miércoles, 8 de julio de 2009

Un buda

Se me rompió la afeitadora. Había logrado arreglarla pero dos semanas después se volvió a romper. Un nuevo arreglo le dio otra semana más de vida. Pero cada vez que volvía a funcionar parecía hacerlo más como un favor personal hacía mí que por las leyes de la física moderna. Ya cansado de estas reparaciones siempre provisorias y cada vez menos duraderas me decidí a comprar una nueva afeitadora. Estaba precisamente mirando los modelos más económicos para reemplazarla cuando sonó el celular. El ringtone era la música de psicosis en la archifamosa escena de la bañadera. No faltó quien se diera vuelta para ver quien podría ser tan desubicado como para tener semejante sonido en su celular. En mi celular la música en cuestión sólo puede significar dos cosas; o me llamaban de “La Montaña” o me llamaban de ECELA. Opción dos. Era Angie. El motivo del llamado era informarme que finalmente nuestros “hijos” no comerían en casa. Miguel, que está de vuelta por estos pagos, y ella, tampoco.

Minutos más tarde abandonaba el negocio con una afeitadora en la mochila y el -poco claro- plan de vagar un poco sin rumbo. En este deambular por la ciudad terminé por recordar una película que había comenzado a ver y que tenía muchas ganas de terminar. En español se llama “Piso compartido”, aunque en lengua original es conocida como “L´auberge espagnol”. La película es francesa, eso al menos en la teoría, ya que buena parte de la misma transcurre en Barcelona en un departamento que comparten un francés, una española, un italiano, un danés, una inglesa y ya no recuerdo quien más. Al poco tiempo que comienzan a convivir en esta babel cultural tan parecida a mi propia casa el CD comenzaba a fallar. Conclusión, tenía muchísimas ganas de terminar la película. Para ese momento descubrí mi vagar sin rumbo (o sin rumbo consciente, que no es lo mismo) me había llevado hasta el video club. Sorpresa, promoción de martes, un alquiler a $4.50.


Debí habérmelo imaginado porque estas cosas siempre terminan igual, la peli que quiero no está o está alquilada. Bueno, la correcta era la opción uno. Pero yo ya me había imaginado el plan de ver alguna película esa noche, así que empecé a dar vueltas por el local. Pensé que podía ser una buena ocasión para ver alguna nacional, alguna que tuviera ganas desde hacía algún tiempo. Candidatas: Nacido y criado, de Trapero, Familia Rodante, del mismo director y Dolores de casada, película de la cuál no tenía más referencia que los nombres de los actores y la presencia de Mirta Busnelli, actriz que siempre me garantiza alguna sonrisa.


Pero entonces la vi y supe que tenía que alquilarla. Hacía tiempo que quería ver Un Buda y cuando vi el atardecer con la ciudad de fondo y un monje a contra luz ya tenía resuelto mi plan para la noche del martes. Minutos después salía del local con el DVD en mi mano derecha.

Los pepinos en vinagre necesitaban algún tiempo así que en lugar del germanoide Leberwurst-pepino-pan negro (herencia de mi primer concubinato) me preparé un heterodoxo aunque no por eso menos interesante Leber-queso-palta con pan blanco, me acomodé en la silla y di por comenzada la función.

Es extraña. Como extraña fue la sensación de sentir simpatía por un sujeto del todo ajeno a mí. Budista, en plan de búsqueda espiritual, con certezas en lugar de preguntas, con una consciente seguridad acerca de nuestra existencia y del orden divino. Y sin embargo también estaba aquello que me acercaba; su sentimiento de que la vida moderna carece de algo, que hay algo que no cierra y, finalmente, su viaje para encontrar ese algo que sí, está dentro suyo, pero que al mismo tiempo requiere salir de su mundo, abandonar la ciudad y retirarse. Si todo aquello me acercaba a él, más me acercaba a su hermano, un profesor de filosofía que atónito observaba toda esta crisis elaborando hipótesis psicoanalíticas para explicar el errático comportamiento de su hermano. Más o menos huraño, cientificista, ajeno a las necesidades religiosas de los demás, algo tímido, medio boludón, siempre mirando con una mezcla de lástima y superioridad a quienes cruzándose en su camino le manifestaban alguna religiosidad… tan racional y tan … como yo en tantos aspectos que hizo que la historia me pareciera mucho más cercana de lo que me hubiera parecido en otras circunstancias.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

MONTAÑA............. TIBET...........
LANIN.............
NATURALEZA + PURO ESPÍRITU!
LIINDOO!

LRS dijo...

Qué tal los pepinitos en vinagre...? derretis un poco de queso, hervis unas papas chiquitas con cáscara y tenés Raclette!!!

Nicolás dijo...

Mirá, puede que en la cocine falten cosas, más el leber y los pepinos en vinagre nunca nos han de faltar...

Anónimo dijo...

Aguante Mirta Busnelli!!!

Anónimo dijo...

El próximo alquiler debería ser "El Invitado", una peli francesa.

Anónimo dijo...

Yo recomiendo Comando, con Arnold Schwarzenegger
o Un detective suelto en Hollywood, con Eddie Murphy

Angela dijo...

yo harry potter!!!!
o como dilia winnie: hally pottel
;)