La catedral de Lucca, oficialmente, San Martín de Tours de Lucca no sólo es la principal iglesia de la ciudad sino también sede arzobispal. Más allá de la pompa que rodea su nombre, es un buen ejemplo de la arquitectura toscana, combinando elementos del románico, el gótico italiano y algún que otro detalle renacentista.
La actual iglesia se comenzó a construir en el año 1063 para reemplazar una iglesia construida en el siglo VI. De hecho, en la cripta pueden verse restos de esta primera iglesia como así también del foro romano, ya que tanto la primera iglesia como su sucesora se construyeron sobre las ruinas de la ciudad antigua.
Una década más tarde del inicio de las obras, la iglesia fue consagrada allá por el año 1070 pero eso no significa que la iglesia hubiese sido enteramente terminada. De hecho, el proceso de construcción se extendió por cerca de seiscientos años, incorporándose elementos de distintos estilos arquitectónicos.
Una de las particularidades de la iglesia es su frente, compuesto por columnas diferentes. Según la leyenda este detalle se debe a una nueva muestra de que la viveza criolla no es un inviento rioplatense... Cuentan (Clarín titularía Dicen que...) que durante el proceso de constucción se abrió un concurso para decidir cómo serían las columnas del frente, por lo que invitaron a distintos artistas a presentar sus propuestas y que luego, zás, se quedaron con todas las "muestras", se ahorraron contratar a nadie y completaron la iglesia con lo que recibieron. Real o no, la anécdota no deja de ser divertida.
2 comentarios:
¿Y cuántas columnas tiene la fachada? (=¿A cuántos giles clavaron?)
Conté 37. No sé si a cada una correspone un gil (o gila) o si hubo alguno/a que se pasó de paparulo mandando dos columnas. Todo eso si es que la leyenda resulta cierta...
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