Entre
las tantísimas particularidades de la basílica de San Marcos no es
un elemento menor la cuestión de su campanario. El
campanile de
San Marcos se encuentra, no sólo separado de la iglesia sino,
directamente, enfrente. Y, por su altura, posee una vista panorámica
privilegiada de la ciudad. Eso hace que la cola para subir sea una
suerte de amansadero importante.
Afortunadamente,
tuvimos el buen tino de comprar la entrada por adelantado vía
internet, con lo cual nos ahorramos la cola. Eso sí, tuvimos que
buscar por doquier el acceso para quienes tienen ya sus entradas y
que se encuentra a la vuelta del acceso principal, escondido para
ahorrar el escándalo que supone para quienes esperan ver como existe
una cola paralela de acceso rápido.
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