jueves, 16 de abril de 2009

El blog, otra vuelta ...

¿Cómo empezar un nuevo capítulo del blog sin decir que soy un colgado?, ¿cómo hacerlo sin parecer repetitivo?, ¿cómo ser crítico de mis propios defectos sin caer en lugares comunes?

Las respuestas, claro está, no las tengo, así que voy a ahorrarme el esfuerzo de buscarlas. Habiendo dejado aclarada esta cuestión, dejo (¿dejamos?) por inaugurada una nueva etapa del blog que, espero, tenga una vida más duradera que la anterior.


Pareciera que hay algo en el otoño barilochense que lleva a la escritura, aunque en este caso pienso que se debe a dos cuestiones bastante claras e identificables. Hace tres (casi cuatro) semana comencé a cursar el Profesorado en Lengua y Literatura en la flamante Universidad Nacional de Río Negro. Inicialmente, sin pensar mucho, me inscribí dos materias, una de ellas era un taller de lectura y escritura. Evidentemente el trabajo en esta materia me ha llevado, o más bien traído, a reencontrarme con el hábito más o menos sistemático de la escritura. Escribí unos renglones antes que me inscribí “sin pensar mucho”, aunque bien podría decir sin pensar absolutamente nada… ¿en qué estaba pensando cuándo lo hice? No lo sé. Tampoco sé como pensaba arreglarme para trabajar en la escuela, en la universidad, en la casa, hacer la maestría virtual de la UNQ (Léase Unqui) que comencé en el mismo momento. ¿Con que necesidad?, me pregunto. Pienso que afortunadamente tuve un dejo de clarividencia sobre esta situación cuando el fin de semana anterior a Pascuas estuve abocado a ponerme al día con la lectura y, a pesar de contar con un feriado extra, no logré hacerlo.


Se ve que, incluso en este tipo de situaciones podemos tener momentos de relativa iluminación. “¿Por qué invertir tanto tiempo y esfuerzo en algo que me va a sobrepasar y que posiblemente abandone en algún momento cercano a la mitad del cuatrimestre?”, me pregunté primero, para luego interrogarme acerca de que pasaba por mi mente en el momento de inscribirme a las materias. No habiendo podido encontrar respuestas satisfactorias opté por la mejor opción para mi salud mental.


Obviamente mi vida ha dado un giro de unos cuantos grados -no sé exactamente cuántos pero sí sé que son bastantes- desde mi última experiencia universitaria; tengo obligaciones laborales bastante diferentes, tengo una casa de la que hacerme cargo e “hijos” de los que ocuparme. Debo admitir que el cambio no es menor y que la situación me obligó a reflexionar un poco sobre el tema. Entonces pensé en lo que había vivido en los últimos meses, en lo que había contado y en lo aún tenía -tengo- para contar, en las cosas que pospuse y en la larga pausa en la que sumí a este pobre blog. Así que decidí que era hora de empezar otra vuelta, de poner al blog en movimiento. Y, como dijera Carlitos Balá, el movimiento se demuestra andando…

7 comentarios:

Anónimo dijo...

ME VA A DAR UN INFARTO NENE!!!!

Anónimo dijo...

Era hora!!! Gracias!!!!

Anónimo dijo...

Todavia estamos esperando las fotos.

Anónimo dijo...

La "nueva etapa" del blog (sic ka), se merece un "nuevo diseño de interiores", renovemos el verde esperanza...pensalo!

Nati.

Anónimo dijo...

Para los que pensaron que se cagaba en los lectores...

Ha vuelto el hijo prodigo de la internet.

Aqui esta y llego para quedarse.

Nicolás dijo...

Gente, paso a paso... casi un año sin actualizar; llevo tres posts en tres días. ¿Cambiar el diseño? No me pidan que cabecee...

Se agradece saber que siguen allí a pesar del cuelgue.

Anónimo dijo...

POR FIIIIIN!!!!!!!! ESTO YA ERA UNA TORTURA!!!!! ESTÁS VIVOOOO Y NOS TENÉS EN CUENTAAAA! GRAAAACIAAAS!