Miércoles 1 de agosto. 8.00 am. Suena mi despertador. Pero me resisto a levantarme, me quedo en la cama pretendiendo ignorar que el tiempo pasa. Por la ventana entra un poco de claridad que me confirma que nos acercamos a la primavera y los días vuelven a ser mas largos. El proceso no es del todo evidente pero se insinúa, y al salir de casa despuntan los primeros rayos del sol. El cielo se ve iluminado y por momentos parece el regreso de la primavera. La calle nos devuelve a la realidad, los charcos de agua congelados y convertidos casi en cristal nos recuerdan los 4 o 5 grados bajo cero de estos días. Piso algunos sólo para comprobar que están sólidos, y en parte también por el placer de ver como se rompen las capas de hielo que lo forman, como quedan sus partes como vidrios rotos. La helada se evidencia en el pasto y los arbustos, que parecen descoloridos... sólo en la comparación con el pasto protegido por los árboles vemos cuan brillante es su color verde. Como tantas veces, no es tanto el frío lo que se sufre como sus consecuencias, y en ellas es donde se aprecia más las bajas temperaturas, ya sea como nieve, hielo, cañerías que se congelan, plantas que se "queman", charcos que se cristalizan o tuberías que se obstruyen.
Apuramos el paso, intercambiamos opiniones e impresiones sobre la rara sensación de primavera de agosto que flota. Seguimos, falta poco para llegar a la escuela y comenzar otro día de trabajo.
1 comentario:
bienvenida primavera.
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