jueves, 24 de septiembre de 2015

Googleando el destino

No reporta ninguna novedad que diga que desde el google y wikipedia el acceso a la información se ha simplificado notablemente. Eso ni significa que la información sea fiable, de calidad, no redundante ni, mucho menos, que su aparente sobreabundancia facilite el acceso a la información buscada... Por eso me pareció que, mejor que copiar un link, era digerir un poco la información -superpuesta y en ocasiones contradictoria- y compartirla ya procesada.

Dresde (en español) o Dresden es la capital del estado federado de Sajonia. Como Alemania es un país federal cada estado es el equivalente aproximado de una provincia argentina. Además de ser la capital estatal, fue su capital cuando Sajonia era un reino. Y también cuando era un ducado. Así que abundan los edificios construidos por sucesivos, superpuestos y confusos príncipes, duques, reyes y vaya a saber uno qué otro tipo de noble que boyaba por allí.

Al parecer desde el Neolítico ya había asentamientos en la zona. Sin embargo la ciudad aparece mencionada por primera vez en el año 1206. Quizás en términos europeos no sea tantísimo tiempo. Para mí ya es de una antigüedad más que respetable.
Recién a partir de 1547 se convirtió en la capital estable de Sajonia (había cierta tradición de que las cortes fueran semi itinerantes). Antes de ser reino, Sajonia había sido un principado y antes, un ducado. A partir de ese momento dresden se transformó en un centro político y cultural importante. En 1685 la ciudad sufrió un incendio casi total y durante el siglo siguiente la zona fue conquistada, liberada y vuelta a conquistar, viendo pasar de un lado para el otro a los ejércitos de Austria y Prusia. Como, a la larga, el reino de Sajonia parecía estar destinado a ser el botín de guerra en las disputas entre Prusia y Austria, en las guerras napoleónicas –luego de un primer período de enfrentamiento- decidieron apostar por los franceses. Habrán pensado que si –finalmente- Napoleón se imponía, ellos tendrían algo más de margen de acción. Con París más lejos que Berlín (la capital alemana está a sólo 200km) o Viena y los ejércitos franceses victoriosos, la jugada no parecía del todo desacertada. Pero bueno, por desgracia para la familia real sajona las cosas no salieron como lo esperaban y la región terminó bajo control prusiano.

Conservando el patrimonio cultural y el renombre de su época como capital real, la ciudad se ganó la fama de ser la “perla del Elba” y la “Florencia alemana”. Fue (y es) un centro cultural, universitario e industrial bastante importante. En su cercanía se encuentra Meissen, localidad conocida por su producción de porcelana (por si no lo sabían, les tiro el dato, la porcelana de Meissen es mundialmente famosa por su calidad y tradición, así que si alguien habla del tema, mejor asentir y poner cara de “claro, ajá, la porcelana de Meissen, sí, sí…”).

También cuenta la leyenda que en 1785 Schiller escribió en la ciudad la “Oda a la Alegría”, que parece ser – según me comenta la Wikipedia – el Himno de la Unión Europea (Sí, parece que la Unión tiene himno y todo).

Durante la primera guerra mundial la ciudad no sufrió mayores ataques ni se vio involucrada en las operaciones. De la segunda guerra no se puede decir lo mismo… A principios de 1945, tres meses antes de la rendición de la Alemania nazi Dresden fue intensamente bombardeada. Al parecer todavía se debate intensamente sobre el tema. Por un lado hay fuentes que señalan que era porque se trataba de un cruce de vías férreas importante. Otras fuentes señalan que los soviéticos le pidieron a estadounidenses y británicos que bombardeasen la ciudad porque era el centro industrial alemán que proveía la zona oriental. También están quienes señalan que el objetivo del bombardeo era facilitar el avance de las tropas estadounidenses y lograr llegar al Berlín más rápido que los soviéticos y, finalmente, quienes indican que simplemente se trató de una represalia por los ataques aéreos con los que la Luftwaffe había atormentado durante la “batalla por Inglaterra” al Reino Unido.
Debates historiográficos aparte, la ciudad quedó en gran medida destruida. Afortunadamente buena parte de los edificios del casco histórico de la ciudad fueron reconstruidos respetando el estilo original, algo que no era del todo común en las zonas que quedaron bajo el control soviético.

A partir de 1989 y de la reunificación varios procesos diferentes tuvieron lugar en la ciudad. Por un lado comenzó un relativo despoblamiento ya que una parte de los habitantes de la ciudad migraron hacia lo que había sido la zona occidental. En términos relativos la ciudad comenzó a desindustrializarse -Dresden era luego de Berlín el área industrial más importante de la República Democrática Alemana- rol que no pudo sostener tras la reunificación. Por otro lado se retomó la reconstrucción de ciertos edificios históricos de la ciudad. Finalmente se instalaron en la ciudad laboratorios, oficinas y la ciudad volvió a ser un polo de atracción de población, por lo que aumentó una vez más su cantidad de habitantes, llegando en la actualidad a los 550.000 habitantes.
Como dato curioso, el valle del Elba en Dresde fue Patimonio de la Humanidad de la Unesco entre 2004 y 2009, año en que dejó de serlo porque parece que construyeron un puente a dos km del casco histórico que habría cambiado un poco la fisonomía del lugar, en fin…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Efectivmente, en cada ciudad donde hay representación de la UE, en cada acto oficial, se toca el Himno a la Alegría. :-) Ahora que parece que Alemania suspendió la vigencia de los Acuerdos de Schengen, acaso quieran substituirlo por el Bolero de Ravel o algún que otro Requiem :-)