sábado, 29 de abril de 2017

Comparaciones odiosas: las bicicletas

Comparar es, la mayoría de las veces, una tarea sumamente odiosa. Pero, como tantas otras, no por eso menos frecuente. Funciona muchas veces a nivel casi inconsciente. Y casi siempre, es más fuerte que nosotros. De eso se trata esto. Comparaciones que no debería hacer pero que, sin embargo, no puedo evitar. La metodología va a ser fácil: Cinco ciudades que hemos visitado. Una cuestión o tema. Y después, el tole-tole.

El tema de este primer capítulo: bicis y bicisendas.

Ámsterdam
Peatones del mundo, protejeos. En Ámsterdam hay casi tantos/as ciclistas como peatones (o incluso más) y no ser embestido por una bicicleta es una tarea ardua que exige de los/as turistas una atención constante. Especialmente porque las bicis tienen sus propios semáforos y tienen, frente a autos e incluso peatones, prioridad de paso. Definitivamente, una de las ciudades donde la vida para funcionar sobre dos ruedas.
Copenhague
Más que bicisendas, la capital danesa cuenta con una suerte de autopistas para bicis. Cruzan la ciudad en todas direcciones y en ellas los/as ciclistas se mueven a velocidades interestelares. Para los fanáticos de andar en bici debe ser algo así como el paraíso. Grandes, chicos, estudiantes, profesionales trajeados, con tacos o zapatillas, todo el mundo parece moverse en bici.
Copenhague. A ver... ¿dónde hay un rinconcito para estacionar la bici?
Dresden
La ciudad cuenta con bicisendas a lo largo de las avenidas y bulevares más transitados. En general son bastante usadas a lo largo de todo el año, no importa que llueve, truene o nieve. Como se puede subir al tren o al tranvía con bicicletas, en general la gente combina bastante ambos medios de transporte. En la (ex) Alemania occidental, más vale que los/as peatones se cuiden de pisar la bicisenda (normalmente marcada con algún color especial, puede ser rojo o verde). En la (ex) Alemania oriental… digamos que hay una mayor tolerancia al respecto.  

Madrid
Dijo la alcaldesa de Madrid que éste sería el año de las bicicletas y las ciclovías (dícese de las bicisendas peninsulares). Habiendo dicho esto, hay una pregunta de rigor... con las bicis y las bicisendas ¿es como con el huevo y la gallina? ¿se anda más en bici porque hay bicisendas o hay bicisendas porque es mucha la gente que anda en bici? Por lo pronto, el público ciclista de Madrid no parece ser especialmente numeroso. ¿Dije público ciclista? ¡Córranse ciclistas y hagan lugar a las motos!

Praga
El centro histórico no parece estar especialmente preparado para acoger a los/as ciclistas. El circuito turístico es más bien como un río humano que fluye a través de los principales atractivos turísticos y en el que una bici a duras penas podría ir más rápido que los/as peatones/as. Circular por las calles no peatonales tampoco parece ser especialmente simple. De hecho, para nuestros/as conocidos/as (germanos/as) que se aventuraron alguna vez a andar por las capitales de Europa oriental en bici, se trató de una experiencia sumamente estresante.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

De hecho en Praga hay muchas chances de ser atropellado por un Segway.
Saludos cordiales

Nicolás dijo...

¡Es cierto! En Dresden también hay pero el riesgo es menor. Notablemente menor. No sé si es que en Praga la marea de gente es mayor, el espacio para moverse es casi inexistente o qué, pero moverse en el área peatonal del circuito turístico es más difícil aún que hablar checo sin haberlo estudiado jamás.

Anónimo dijo...

Veo esta entrada y curiosamente hace unos minutos - aquí son justo las 8 menos 10 de la mañana ahora - venía comentando el peligro de andar en bicicleta en la oscuridad con ropa oscura y sin ninguno de los tantos dispositivos brillantes o luminosos que pueden avisar de la presencia de un ciclista. También conocí gente que murió andando en bicicleta (saliendo de trabajar por ejemplo), y decía a mi interlocutor - mientras veíamos a un ciclista "invisible" atravesando una calle oscura - lo fácil que es para los ciclistas perder la vida. En ese momento hacía una generalización relativa a la ciudad donde vivo, según me doy cuenta. Aquí también existen las ciclovías, claro, pero no están en todas partes.

Nicolás dijo...

Es cierto que puede ser un riesgo. En general en muchas ciudades de Alemania, después de cierta hora, tenés que llevar luces en la bici (con la posibilidad de ser multado/a en caso de no hacerlo)