sábado, 22 de abril de 2017

Hundertwasser en Sajonia-Anhalt

Si no te suena para nada el apellido Hundertwasser, se trata de un artista austriaco que desde desde 1980 ha estado involucrado en el diseño, remodelación y/o rediseño de edificios amigables con el medio ambiente. Claro que Hundertwasser no era arquiteco ni mucho menos, pero para cada ocasión trabajó con distintos profesionales de modo de poder llevar adelante sus proyectos.

La verdad es que para ser Sajonia-Anhalt un estado de la ex Alemania oriental y no tener ciudades especialmente conocidas ni famosas, es una casualidad muy grande que haya dos edificios de Hundertwasser en dos ciudades relativamente (para nosotros) cercanas. Se trata de la escuela secundaria Martín Lutero de Wittenberg y de la Citadela Verde de Magdeburgo.

Martin Luther Gymnasium de Wittenberg

Cuenta la leyenda que cuando se decidió renovar esta escuela secundaria rodeada de monibloques aburridos de estilo soviético de los setenta, un grupo de docentes y estudiantes propusieron ofrecer el proyecto a Hundertwasser. Y que pronto la comunidad educativa se copó con la idea.
Parece que a Hundertwasser también le gustó la idea porque decidió donar su trabajo.
Fresco pa' chomba. Estuvimos en Sajonia-Anhalt a finales del otoño, cuando las heladas empiezan a ser cosa de todos los días y las temperaturas pueden estar varios días seguidos por debajo de cero. El agua congelada de la fuente no me deja mentir.
Grüne Zitadelle de Magdeburg

La capital de Sajonia-Anhalt también quiso tener su edificio de Hundertwasser y no allá lejos en un barrio olvidado sino en pleno centro. La idea era contrastar la catedral gótica, el monasterio románico, la corte provincial de principios del siglo XX y los edificios de estilo racionalista construidos en plena época comunista.
Así nació la Grüne Zitadelle, la citadela verde, como un espacio polifuncional de viviendas, negocios y una zona de plaza. Sí, ya sé que estás pensando. ¿Cómo es que se llama citadela verde si es rosa y roja? La verdad es que si ves el edificio desde arriba te das cuenta enseguida. Todos los techos del edificio están parquizados, y en sus distintos niveles hay césped, plantas y árboles. Claro que como no tenemos (¡todavía!) un dron para sacar fotos no lo vamos a poder mostrar.
Además, como si nuestra carencia de dron no fuera suficiente, en otoño, el efecto apenas se aprecia y termina pareciendo más bien un elefante rosa a rayas rojas...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy llamativas esas columnas de ¿cerámica? Me gustan los colores

Nicolás dijo...

Sí, las columnas son de cerámica o al menos están recubiertas. Y sí, son super coloridas. Son típicas de los edificios de Hundertwasser y casi un sello de su estilo.