Albrechtsburg, marcando tendencia desde 1471. Eso
es lo que dicen, más o menos –y con libertad de traducción- los afiches con los
que se promociona este castillo. Si no leíste sobre Meissen (podés leer aquí La cuna de Sajonia) Albrechtsburg es
el nombre con el que se conoce al castillo de la ciudad.
El edificio actual es de 1471 cuando,
según cuenta la audioguía del museo, los hermanos Albrecht y Ernest Wettin ordenaron la
construcción de un castillo que funcionara no como fortaleza militar sino más
bien como centro administrativo y residencia. De esta forma se convertiría en el
primer castillo germano construido para tal propósito. Lamentablemente algún
tiempo después Albrecht y Ernest se pelearon, se dividieron el electorado y
jamás vivieron juntos, pero eso ya es parte de otra historia. Por supuesto,
Meissen no quedó del lado de Ernst sino del de Albrecht, aunque el nombre
Albrechtsburg comenzó a utilizarse recién a partir de fines del siglo XVII.
Para la
construcción de la residencia se contrató al maestro Arnold von Westfalen,
quien tuvo la tarea de diseñar un lugar que reflejara el poder y la riqueza de
la familia. Y lo logró, ya que el edificio de estilo gótico tardío fue un
pionero en términos arquitectónicos con su distribución de espacios y el diseño
de las bóvedas, ventanas y escaleras. De allí el eslogan con el que se lo promociona hoy en
día. Si bien el castillo atravesó varias reformas y sobrevivió a algún que otro
incendio, afortunadamente el estilo gótico del edificio fue preservado.
Lamentablemente la decoración interna, como así también el mobiliario, no
tuvieron la misma suerte. Para nosotros fue una especie de novedad ver un
edificio gótico, luego de tanto barroquismo dresdeniano y rococó federiciano
(güeeeeena... Si todavía estás preguntándote qué es el rococó podés ver la entrada de Potsdam haciendo click acá).
Algo que
no promocionan ni dicen a los cuatro vientos, y que uno se entera luego de
atravesar un caldeado hall de entrada, es que el castillo no cuenta con sistema
de calefacción. Detalle importante, más si uno lo visita en invierno… Así que
nada de dejar el saquito en los lockers. Aún en sus épocas de esplendor el
castillo contaba con muy pocos espacios calefaccionados, tal es así que los
criados dormían muchas veces con los nobles, es decir, en la misma cama.
Uno de
los habitantes famosos del Albrechtsburg, sin ser un noble, fue Johann
Friedrich Boettger. Este alquimista alemán se decía capaz de fabricar oro,
motivo por el cual el rey de Prusia lo cazó al vuelo nomás para ponerlo bajo su
servicio. No obstante poco después Johann escapó de sus garras (no se sabe exactamente
por qué, aunque uno puede llegar a imaginarse alguna pequeña razón...). Sin
embargo pronto cayó en las garras del sajón Augustus der Starke (el fuerte).
Paréntesis: ¡sí sabemos el origen del mote de este elector de Sajonia!
Aparentemente el sobrenombre es literal: era tan fuerte que le decían también el Hércules sajón e incluso mano de hierro. Cuentan que, para
demostrar su fuerza, solía romper herraduras con sus manos desnudas. Fin del
paréntesis.
Boettger
no logró fabricar oro pero a cambio, con la ayuda de Ehenfried Walther von
Tschirnhaus y Pabst von Ohain (todos nombres fáciles de recordar), descubrió en
diciembre de 1707 como hacer porcelana, ¡el oro blanco! No dejando pasar la
oportunidad, en 1710 Augustus decretó la creación de -nada más y nada menos- la
primera fábrica europea de porcelana, estableciéndola en el Albrechtsburg. Toda
su fabricación tenía lugar en el palacio, salvo la cocción de la porcelana, que
se efectuaba en un edificio contiguo. En este lugar se fabricó la primera
porcelana de alta calidad fuera de oriente. Allí funcionó hasta que se la
trasladó a su actual lugar a unas cuadras del centro de Meissen.
Enfrente,
aunque en realidad conectada al Albrechtsburg, se encuentra la catedral de
Meissen, cuya construcción se inició en 1260 para reemplazar a una iglesia
románica más antigua (¿en qué estarían pensando?). Debido al poco espacio
disponible terminó siendo una de las catedrales más pequeñas de Europa (¿quién
se dedicará a determinar esto?). Para el año 1425, el primer elector Wettin
hizo levantar en la misma iglesia la capilla de los príncipes para ser el
lugar de descanso de su dinastía. Es, al día de hoy, uno de los lugares de
sepultura más famosos de nuestros queridos Wettin, al igual que la catedral de
Dresden. La iglesia gótica de Meissen, o Dom, fue el asiento de la diócesis del margraviato
hasta que la misma fue disuelta a fines del siglo XVI, como muchas otras,
gracias a Lutero y su reforma. El edificio en si mismo no tiene ninguna cúpula
pero no entraremos aquí en más detalles acerca del uso o no de este término.
Inicialmente
se utilizó en Italia la palabra duomo
para designar catedrales con una cúpula, pero con el correr de los años y su
dispersión por el mundo el término fue empleado para referirse a iglesias que
no eran catedrales o que no tenían un domo propiamente dicho. La gente (y los
carteles) se refieren a la iglesia de Meissen como Dom, lo que está de acuerdo con su calidad de catedral pero no con
la ausencia de cúpula. Es un caso, entre muchos, que ilustra la vaguedad e
indefinición del término.
* Colaboración de D.G.F. D equivale a Diego. Imaginen el resto.
2 comentarios:
Muy lindo lugar
La verdad es que por fuera el edificio no dice mucho pero por dentro es otra historia...
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