Como en toda ciudad, en Dresden hay diferentes barrios. Si bien muchos se parecen, cada uno tiene su onda y estilo. Los hay más pequeños y más grandes. Más poblados o más verdes, con menos o más negocios, con casas o con edificios. Están los barrios propiamente dichos y los distritos, que son un grupo de barrios que forman una especie de entidad
mayor. Algunos barrios tienen llevan nombres de lugares que alguna vez fueron
pueblos (Plauen, Löbtau, Tolkewitz) y fueron luego engullidos por Dresden. Otros hacen
alusión a su posición geográfica (o histórica). Innere Altstadt (la ciudad
vieja interior -interior a las murallas-), Auβere Altstadt (la ciudad vieja
exterior), la Neustadt (la ciudad nueva), la Südvostadt (los “arrabales” del
sur), la Leipzigervorstadt (los “arrabales” del camino a Leipzig). También
están los barrios de los estornudos. Obviamente no se llaman así. Yo les digo
así. Se llaman Coschütz, Zschernitz, Löschwitz y cosas por el estilo.
Guiándose por los nombres parece obvio que el corazón de la ciudad fue la Altsatdt, la ciudad vieja. Ahí es donde están buena parte de los edificios históricos de Dresden: el castillo, la catedral, la Frauenkirche, la ópera. Es el eje a partir del que se desarrolló la ciudad amurallada.
Cuando la ciudad empezó a crecer, lo hizo más allá de sus murallas y también, del otro lado del Elba. Lo que fue surgiendo allí recibió el nombre de Neustadt. Neu significa nuevo y stadt, ciudad. No es ninguna originalidad y hay un millón de barrios o ciudades que llevan este nombre. Pero aquí es una gran denominación que se usa para referirse a buena parte de
lo que está al otro cruzando el río, frente a la Altstadt. Por momentos me hace
acordar un poco a Palermo. Nadie sabe exactamente dónde empieza ni termina. Además, los habitantes de los barrios vecinos también dicen vivir allí. Tal es así que,
además de la parte vieja, es el único barrio que se divide en “interior” y
“exterior”.
La Innere Neustadt es el corazón histórico del
barrio. También se la conoce como la Neustadt barroca. Paradójicamente, combina
edificios barrocos con monobloques de la era comunista. Es que una parte del barrio
fue destruida en la segunda guerra mundial. En consecuencia, alterna edificios
del 1700/1800 con construcciones de principios del siglo XX y otras de las décadas del cincuenta y del sesenta.
En general esta parte de la Neustadt es espaciosa, tiene calles amplias y también bastante arbolado. A la bajada del puente que la une con la ciudad vieja comienza una gran calle peatonal, la Haupstrasse. La Hauptstrasse tendrá 400 o 500 metros a lo largo de los cuales hay plátanos y canteros. Buena parte de esta zona de la Neustadt está dominada por la torre de la Dreikönigekirche, la iglesia de los tres reyes.
Sobre la línea de la costa se encuentran los edificios más monumentales del barrio, por decirlo de algún modo: el Palacio Japonés (destinado originalmente a la colección sajona de porcelana) y los ministerios del Interior y de Economía del estado de Sajonia.
Sin embargo, cuando alguien dice “la Neustadt” en
realidad se refiere a la Auβere Neustadt, la exterior, el barrio de
estudiantes, punks, hipsters, diseñadores/as, anarquistas e inmigrantes. Atentos a esta dicotomía, mucha gente suele decir que la Auβere Neustadt es la Neustadt-Neustadt, para diferenciarla de la otra, de la barroca. En general nosotros hemos adoptado la expresión la Neustadt careta para la parte barroca.
La otra, la Neustadt-Neustadt es, sin duda EL barrio cool de Dresden, el lugar donde la gente se mezcla, callejea, come y toma cerveza a
cualquier día y horario. La Neustadt alternativa, la de los graffitis e
intervenciones urbanas, el barrio “Antifa” -antifacista- número uno de
la ciudad. El lugar donde los ateliers alternan con negocios de ropa
usada, restaurantes étnicos, sucuchos oscuros con olor a frito y tiendas de
ropa hipster. El barrio que se merece su propia entrada la semana que viene.
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