El viernes había vuelto a nevar. En realidad había sido una nevada mucho más importante que la del domingo anterior, pero después de las 6 apenas quedan vestigios de la nieve en el centro de la ciudad. En casa, por el contrario, la evidencia era innegable. Los techos todavía blancos, también nieve en los jardines, aunque para el sábado a la mañana comenzaba a derretirse la nieve que estaba en las copas de los árboles.
A lo largo del sábado el clima no mejoró en absoluto, pero tampoco nevó. El viento sólo traía frío y, de tanto en tanto, algunos copos que, imaginábamos, habían sido arrancados de la copa de los cipreses del cerro Otto. Me fui a dormir con la idea de que despertaría para encontrar un manto blanco sobre Bariloche.
Por la mañana no había ruidos, me acomodé en la cama y traté de distinguir el sonido de los autos en Pioneros. No se escuchaba como cuando nieva, no se escuchaba ese silencio extraño que absorbe los sonidos. Pensé que sólo sería una mañana tranquila. Después de todo es domingo. No veo porque no debería ser así.
Claro que sí sentía el frío y retrasé mi salida de la cama por un tiempo hasta que me fue imposible quedarme. Me asomé a la ventana. Casi ni quedaban rastros de la nieve. Había estado lloviznando antes y se había lavado casi toda la nieve.
Bajé a la cocina, puse a calentar el agua, me serví yogurt y empecé a ordenar los platos y los cubiertos de la cena de la noche anterior. Entre mate y mate y con Mercedes Sosa de fondo empecé a limpiar la mesada y para cuando quise darme cuenta había limpiado la cocina, el piso de la cocina, había barrido la escalera, el estudio y el comedor. Sí, sé lo que están pensando y no soy tan eficiente como para hacer eso con un CD… es que me había comprado un disco doble de Mercedes Sosa, tenía 40 temas, así que me acompañó durante todo el trabajo. Para cuando empecé a limpiar el baño me percaté de que estaba cayendo un aguanieve que poco a poco iba espesándose…
Al cabo de media hora había comenzado a acumularse la nieve en el jardín, en los techos de las casas y de los autos. La calle, toda mojada y llena de charcos todavía requiere un poco más de tiempo. Es difícil que se acumule la nieve porque nieva, para, cae agua nieve y vuelve a nevar… Pero algo es seguro, tímida pero definitivamente, la temporada queda inaugurada.
A lo largo del sábado el clima no mejoró en absoluto, pero tampoco nevó. El viento sólo traía frío y, de tanto en tanto, algunos copos que, imaginábamos, habían sido arrancados de la copa de los cipreses del cerro Otto. Me fui a dormir con la idea de que despertaría para encontrar un manto blanco sobre Bariloche.
Por la mañana no había ruidos, me acomodé en la cama y traté de distinguir el sonido de los autos en Pioneros. No se escuchaba como cuando nieva, no se escuchaba ese silencio extraño que absorbe los sonidos. Pensé que sólo sería una mañana tranquila. Después de todo es domingo. No veo porque no debería ser así.
Claro que sí sentía el frío y retrasé mi salida de la cama por un tiempo hasta que me fue imposible quedarme. Me asomé a la ventana. Casi ni quedaban rastros de la nieve. Había estado lloviznando antes y se había lavado casi toda la nieve.
Bajé a la cocina, puse a calentar el agua, me serví yogurt y empecé a ordenar los platos y los cubiertos de la cena de la noche anterior. Entre mate y mate y con Mercedes Sosa de fondo empecé a limpiar la mesada y para cuando quise darme cuenta había limpiado la cocina, el piso de la cocina, había barrido la escalera, el estudio y el comedor. Sí, sé lo que están pensando y no soy tan eficiente como para hacer eso con un CD… es que me había comprado un disco doble de Mercedes Sosa, tenía 40 temas, así que me acompañó durante todo el trabajo. Para cuando empecé a limpiar el baño me percaté de que estaba cayendo un aguanieve que poco a poco iba espesándose…
Al cabo de media hora había comenzado a acumularse la nieve en el jardín, en los techos de las casas y de los autos. La calle, toda mojada y llena de charcos todavía requiere un poco más de tiempo. Es difícil que se acumule la nieve porque nieva, para, cae agua nieve y vuelve a nevar… Pero algo es seguro, tímida pero definitivamente, la temporada queda inaugurada.
7 comentarios:
Tu madsre me explicó de donde es la vista está linda
pa
Catidral alla vamos!!!!
Siiiiiiiiiii, vamos! Cuándo???
Una vez más quiero estar ahí!
KA SE TE EXTRAÑA!
LUSU
lo queres, lo tenés...www.kilometrocuatro.blogspot.com
VAMOS!
La nevada del 2006, cuando Sendra vivia en la casa.
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