jueves, 1 de julio de 2010

Splinter, las llaves y la lluvia.

¿Por donde empiezo? Sí, mejor empiece por el tema vedette del blog en este último tiempo. No, no, no... no es el mundial. Nop, tampoco cereal fort. SPLINTER. Tal el nombre con el que fuera bautizado el ratoncito de la casita en honor al entrañable roedor radioactivo y karateca de una serie de dibujitos que (me contaron) daban antes de mi nacimiento y que se llamaba las tortugas ninja o algo así. En fín, luego de más de un mes de lucha, toneladas de cebo, kilos de queso, centenares de botellas destrozadas, docenas de muebles corridos mil y una vez, finalmente hemos dado al roedor por "desaparecido/a en acción". ¿Será posible qué ni siquiera tengamos certeza sobre su deceso?. Claro, después de todo el material bélico invertido en esta guerra sin cuartel hemos decidido que, luego de no haber atacado más al bonsai ni haber sido visto ni encontradas sus heces, bien podemos darlo por fenecido. No sabemos si murió envenenado, se cansó de volvernos locos, se apiadó de nuestro patetismo o simplemente se murió de la risa. Sea como fuere, Splinter ya nos acompaña, y si bien nadie va a lamentar su ausencia en casa -si alguien lo hace, pues que se compre uno de estos bichos para su casa y ya- se irá con él uno de los temas que más ha animado el blog.
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En otro orden de cosas, y en sintonía con la ola de idiotez que amenaza con consumirlo todo, nuestro hijo actual ya tuvo su primer temita con las llaves dejando la puerta abierta del hall de forma tal que con el viento se abrió y se mojó todo el calzado. ¿Y a que no saben quién apareció hace 10 días? ¿No? ¿Ninguna idea? Ella... La Señora. No, no, no Ernestina Herrera de Noble. Otra señora. Aquella que se ofreciera a traernos las llaves que Miss Wisconsin (ya ni recuerdo como cazzo se llamaba y tampoco me interesa hacerlo) le habría dado en el aeropuerto. La señora existe y resultó ser bastante amable y hasta simpática. Igual no la exime a la otra idiota de la magánima estupidez de haberle dado las llaves de casa a una mujer cuyo nombre ni siquiera conoce, haberle escrito la dirección y pedirle por favor que "fuera a llevarlas por la tarde ya que ellos no están en todo el día".
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También, continuando con las buenas noticias, acaba de dejar de llover. Ya ni siquiera recuerdo cuando empezó. Me acuerdo que el sábado no llovió porque fui con Flavia al Cerro Otto. Pero creo que el domingo sí lloviznó un poquito, el lunes no, el martes sí... y por más de 24 horas sin parar ni medio segundo. Obviamente los momentos de mayor intensidad siempre coinciden con mis horarios de salida y entrada del trabajo, de modo tal que me muevo en campera, pantalones impermeables y botas de goma para todos lados. El último grito de la moda local.
Risa. Podría ser la causal del deceso de Splinter.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

nuevo fondo de blog!!!

La dijo...

Güiiinnaaaaaa nos modernizamos!!!

chili dijo...

Si, me encanta cómo flotan los recuadros!
ojo yo no me quedaria tan tranquila, puede que la splinter esté entre vosotros autoadoptada.

Anónimo dijo...

Splinter: la tenes adentro

Anónimo dijo...

Qué lavada de cara!

Tati McBeal dijo...

¿cómo que nadie iba a extrañaro?

si yo siempre te pregunté por splinter!! jajaja

Anónimo dijo...

qué pasa en la montaña si sale campeón holanda? Se declara feriado y todos se ponen trajes de holando-argentino y bufandas naranjas como su majestad? Ron financia litros y litros de ídem con coca para preparar cubalibres y celebrar??? LA