domingo, 27 de mayo de 2018

Finde largo en Polonia: Gdansk (segunda parte)


Previously, on Gdansk. Los polacos fundan la ciudad, lo alemanes se intalan en ellos, los duques le venden la ciudad a el elector de Brandenburgo, después se la devuelven a los polacos, los daneses se la birlan, los caballeros teutónicos se la sacan y se la devuelven (billete mediante) al rey de Polonia, pero al tiempo se lo piensan mejor y la ocupan, pero esta vez para quedársela. Pero no por mucho porque los polacos se unen a los lituanos y recuperan por enésima vez.
Llegamos así a finales del renacimiento, cuando -por primera vez en su historia- Gdansk pasó más de trescientos años en el mismo país. Digamos que se trata de todo un récord para la región. Muy a pesar de lo que se pueda imaginar, en esa época no resultó especialmente complicado que en la ciudad convivieran todos los grupos bajo la corona polaca e incluso buena parte de los germanoparlantes se convirtieron a luteranismo durante la reforma protestante sin mayores problemas.
 Arriba, la puerta dorada vista desde la ciudad vieja. Abajo, la armería holandesa
Claro que, desafortunadamente para Polonia, las cosas estaban a punto de ponerse feas. ¿Por qué? Porque pronto habría de comenzar una seguidilla de hechos bochornosos que iban a implicar en un tole-tole de proporciones épicas al reino de Polonia-Lituania, Rusia, Prusia, Austria y andá-a-saber-quién-más. 
 Arriba, parte del puerte viejo y la puerta verde. Abajo, el edificio del mercado

Al final, Gdansk quedó del lado prusiano cuando Austria, Prusia y Rusia decidieron dejar sus diferencias de lado (por cinco años nomás) para hacerle la guerra a Polonia, repartirse su territorio y después volver a sus eternas peleas. Gdánsk volvió a ser Danzig. En realidad nunca había dejado de serlo; los germanoparlantes se referían a la ciudad como Danzig, los polacos Gdánsk, los cachubas... en fin, se entiende.
Al igual que el resto de Prusia, Danzig terminó integrándose en el imperio alemán cuando Bismarck se salió con la suya y logró concretar el proyecto de unificación alemana con hegemonía prusiana. Esto contribuyó a que la ciudad tuviera un perfil alemán cada vez mayor. Esto fue un problema cuando luego de la primera guerra mundial se decidió resucitar el estado polaco. ¿Por qué? Porque los polacos querían/necesitaban una salida al mar báltico, función que le quedaba perfecta a Danzig, con el único detalle de que los polacos eran una minoría en la ciudad. Solución: hacer que Danzig fuera una ciudad libre, una suerte de entelequia que para ciertos asuntos la colocaba en la órbita polaca (relaciones internacionales, administración del puerto) pero para otros era casi como un estado independiente (palabra clave:casi). Podría decirse que era una solución que no dejaba contento/a a nadie. Los/as alamenes/as sentían que les habían arrebatado la ciudad. Los/as polacos/as pensaban que merecían control absoluto del puerto, la ciudad y la región. O sea, nadie contento. En este polvorín a punto de explotar, el único ingrediente que faltaba era Hitler, que usó la cuestión de Danzig para agitar la bandera del nacionalismo y reclamar la anexión de Danzig a Alemania. Una bomba de tiempo que terminó desencadenando la segunda guerra mundial.
La ciudad fue liberada por el ejército soviético y tras los nuevos corrimientos y reordenamientos de fronteras quedó -definitiva y claramente- en el lado polaco. Digamos, en el medio de la costa norte de la Polonia contemporánea. Para evitar futuros problemas se evacuó a la población germanoparlante (como en el resto de Europa oriental). Ya, no quedaron alemanes/as en Gdansk y nadie podría jamás volver a reclamar que por su población la ciudad tendría que oncorporarse a tal o cual estado.
Desde etonces Gdansk es el primer puerto de Polonia, una de sus mayores ciudades y la cuna del sindicato Solidaridad, que nació en el ceno de los astillerosde la ciudad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pobres los chicos de Gdansk cuando tienen que aprenderse la historia de su ciudad...

Nicolás dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nicolás dijo...

Yo no descartaría que el gobierno actual haya realizado algunas simplificaciones históricas aquí y allá. Digamos que últimamente tienen una ligera tendencia al revisionismo...