lunes, 31 de julio de 2017

Manual básico de supervivencia turística

LETRA M

Mantas
Frazadas, cobijas o mantas de piel, lana o polar dispuestas en las mesas exteriores de bares y restaurantes para que clientes y clientas puedan tomarse un cafecito en la terraza del bar, aún al precio de arroparse cual abuelita de Caperucita Roja. Hay que reconocer que funciona. Especialmente en el mundo nórdico. A pesar del frío, la lluvia o lo que fuere, germanos, escandinavos y afines tratan de disfrutar de todo el tiempo que puedan pasar al aire libre. Así que si no diluvia, se arropan y disfrutan de las terrazas y mesitas callejeras de bares, restaurantes y lugares de comida al paso.

Máquinas expendedoras
Se trata de unos seres infernales que vienen en formas cúbicas y afines y que se encuentran en las inmediaciones de paradas y estaciones de tren. A pesar de venir muchas de ellas con la posibilidad de seleccionar el idioma en el que desea realizarse la transacción, es importante vital no confiarse. El geniecillo maligno que habita el cubo diabólico a menudo goza con la desesperación de los turistas desprevenidos. Da opciones que no pedimos, pregunta rutas y vías, ofrece tickets para bicicletas, perros y niños. Nos da un sinfín de posibilidades en un lenguaje tan críptico que luego a haber terminado la transacción a duras penas sabemos qué hemos comprado. Llegado el caso, es aconsejable buscar a un/ nativo/a sin actitud de “estoy llegando tarde al trabajo y me van a despedir” para pedirle ayuda.

Meinfern/Flixbus
Compañía cuasi-monopólica alemana que realiza buena parte del transporte en micros de larga distancia. Hasta hace unos años el transporte estaba regulado y no era posible ofrecer un trayecto en ómnibus si había una ruta de tren que hacía el mismo recorrido. Merkel mediante esto ha cambiado y ahora hay una serie de empresas de micros de larga distancia que cruzan el país de un lado al otro. Meinfern/Flixbus no sólo es de las más grandes sino también de las más baratas y tiene una red de destinos que te llevan a casi cualquier lado.

Mercado, plaza de
En el mundo germano son un clásico. Normalmente se trata de la plaza principal junto a la cual suele estar ubicada la Rathaus (municipalidad) del pueblo. Por norma, no están arboladas ni parquizadas ya que eran (y son) lugar de marcado, puestos y, por ende, tránsito intenso y pisoteo al por mayor. A diferencia de la tradición colonial hispánica, la catedral o iglesia mayor no suele estar en esta misma plaza. (Aunque hay, obviamente excepciones. Por caso, Bremen).

Mercados
Tradicionalmente muchas ciudades europeas tenían en su plaza principal la plaza del mercado, el lugar en el que se vendían y compraban alimentos y productos varios. Tener mercado era, en la época medieval, una fuente de ingresos, ya que significaba que el lugar estaba en alguna ruta comercial y llegarían personas de otros lugares a vender y comprar. Con el tiempo la tradición se fue ampliando y comenzaron a establecerse en fechas especiales mercados específicos. Mercado de Navidad, mercado de otoño, de primavera o lo que fuere, donde se comercializaban productos típicos de estación.
A partir de finales del siglo XIX los sanitaristas preocupados por el control de plagas y enfermedades establecieron normas que llevaron a la instalación de los primeros mercados cubiertos. Los animales dejaron de venderse vivos y se prohibió la venta de carne cruda a cielo abierto. Eso no significó, ni mucho menos, el fin de los mercados en las plazas, una tradición que aún hoy muchas ciudades preservan.

Muchedumbre
Dícese de un grupo de personas, normalmente numeroso. En los destinos turísticos se trata de un amontonamiento que señala el eje del recorrido turístico o la proximidad física de una atracción importante. Asimismo, en los museos la existencia de muchedumbres suelen anunciar que nos acercamos al área de influencia de tal o cual cuadro o escultura que, se supone, es un punto destacado del recorrido. Sobra decir que la elección acerca de qué es una atracción destacada y que no es una decisión absolutamente parcial pero que tiene una gran influencia sobre el proceso de formación de muchedumbres.

sábado, 29 de julio de 2017

Modernismo: La Sagrada Familia

Si le hubieran encargado a un/a escenógrafo/a que diseñara el interior de una iglesia futurista, lo más probable es que no se animara a tanto como Gaudí con los interiores de la Sagrada Familia.
¿En qué estaba pensando Gaudí cuando diseñó el interior de la Sagrada Familia? Cuenta la audioguía que, básicamente, las columnas tratan de emular troncos de árboles, y las bóvedas, a sus copas. Y la verdad es que desde dentro, hasta tiene sentido.
Claro que si por dentro la imagen del bosque parece bastante plausible, desde fuera la situación es bastante diferente.

La sagrada familia cuenta, esencialmente, con tres caras. Las dos que están terminadas son la del nacimiento de Jesús y la de la crucifixión. Por obvios motivos, la cara del nacimiento tiene un tono más bien alegre y cierta tendencia al exceso decorativo: el escape a Egipto, el pesebre, ángeles al por mayor, plantas, árboles, animales y todo lo que te puedas imaginar.
En contraposición, la cara de la crucifixión es más bien austera, mucho más despojada y de carácter claramente triste. Parte del efecto se consigue con esculturas más del tipo cubista, además de líneas despojadas casi sin decoración extra ni firuletes.
A pesar de que su perfil sobresale en el cielo barcelonés y que a la distancia parece una mole de dimensiones nada desdeñables, las torres que vemos actualmente de la Sagrada Familia no serán ni por asomo lo más alto de edificio. Bueno, siempre y cuanto se siga construyendo de acuerdo a los planes originales de Gaudí.
Hablando de Gaudí, de planes y de planos, parece que mucho no le gustaba hacer planos y que, por el contrario, prefería plasmar sus ideas en las maquetas y que luego alguien más tradujera la maqueta al papel. O, al menos, eso es lo que cuenta la leyenda.

jueves, 27 de julio de 2017

Alejandro Magno, el primer romano

Noviembre de 2015. Hostel de Berlín. Después de hacer el check-in vamos a la que nuestra habitación. Cuando entramos conocemos al que será uno de nuestros compañeros de cuarto; un italiano que habla hasta por los codos valiéndose del italiano mezclado con palabras en español, inglés, alemán y andá-a-saber qué más.

Se presenta e indaga cuánto puede acerca de nosotros, no sin dejar de interrumpirnos cada medio minuto. Explica, mientras se levante de la cama, que él es de Roma y que está en Berlín de vacaciones. Ma Berlín non é Italia. No, claro que no. Non a storia qui. Non a edifici romani, non a millenni y millenni di storia. Y, no. E questi tedeschi sono freddi. Sí, los alemanes son fríos. Y la pizza… questa non é vera pizza. La pizza en Italia é una altra cosa. Here, i turcci fazen pizza, indios, turcos, chinos. Ma non é pizza. I tedeschi non ho idea de cosa é una vera pizza. Comprende lo que digo? Capisce? Sí, sí. La pizza de Italia é una cosa spectaculare ma questo, questo non é vera pizza.

Parece que el muchacho hacía tiempo estaba esperando poder hacer terapia con alguien. Nos cuenta que en la habitación también hay una rusa. Ma questa rusa é fredda… Fredda. Por algún delirante motivo toma las preguntas de Diego sobre la rusa como un auténtico interés y aprovecha para ponerle cara picarona y prometerle que le va a hacer gancho con la rusa. Igual no quiere que Diego se haga falsas ilusiones con ella. Questa no rusa non é come noi. É fredda…

La rusa, los alemanes, Italia, Roma, el tano habla de todo a una velocidad imbatible y aunque no llegábamos a entenderle todo, lográbamos hacernos una idea bastante aproximada de que no eran sus mejores vacaciones. I tedeschi son freddi comme questa rusa. Non mi capiscen. No comme voi. No claro, ¿cómo iban a entenderle a este italiano que habla italiano con una o dos palabras en español o alemán aquí y allá? Es cierto que el tano es simpático, pero tampoco se pueden hacer milagros a base de simpatía. Para entender alemán es, casi por definición, necesario hablar algo del idioma.

Debo reconocer que el hecho de que cada vez que mencionaba a la rusa le guiñara un ojo a Diego y le dijera que él se la iba a presentar, que le dijera Dieco, Dieco… con cara de pícaro, fue uno de los mejores momentos de la conversación. Sin embargo, por lo visto, lo mejor estaba aún por venir. Mientras se terminaba de vestir (ya que los veinte minutos anteriores había estado en calzones dando vueltas por todo el cuarto) volvió a arremeter contra Berlín. Los edificios sin historia. La pizza mal hecha. La frialdad de los alemanes. Questo non é comme Italia. Italia é la storia viva. I romani, la chiesa, i renacimiento, Julio César, Augusto, Alessandro Magno, la pizza, la pasta, la storia…

¿¿Alejandro Magno?? ¿En Roma? Ninguno atinó a nada. Roma tiene bastante historia como para tener que robarse personajes históricos de otros lugares. ¿O nos habremos perdido de algo y Alejandro Magno fue el primer romano de la historia?

miércoles, 26 de julio de 2017

Foto de miércoles

Barcelona. Parece que hoy está lindo y toca secar la ropa afuera y ventilar sábanas y cortinas.

lunes, 24 de julio de 2017

Modernismo: Antoní Gaudí II

Si en el Palau Güell ya aparecen las primeras chimeneas del estilo específicamente gaudiano con sus recubrimientos de azulejos rotos, en muchos de sus edificios posteriores vemos como Gaudí eleva el recurso a la enésima potencia.

