lunes, 23 de abril de 2018

Dos semanitas en Italia: guardias de museo, a la italiana

En general buena parte de los museos del viejo continente están poblados por, junto a las mareas de turistas y aficionados/as locales, guardias de distinto tipo. Se sabe, son parte del elenco estable de las exposiciones como el más fotógrafo de los japoneses o el más payaso de los visitantes.

En general los museos son, además de escenarios de apreciación, lugares para el estudio de la conducta humana. Están los/as que fotografían cuanto ven, los/as que quieren aparecer junto a los cuadros famosos, los/as que se paran a ver algo porque -básicamente- hay alguien que lo está mirando con cara de esto sí que es arte, los que avanzan despacio por las salas como pateando hojas secas invisibles y cada tanto hacen una pausa con cara de profesor de filosfía, están los/as que hace rato se abrurrieron y están los/as que tienen que vigilar que todos/as éstos/as hagan-lo-que-tienen-que-hacer. (Casi) siempre están. 

Algunos/as se hacen notar especialmente como para que te comportes y otros/as juegan la carta del bajo perfil como para ver si sorprenden a alguien en alguna infracción. Aunque, en general, siempre ponen cara de "sí, estoy acá para vigilar que respetes las reglas. Hacelo".

Bueno, casi siempre. En Italia vimos un(a) nuevo/a tipo de guardia. Algo que habíamos visto en España pero ahora elevado a la enésima potencia. El guardia-del-uatsapp. Bueno, quizás tengan alguna aplicación que les permita desempeñar sus funciones sin depegar los ojos del celu y yo no me doy cuenta. Lo reconozco, es también una posibilidad. Pero no deja de ser llamativo que en la península los/as guardias de museo pasan más tiempo atentos a la pantallita del celu que a lo que ocurre en la sala, y recorriendo más el teclado de sus telefonitos que las exposiciones que los rodean.

Sentados/as en sus banquetas, normalmente con la espalda contra la pared, un poco encorvados/as, abalanzados sobre sus teléfonos. Se sabe, el gran hermano más eficiente es el que no siempre está mirando. Bueno, quizás estén demasiado ocupados/as tuiteando como para darse cuenta.

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