Si
algo tiene cúpula de mezquita, minarete (dícese de las torres altas de los
templos musulmanes) de mezquita y estructura de mezquita, lo más normal sería
creer que, efectivamente, de eso se trata. Y eso creímos. De hecho, lo creímos
por mucho tiempo. Tanto tiempo que fue una sorpresa descubrir que no lo era. Estuvimos
casi convencidos –en honor a la verdad, tampoco es que pensáramos tanto en el
tema- de que era una mezquita hasta que Yavus, uno de mis compañeros de alemán,
nos contó que había ido de visita al Yenidze.
¿El
qué? El edificio Yenidze, ése que
parece una mezquita. ¡Un momento! ¿No es una mezquita? No, NO es una
mezquita. Ahhhh.
El
edificio se construyó entre 1907 y 1909, una época en la que, ciertamente,
había muchos menos musulmanes en Alemania que los que hay hoy, si es que había
alguno. Su función fue, por mucho que cueste creerlo, la de albergar una
fábrica de cigarrillos. Sí, de cigarrillos.
¿Por
qué el nombre tan raro? El tabaco se traía desde la región de Yenidze, que en aquel momento quedaba en el imperio
turco. Actualmente la región forma parte del norte de Grecia y se llama
Genisea.
El
objetivo de los dueños de la fábrica era que el edificio funcionara como marketing en sí mismo. Supongo que no lo
habrán expresado de esa forma, pero esa era la idea. Con el estilo pseudo
musulmán del edificio querían evocar el origen del hábito de fumar tabaco en
Medio Oriente, algo que era muy común en la época. De hecho, buena parte de las publicidades de cigarrillos mostraban a sultanes y pachás fumando a diestra y siniestra. Con su cúpula de veinte
metros y las chimeneas “disfrazadas” de minaretes querían lograr un edificio
que resultara exótico, atractivo y se viera desde cualquier lugar de la ciudad.
De ese modo les recordaría a los/as fumadores/as que siempre podían tomarse
cinco minutos para fumarse un puchito.
Como
es de imaginar, por muchos años la población se refirió al edificio como la Tabakmoschee,
o sea, la mezquita del tabaco, un
nombre ya caído en desuso porque ni es mezquita ni sigue siendo una fábrica de
cigarrillos. Luego de estar mucho tiempo abandonado, el edificio fue restaurado
en 1996 y alberga en la actualidad oficinas y -en la cúpula- un restaurante turco
y algo parecido a un espacio teatral.
2 comentarios:
Me encantó.
Es un lindo edificio.O, al menos, llamativo. Y rompe un poco con tanto barroco de la ciudad vieja y, afortunadamente, con el estilo (o falta de) de los bloques de la época de la República Democrática.
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