan los
edificios construidos por sucesivos, superpuestos y confusos príncipes, duques,
reyes y vaya a saber uno qué otro tipo de noble que boyaba por allí.
Al
parecer desde el Neolítico ya había asentamientos en la zona. Sin embargo la
ciudad aparece mencionada por primera vez en el año 1206. Quizás en términos
europeos no sea tantísimo tiempo. Para mí ya es de una antigüedad más que
respetable.
Recién
a partir de 1547 se convirtió en la capital estable de Sajonia (había cierta
tradición de que las cortes fueran semi itinerantes). Antes de ser reino,
Sajonia había sido un principado y antes, un ducado. A partir de ese momento
dresden se transformó en un centro político y cultural importante. En 1685 la
ciudad sufrió un incendio casi total y durante el siglo siguiente la zona fue
conquistada, liberada y vuelta a conquistar, viendo pasar de un lado para el
otro a los ejércitos de Austria y Prusia. Como, a la larga, el reino de Sajonia
parecía estar destinado a ser el botín de guerra en las disputas entre Prusia y
Austria, en las guerras napoleónicas –luego de un primer período de
enfrentamiento- decidieron apostar por los franceses. Habrán pensado que si
–finalmente- Napoleón se imponía, ellos tendrían algo más de margen de acción.
Con París más lejos que Berlín (la capital alemana está a sólo 200km) o Viena y
los ejércitos franceses victoriosos, la jugada no parecía del todo desacertada.
Pero bueno, por desgracia para la familia real sajona las cosas no salieron como
lo esperaban y la región terminó bajo control prusiano.
Conservando
el patrimonio cultural y el renombre de su época como capital real, la ciudad
se ganó la fama de ser la “perla del Elba” y la “Florencia alemana”. Fue (y es)
un centro cultural, universitario e industrial bastante importante. En su
cercanía se encuentra Meissen, localidad conocida por su producción de
porcelana (por si no lo sabían, les tiro el dato, la porcelana de Meissen es
mundialmente famosa por su calidad y tradición, así que si alguien habla del
tema, mejor asentir y poner cara de “claro, ajá, la porcelana de Meissen, sí,
sí…”).
También
cuenta la leyenda que en 1785 Schiller escribió en la ciudad la “Oda a la
Alegría”, que parece ser – según me comenta la Wikipedia – el Himno de la Unión
Europea (Sí, parece que la Unión tiene himno y todo).
Durante
la primera guerra mundial la ciudad no sufrió mayores ataques ni se vio
involucrada en las operaciones. De la segunda guerra no se puede decir lo
mismo… A principios de 1945, tres meses antes de la rendición de la Alemania
nazi Dresden fue intensamente bombardeada. Al parecer todavía se debate
intensamente sobre el tema. Por un lado hay fuentes que señalan que era porque
se trataba de un cruce de vías férreas importante. Otras fuentes señalan que
los soviéticos le pidieron a estadounidenses y británicos que bombardeasen la
ciudad porque era el centro industrial alemán que proveía la zona oriental.
También están quienes señalan que el objetivo del bombardeo era facilitar el
avance de las tropas estadounidenses y lograr llegar al Berlín más rápido que
los soviéticos y, finalmente, quienes indican que simplemente se trató de una
represalia por los ataques aéreos con los que la Luftwaffe había atormentado
durante la “batalla por Inglaterra” al Reino Unido.
Debates
historiográficos aparte, la ciudad quedó en gran medida destruida.
Afortunadamente buena parte de los edificios del casco histórico de la ciudad
fueron reconstruidos respetando el estilo original, algo que no era del todo
común en las zonas que quedaron bajo el control soviético.
A
partir de 1989 y de la reunificación varios procesos diferentes tuvieron lugar
en la ciudad. Por un lado comenzó un relativo despoblamiento ya que una parte
de los habitantes de la ciudad migraron hacia lo que había sido la zona
occidental. En términos relativos la ciudad comenzó a desindustrializarse
-Dresden era luego de Berlín el área industrial más importante de la República
Democrática Alemana- rol que no pudo sostener tras la reunificación. Por otro
lado se retomó la reconstrucción de ciertos edificios históricos de la ciudad.
Finalmente se instalaron en la ciudad laboratorios, oficinas y la ciudad volvió
a ser un polo de atracción de población, por lo que aumentó una vez más su
cantidad de habitantes, llegando en la actualidad a los 550.000 habitantes.
Como dato curioso, el valle del Elba
en Dresde fue Patimonio de la Humanidad de la Unesco entre 2004 y 2009, año en
que dejó de serlo porque parece que construyeron un puente a dos km del casco
histórico que habría cambiado un poco la fisonomía del lugar, en fin…