domingo, 17 de enero de 2016

Potsdam

Potsdam es básicamente conocida por ser la ciudad en donde se encuentran los palacios de Sans Souci, -Sanssouci, el Neues Palais, la Orangerie (entre otros)- en un inmenso parque que alguna vez fue catalogado como “el Versalles alemán”; también por haber sido el lugar donde tuvo lugar la “Conferencia de Potsdam” y, finalmente, por ser la capital del estado de Brandenburgo-Antepomerania. Esto último, obviamente sólo es motivo de orgullo e interés para los habitantes de la ciudad y, probablemente, para nadie más. En Sanssouci (en francés, Sans Souci; sin preocupaciones) estaban las residencias reales e imperiales de verano de los reyes de Prusia y, luego, de los emperadores alemanes, por lo que la ciudad tuvo un estatus un tanto especial de ser en la realidad “una segunda capital”. De todos modos Sanssouci ya tendrá su entrada en este blog, así que de momento el dato anecdótico más importante será el de la Conferencia de Potsdam, que tuvo lugar en 1945 y que reunió a los “tres grandes”, como se decía en la época… El primer ministro británico Winston Churchill, el presidente de Estados Unidos Harry Truman y el Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (que cada vez que tenía que explicar cuál era su cargo generaba bostezos), Joseph Stalin. En Potsdam se reunieron en el 45 y se dedicaron a dividir la Alemania ocupada, ver quién se iba a quedar con qué, como se iba a juzgar a los criminales de guerra, qué se iba a hacer con Austria y Polonia, que iba a pasar con los alemanes que vivían fuera de Alemania, cuáles iban a ser las fronteras de Alemania, quién las iba a controlar, qué se iba a hacer con la flota naval, etc, etc, etc. Deben haberse agarrado lindo de los pelos para ponerse de acuerdo en estas cuestiones… y en las que deben haber imaginado que se vendrían. Sin embargo puertas afuera todavía eran aliados y necesitaban sacarse las fotos los tres de la manito.

La ciudad es hoy un potpurrí de edificios barrocos que se salvaron, edificios que fueron reconstruidos, edificios de dudoso buen gusto construidos en la inmediata postguerra y nuevas construcciones posteriores a la reunificación. Por una parte está el eje más monumental, si se quiere, el conjunto del antiguo palacio, la catedral y la antigua municipalidad, hoy museo, junto a la plaza del palacio.
El antiguo palacio, hoy edificio de gobierno del estado de Brandenburgo-Antepomerania. Fue dañado en la guerra, destruido en los '50 y reconstruido después de 2002.
La antigua municipalidad, hoy funciona como museo de la ciudad. 
El Dom o, a falta de mejor traducción, "catedral" luterana de Potsdam. 
Luego está la Brandenburgerstrasse, que es la calle comercial que va desde el antiguo palacio hacia el parque Sanssouci. Se trata del núcleo histórico de la ciudad, menos barroco, con edificios más bajos y simples pero que también tienen su encanto.
En el medio también está el Barrio Holandés, un par de manzanas que alojan viviendas y negocios construidos en la primera mitad del siglo XVIII para recibir a un grupo de artesanos y trabajadores holandeses que se instaló en la región por invitación del rey Federico Guillermo de Prusia. Federico Guillermo se dedicó a modernizar el país, embarcarlo en cuanta guerra hubiera en Europa, comerse a sus vecinos más débiles y atormentar a su hijo, el futuro Federico “el Grande”.
La actual municipalidad de Potsdam también es un edificio muy pintoresco. Se ve que llegamos justo después de un casorio porque había pétalos de rosa en la escalera del registro civil. Otra que tirar arroz en el centro administrativo de la Onelli.
Y el final de nuestro recorrido, la entrada a San Souci, el parque donde se encuentran los palacios por los que se supone que Potsdam es un punto obligado para los turistas que llegan hasta Berlín. Para los palacios, hay que esperar hasta el capítulo que viene.

No hay comentarios: