sábado, 10 de febrero de 2018

Dos semanitas en Italia: Bologna I

La verdad es que si no fuera porque encontramos un vuelo super barato a Bolonia, jamás hubiésemos incluido a la ciudad en nuestra gira italiana. Bueno, jamás suena un poco fuerte. Digamos que no hubiese sido especialmente probable que la incluyéramos. Pero, aquí estamos. Y aquí está también Bolonia.

De hecho, la ciudad ha estado aquí por más de dos milenios. La fundaron los etruscos en la época en la que Roma apenas había extendido su dominio unas pocas decenas de kilómetros. Inicialmente se llamó Felsina y cuando los romanos la ocuparon cambiaron su nombre por el de Bononia. Parece que era una costumbre romana bastante común... Nuevo dueño, nuevo nombre.
 Garisenda y Asinelli, dos de las tradicionales torres de la ciudad. Las edificaban las familias patricias como símbolo de su riqueza y poder.
Bononia se convirtió en una de las principales ciudades de la vía Emilia y en el año 43 a.C. en la ciudad se reunieron Octavio, Marco Antonio y Marco Emilio Lépido para dar surgimiento al Segundo Triunvirato de la República Romana. El triunvirato derrotó a los asesinos de César y luego pasó lo que pasa en estos casos: se pelearon entre ellos y los antiguos aliados se convirtieron en enemigos. EL ganador de la contienda fue Octavio, que se transformó en Augusto Octavio, primer emperador romano.
Por los siguientes quinientos años Bononia prosperó con ciertos altibajos y algún que otro saqueo, especialmente en la medida en que las fronteras del imperio romano dejaron de ser lo que eran y los germanos empezaron a transformarlas en un colador.
La caída del imperio en el 476 supuso el comienzo de un largo período de decadencia para la ciudad que la transformó en una especie de pueblo lleno de ruinas hasta que en el siglo XI la suerte de Bolonia volvió a cambiar.

En el año 1088 se fundó la universidad de Bolonia, lo que la transforma en la universidad más antigua del mundo. Rehén de las disputas entre los Papas y los Emperadores Romano germánicos, Bolonia se las arregló para mantenerse a flote aliándose indistintamente a uno u otro o declarándose neutral. Claro que el camino de deslizarse sobre el filo del cuchillo no siempre es fácil. 
Desafortunadamente a sus habitantes la joda situación se les acabó en el año 1361, cuando las tropas del Papa ocuparon la ciudad. Desde entonces Bolonia perteneció a los Estados Pontificios, siendo por siglos una de las principales ciudades papales, claro está, después de Roma.

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