sábado, 22 de julio de 2017

Modernismo: Antoní Gaudí I

En pocos lugares el nombre de un arquitecto tiene una dimensión semejante a la que Gaudí tiene en Barcelona. Alguna vez dije que en (casi) todos los destinos turísticos siempre hay un personaje histórico importante que encabeza el marketing del souvenir. Pues bien, no caben dudas, en Barcelona el ícono indiscutido es Gaudí. Aunque –por increible que parezca- Messi lo sigue desde no muy lejos.
Como arquitecto, el de Gaudí fue un camino bastante singular. Estudió en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, en la que tuvo como profesor, entre otros, a Lluís Domènech i Montaner. Ya desde su época de estudiante estaba claro que el trabajo de Gaudí iba a dar que hablar y cuenta la leyenda que sus profesores solían bromear con el hecho de que cuando se recibió no sabían si le estaban dando el diploma a un genio o a un loco.
Fiel al estilo catalán, los inicios de Gaudí estuvieron muy ligados al estilo neogótico y a la influencia árabe y mudejar (que es como se conoce al estilo de inspiración y técnica árabe que utilizaban los cristianos de la época de la reconquista). 
El Palau Güell, con sus interiores de inspiración medieval
Uno de los ejemplos más claros es la Casa Vicens que, para variar, estaba tapiada y llena de andamios por los trabajos de renovación y mantenimiento.
Otro de los ejemplos de este primer período es el Palau Güell, la residencia urbana del que fuera uno de los principales mecenas de Gaudí. Los Güell eran una de esas ricas familias de industriales que se benefició enormemente con la industrialización y la modernización de la economía catalana.
 Interiores del Palau Güell. El primer domingo de cada mes se puede visitar gratis
Claro que a pesar de su exterior sobrio, el Palau Güell esconde en sus techos el gérmen de lo que iba a ser uno de los sellos característicos del trabajo de Gaudí. Se trata de las chimeneas y sistemas de ventilación transformados en esculturas y en formas que rompen con la monotonía de las terrazas y azoteas. En este caso, cubiertas también con trencadís, el nombre que dio Gaudí a la técnica de recubrir estructuras con cerámicos y azulejos rotos.

No hay comentarios: