Wittenberg es
una ciudad una tanto especial. No sólo por su historia sino también por su
nombre. De hecho, la ciudad no se llama Wittenberg a secas sino, Luthestadt
Wittenberg, lo cual significa algo así como “Ciudad de Lutero: Wittenberg”. Y
sí, Lutero vivió aquí. No sólo aquí, claro está, pero entre otras ciudades por
las que anduvo, estuvo en Wittenberg.
En sus orígenes
el pueblo fue fundado por colonos flamencos que hacia el 1100 se instalaron en
la región provenientes de la actual Bélgica. ¿Qué los traía? La zona había sido
reconquistada por los germanos, que volvían a controlarla luego de algunos
siglos de presencia eslava. Como resultado de la conquista, los eslavos que no
habían muerto ni habían sido capturados, habían retrocedido en dirección al este, lo
cual permitía la colonización con población procedente de otros rincones del
imperio.
Para 1293
Wittenberg se convirtió en ciudad y gracias a encontrarse a orillas del Elba
poco a poco fue transformándose en una plaza comercial relativamente
importante. (Palabra clave: relativamente).
Arriba, la plaza principal del pueblo. Abajo, detalle de la municipalidad con la estatua de Lutero
Entre finales
del siglo XV y el siglo XVI la ciudad se transformó en uno de los lugares de
asiento de los duques de Sajonia-Wittenberg, una escisión del ducado de
Sajonia. ¿Por qué uno de los lugares? Simple. La corte era itinerante. No había
una capital propiamente dicha. La corte viajaba con el rey (o con quien fuera), pero eso no
significaba que el elector fue yirando
como bola sin manija por todo el ducado. Ante todo el duque debe tener
cierta dignidad, por lo que los lugares en los que residía temporalmente eran
castillos de su propiedad. Para esta época, básicamente tres, Weimar, Torgau y
… ¡Wittenberg!
Para
variar, entre 1496 y 1506 el duque se
construyó, ¡sorpresa! un nuevo castillo. Y bueno, ya que estaba, de paso una
nueva iglesia para el castillo. Podría decirse que fue el comienzo de la edad
de oro de Wittenberg.
La iglesia del castillo
Para la misma
época, el duque fundó la Universidad de Wittenberg, que pronto atrajo a algunos
pensadores como Martín Lutero y Martín Melanchthon. Claro que estamos hablando
del período que va desde 1506 a
1518, o sea, antes de la reforma protestante.
Arriba, la torre de la iglesia del castillo. Abajo, el monumento a Lutero y su playmobil haciendo juego. La imagen del playmobil no es mía sino que es de aquí.
Para esta altura
ya es posible que lo sospeches. Si Wittenberg es famosa por algo, es por haber
sido la ciudad en la que comenzó la reforma protestante. De hecho fue en la puerta
de la iglesia del castillo en donde Lutero clavó sus tésis en contra de la
venta de indulgencias y sus críticas a la iglesia católica.
Por si te
quedaste dormido/a en la clase de historia, las indulgencias eran una especie de
reducciones en las penas por los pecados cometidos que la iglesia vendía a su
portador. Con el tiempo, esta reducción de pena (y presumiblemente reducción
del tiempo en el purgatorio) se terminaron convirtiendo es una especie de
cheque en blanco. Para el siglo XVI ya no importaba qué hubiese hecho la
persona -o qué fuera a hacer- el comprador (o compradora) de una indulgencia
tenía garantizada su entrada al reino de los cielos. Entre otras cosas, las
tesis de Lutero atacaban la práctica de la compra-venta de las indulgencias.
Adicionalmente
Lutero pensaba que la iglesia católica no debería poseer bienes materiales, ya
sean castillos, latifundios, feudos o demases… Obviamente, semejante sugerencia
hizo que muchos duques, condes y príncipes germánicos apreciaran sus doctrinas,
ya que todos esos bienes irían a parar a su órbita y control.
Arriba y a la izquiera, el monasterio que se convirtió en vivienda de Lutero. Abajo a la derecha, Catalina von Bora, esposa del Martin. Aún no tiene su propio Playmobil pero ya hay una campaña.
Entre ellos se
encontraba el duque de Sajonia-Wittenberg, Elector de Sajonia y primo de la
familia ducal del sur de Sajonia, donde está Dresden.
Aquí en Dresden
también se convirtieron rápidamente al luteranismo pero, llegado el momento,
los Wettin de Dresden no dudaron en apoyar a los austríacos en su guerra contra
los Wettin de Sajonia-Wittenberg, a cambio del módico precio de hacerse con la
mitad de sus posesiones.
Peleas
familiares aparte, fue en Wittenberg donde Martín Lutero y Melochtothon (que
hasta entonces era titular de la cátedra de griego) establecieron buena
parte de la doctrina luterana. Razón de sobra para que sus casas sean parte del
patrimonio de la ciudad y parte del circuito turístico del protestantismo.
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