En la casa Battló, ya bastante posterior, volvemos a encontrar los intrincados recubrimientos de trencadís, técnica a la que tuvo que acudir Gaudí por cuanto no podía recubrir de otro modo estructuras curvas como las que él diseñaba.
Pero no sólo de azulejos y cerámicos rotos vivía el hombre. También empezaba a jugar con las formas  y líneas curvas, siempre combinando hierro forjado, ladrillo, concreto, madera, vidrio y cuanto material se le cruzara.
Para la época las opiniones estaban bastante divididas. Estaban quienes lo consideraban un genio y quienes opinaban que sus obras eran más bien un mamarracho que afeaba la ciudad.
 Arriba, la iluminación interna de la Casa Batlo. En los pisos más altos las ventanas son más pequeñas y el recubrimiento de azulejos es más oscuro porque hay más luz natural. En los pisos inferiores la falta de luz se compensa con azulejos más claros y ventanas más grandes. Abajo, el altillo y lavadero. 
De hecho fueron sus detractores quieren le dieron el nombre popular de “La Pedrera” a otra de sus casas, la Casa Millá. La Pedrera porque consideraban que más que un edificio residencial parecía una serie de cuevas y cavernas, una auténtica montaña de piedras y escombros.
Ubicada a unas cuadras de la Casa Battló, fue otro de los grandes escándalos de la época. Pero no sólo su estructura era novedosa. También los principios e ideas básicas que Gaudí utilizó para su construcción. 
Fue uno de los primeros edificios de departamentos que fue diseñado con calefacción central y en el que se pensó que la comunicación principal debía hacerse a través de ascensores y no de escaleras.
La terraza es, nuevamente, también protagonista. De hecho –y siempre según la leyenda de la audioguía- Gaudí detestaba profundamente las terrazas y azoteas que parecen terminaciones raquíticas de los edificios. Y se nota que buscó para sus edificios una solución distintas, donde chimeneas, conductos de ventilación y hasta tanques de agua se incorporasen al paisaje como elementos decorativos.

sábado, 22 de julio de 2017

Modernismo: Antoní Gaudí I

En pocos lugares el nombre de un arquitecto tiene una dimensión semejante a la que Gaudí tiene en Barcelona. Alguna vez dije que en (casi) todos los destinos turísticos siempre hay un personaje histórico importante que encabeza el marketing del souvenir. Pues bien, no caben dudas, en Barcelona el ícono indiscutido es Gaudí. Aunque –por increible que parezca- Messi lo sigue desde no muy lejos.
Como arquitecto, el de Gaudí fue un camino bastante singular. Estudió en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, en la que tuvo como profesor, entre otros, a Lluís Domènech i Montaner. Ya desde su época de estudiante estaba claro que el trabajo de Gaudí iba a dar que hablar y cuenta la leyenda que sus profesores solían bromear con el hecho de que cuando se recibió no sabían si le estaban dando el diploma a un genio o a un loco.
Fiel al estilo catalán, los inicios de Gaudí estuvieron muy ligados al estilo neogótico y a la influencia árabe y mudejar (que es como se conoce al estilo de inspiración y técnica árabe que utilizaban los cristianos de la época de la reconquista). 
El Palau Güell, con sus interiores de inspiración medieval
Uno de los ejemplos más claros es la Casa Vicens que, para variar, estaba tapiada y llena de andamios por los trabajos de renovación y mantenimiento.
Otro de los ejemplos de este primer período es el Palau Güell, la residencia urbana del que fuera uno de los principales mecenas de Gaudí. Los Güell eran una de esas ricas familias de industriales que se benefició enormemente con la industrialización y la modernización de la economía catalana.
 Interiores del Palau Güell. El primer domingo de cada mes se puede visitar gratis
Claro que a pesar de su exterior sobrio, el Palau Güell esconde en sus techos el gérmen de lo que iba a ser uno de los sellos característicos del trabajo de Gaudí. Se trata de las chimeneas y sistemas de ventilación transformados en esculturas y en formas que rompen con la monotonía de las terrazas y azoteas. En este caso, cubiertas también con trencadís, el nombre que dio Gaudí a la técnica de recubrir estructuras con cerámicos y azulejos rotos.

jueves, 20 de julio de 2017

Comparaciones odiosas: comiendo como un local

Siempre es una buena idea probar algo típico de los lugares que visitás. Claro que no siempre está claro que es típico-típico y que es más bien una puesta en escena para los/as turistas. Pero bueno, típico o no, a la hora de comer, lo importante es no hacerle asco a (casi) nada.

