El Krämerbrücke es uno de los principales atractivos de Erfurt, una visita obligada y una de las glorias locales para los rankings. Al igual que la citadela, tiene un mérito bastante específico. Es el más largo puente con construcciones actualmente habitado. Qué vuelta ¿no? Yo deduzco entonces que hay puentes con casas y edificios más grandes -o por lo menos más largos- que éste, pero que lo especial del Krämerbrücke es que todavía hay gente que vive aquí.
Por lo pronto el puente tiene cerca de ochenta metros de largo, treinta y seis de ancho y hasta tiene su propia iglesia, además de heladería, chocolatería, café y restaurant.
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