jueves, 7 de septiembre de 2017

La primavera, sus fragancias y sus olores

Mayo/Junio de 2017. Finalmente un día volvió la primavera.

Al igual que el año pasado, abril comenzó -climáticamente hablando- de un modo bastante auspicioso. Algunos días de sol y, sin llegar al punto del calor, sí una temperatura agradable digna de la más apacible de las primaveras. Claro que duró lo que tenía que durar. A mediados de abril habíamos vuelto a nuestra realidad previa: lluvía, viento, frío. La ilusión se había desvanecido.

Sin embargo los mediados de mayo nos trajeros nuevas ilusiones y para finales de mes habíamos pasado de la primavera al verano, así, sin más pausas que el transcurso de una semana.

Semejante cambió se sintió también en plazas y jardines: magnolias, rododendros y azaleas se sumaban a los últimos tulipanes y narcisos y a las primeras rosas. 

Lamentablemente, a pesar de tan auspicioso comienzo pronto quedó claro que no todo iba a oler a rosas. Con el aumento de la temperatura otras fragancias comenzaron a hacerse presentes. Los días de calor en aumento comenzaron a estar acompañados por la percepción de sudores y transpiraciones. Y no es que sea tan jodido complicado... es que mucha gente por estas latitudes (nativos y extranjeros) tiene hábitos de limpieza un tanto deficientes. Léase: no es el sudor de un día. Es el sudor de día tras día, condensado en la misma ropa que, llegado el caso, alguien puede llegar a utilizar tres días seguidos sin considerar la necesidad de bañarse.

Como en todo, hay excepciones, pero no son pocos los casos de personas que seguramente se bañan y vuelven a utilizar la misma ropa. El resultado puede ser tan intenso que constituye una suerte de aura (más bien una nube tóxica) que rodea a la persona en cuestión y que la acompaña a todos lados. Para colmo la nube puede permanecer en los lugares visitados, como baños y oficinas, aún después de ser abandonados.
 

Otra delas fragancias que personalmente sufro es la entre la situación anterior combinada con el uso abuso de medio litro de colonia para intentar ocultarlo. El resultado final es, lamentablemente, la coexistencia de ambas fragancias. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Terrible y a-geográfico a veces

Nicolás dijo...

Es cierto que pasa en todas las latitudes pero teng la sensación de que en esta pasa más seguido...

Anónimo dijo...

Ahhh, eso puede ser