Después de la pseudo-decepción por la inexistencia de un "patio" ducal, real, principesco o, aunque sea, con tres plantitas, seguimos rumbo a la torre. Una de las partes que, por su color (negro chamuscado), intuimos que más intacta ha quedado al bombardeo. El ascenso es a pie, obviamente, y -cual propaganda de fósforos- en su comienzo hay un cartel donde se anuncia "222 escalones". Raro. Raro porque no se accede por la puerta de la torre sino por otra entrada, se suben unos escalones y se entra a un pasillo. De allí se va hasta las escaleras de una de esas cuatro "torrecitas" que están en cada esquina del patio. Se sube un poco por ahí y un nuevo pasillo, ahora sí, hasta el corazón mismo de la torre. Si bien el exterior se conserva bastante original no se puede decir lo mismo del interior, que está hecho a nuevo.
Durante el ascenso hay ventanas aquí y allá. Y mientras se ve como se va ganando altura empieza a adquirirse una perspectiva distinta de la ciudad. Acá los tejados del palacio, una de las torres de la catedral (la que está toda negra, otra torre "superviviente") y más lejos la cúpula de la Frauenkirche. A lo lejos (Diego ya me dice que parezco obsesionado con el tema) se ve el (supongo yo) smog gris que rodea la ciudad. También se ve un poco del Elba (que es el río que atraviesa la ciudad y que luego fluye hasta desembocar en el Mar del Norte).
Primera parada, el mecanismo del reloj.
Segunda parada, el banana que decide hacerse el fotógrafo jugando con las ventanas de la torre, la cúpula de la Frauenkirche y los tejados.
Después de un poco más de caracol se llega al balcón del techo.
Dresden es una ciudad rara. El núcleo de la Altstadt o bien es del 1700 o fue reconstruido siguiendo el criterio de la época. Cruzando el río se encuentra la "ciudad nueva" (No puedo hacer el chiste cada vez que diga "Neustadt", sino se va a gastar) que tiene algunos edificios oficiales (ministerios del estado de Sajonia) y un entramado de calles con construcciones de 5 o 6 pisos que son de 1870/1880/1890. Poco verde en esa zona, salvo los huecos que fueron bombardeados y fueron reconstruidos con edificios de 5 o 6 pisos estilo "puerto Madero". En el sentido opuesto a la Neustadt, la ciudad vieja continúa hacia áreas que fueron reconstruidas, hacia el sur, en los 80' y 90' (y aún hoy. O sea, más onda "Puerto Madero", con edificios de 4 o 5 pisos salpicados con algunos mastodontes de los 60 y 70 de unos cuantos pisos más. Después de esta zona comienza otra zona de edificios mastodontes, más altos aún, bloques aburridos que aquí y allá alternan con edificios de finales del siglo XIX y comienzos del XX... O sea, por momentos, siguiendo el patrón americano de buscar los edificios más altos, uno no sabe muy bien hacia dónde queda el centro.
Hacia el sur (o lo que yo creo que es el sur), el techo vidriado del otro patio interno, el edificio-bodoque de la Filarmónica, la Plaza del Mercado y las torres de la Kreuzkirche y de la municipalidad.
La Ópera, el Elba, uno de los puentes históricos y la cúpula (con su minarete) de la mezquita.
Parte del Residenzschloss, después el Zwinger, el Edificio del Teatro (el blanco grande) y más allá algunos bloques pseudo sovieticoides.
La otra torre de la Kathedrale, el Elba y el modelo de "Árbol".
2 comentarios:
El elba! De cultura alemana del colegio.
Jajaja, de cultura alemana al día a día... Cuando seamos grandes queremos hacer en bici la ruta del ELba que va de Dresden a Hamburg... Vamos a ver...
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