Munich
La cocina bávara es rica en variedades inabarcables (e infinitas) de Wurst (salchichas, que les dicen). Normalmente acompañadas con chucrut (que en alemán se llama sauerkraut) y/o puré de papas. Admite la variante de ensalada de papas. Como corresponde, con cerveza. Para hacerlo completo, lacerveza debería ser una Erdinger.

París
Normalmente, una comida en tres pasos. Entrada, plato principal y postre. No sólo en restaurantes elegantes sino en cualquier bolichín. De entrada puede ser una sopa de champiñones, ensalada, ancas de rana u omelette. Plato principal, algo de carne con papas. Si tenés suerte quizás haya boef bourginon (una especie de carne de vaca al vino tinto). Puede ser también coq-au-vin, que vendría a ser (con el perdón de los chefs del mundo) un pollo al vino con verduras. De postre pueden ser quesos (sí, de postre), mousse au chocolat, crêpes (¡que no son panqueques!) o créme brulée.

Brujas
El clásico de la ciudad y también uno de los platos más populares de la cocina belga en general, mejillones con papas fritas. Te traen los mejillones en una olla cocinados con un poco de limón y perejil, un plato vacío para dejar los restos y, guarnición obligatoria en el país en que fueron inventadas, papas fritas para acompañar.

Barcelona
Hay variantes. Pueden ser tapas o una comida en tres pasos. Lo que casi nunca faltan son las rabas y la paella en sus múltiples variedades (con o sin mariscos, con azafrán, negra por la tinta del calamar, con conejo o pollo). También puede haber patatas bravas (unas papas tipo al horno picantonas). De postre, yo diría que lo tradicional sería flan o crema catalana. Si sos fanático/a también puede que encuentres arroz con leche. Al menos estamos de acuerdo en un punto; el arroz con leche hace sólo las veces de postre y nunca de plato principal, como puede ocurrir en Alemania.

Berna
Aplica también para otras ciudades de la Suiza alemana. Rösti. No es lo mismo pero… es como si fuera una suerte de tortilla hecha con papa hervida rallada, con o sin queso, opcional de panceta y/o salchicha. También como acompañamiento para salchichas y afines.

miércoles, 19 de julio de 2017

Foto de miércoles

Dresden, finales de invierno. Por tres meses hubo una intervención con motivo del aniversario del bombardeo que sufrió la ciudad. En este caso haciendo referencia a la guerra en Siria, donde se hacen barricadas con colectivos para proteger a la población civil.

lunes, 17 de julio de 2017

Modernismo catalán: Lluís Domènech i Montaner

Lluís Domènech i Montaner fue no sólo el propietario de uno de esos nombres hipercatalanes con acentos extraños en todos lados y todas las rarezas lingüísticas habidas y por haber… También fue uno de los principales arquitectos modernistas que hasta tuvo un costado político y todo.
El Hospital de de la Santa Cruz y San Pablo, una de las principales obras de Domènech i Montaner. Arriba, frente del Hospital. Abajo, el patio interno 
Como arquitecto, Domènech combinó dos cosas que, a simple vista, parecen bastante antagónicas: desarrolló estructuras donde el espacio se aprovechaba al máximo, construyó con materiales de vanguardia y, al mismo tiempo, derrochó firulete y cuanto ornamento pudo, incorporando la tradición árabe y las líneas curvas propias del modernismo.
Interiores del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo
Contrariamente a otros arquitectos del modernismo, Domènech tendió con el paso del tiempo a realizar edificios más ligeros, eliminando material en las estructuras pero manteniendo la ornamentación como elemento de primer orden.
De hecho, aunque suele quedar un poco a la sombra de Gaudí, Domènech i Montaner suele ser considerado como uno de los padres del modernismo catalán. No sólo fue un pionero de la arquitectura de la época sino que también enseñó en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, donde se formó, entre otros, Gaudí.
Entre sus obras hay dos que sobresalen. El Palacio de la Música catalana y el Hospítal de la Santa Cruz y San Pablo.
Interior del Palau de la Música Catalana
El Hospital -que hasta los primeros años del sglo XXI siguió funcionando como tal- fue una de sus últimas obras. Construido entre 1902 y 1913, cuenta con cerca de trece edificios, todos de estilo modernista.
Exterior del Palau. Con lo encajonado que está entre los edificios vecinos, sacarle una foto decente es una misión imposible.
El Palacio del Orfeo de la Música Catalana se comenzó a construir más o menos por la misma época y debía ser la sede central del Orfeo Catalán, una asociación musical nacida para el fomento de la música coral de aquí y de allá.