El Park Güell fue otra
de las obras que nació de la asociación entre la familia Güell y Gaudí. De
hecho, en el inicio de su carrera, los Güell actuaron como mecenas del joven arquitecto y a través de los
trabajos que le encargaron fueron quienes lo presentaron en la sociedad
catalana. La relación entre Gaudí y los Güell comenzó casi por casualidad.
Gaudí diseñó para el suegro del señor Güell una casa de veraneo. Fue el
comienzo de una larga y prolífica relación. Los Güell encargaron a Gaudí la
remodelación de su residencia urbana (el Palau Güell), de su residencia rural
(la finca Güell) y de la cripta familiar.
Algunos años más
tarde, con Gaudí ya consagrado, pensaron un proyecto conjunto. Una suerte de
barrio cerrado ubicado en las que eran en la época las afueras de la ciudad. El
barrio debería ofrecer una apariencia absolutamente fantástica para que sus
habitantes se atrevieran a construir sus casas en el más delirante menos
convencional estilo modernista.
Hoy es el Park Güell.
Y claro, no llegó a convertirse en urbanización ni mucho menos. A mitad de
camino algunos de los inversores se retiraron y los Güell y Gaudí quedaron
solos en el proyecto.
Eso no significó que
todo quedara a medio terminar. Afortunadamente los dos edificios de acceso, la
columnata del mercado y una parte de los parques comunes fueron finalizados
antes del apresurado final del poyecto.
Uno de los espacios
más famosos seguramente es la columnata de lo que suponía debía ser una
suerte de mercado con su terraza. Hoy en día una de las postales infaltables de
Barcelona.
2 comentarios:
Entrar en el Mundo de la Fantasía. Gente "seria" abstenerse.
Como pasa con casi todas las obras de Gaudí
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