sábado, 7 de abril de 2018

Dos semanitas en Italia: Vaticano (la posta)


En general hay gente que tiene el don de viajar sin proponerse planificar mucho. Lamentablemente nosotros no entramos en ese grupo. Iba a decir que yo no entro en ese grupo pero, en honor a la verdad, creo que se trata de un bien conyugal.
Claro que habiendo escrito semejante juicio ahora pareceremos dos maniáticos de calibre importante. Me gustaría pensar que no es el caso. Quizás suene a excusa pero... en ciudades inabarcables donde -para colmo- tenés pocos días, bueno, creo que bien vale el esfuerzo de planificar. No a rajatabla. Tampoco planes que deben ser realizados de forma inapelable. Pero sí, al menos, algunos lineamientos. Un mapa con los lugares a los que queremos ir, una idea de los lugares que nos gustaría visitar, museos a los que entrar, cosas que queremos ver sí o sí, otras optativas...
En general también nos hacemos un mapa donde volcamos (todos) esos lugares. Tratamos de ver cuáles son las distancias, cuáles ameritan tomarse transporte, cuáles se caminan, cómo funciona el transporte, horarios posibles, costos... A lo largo de semejante proceso, quieras o no, te vas interiorizando con el lugar qué vas a visitar. Aprendés sobre su historia, la gastronomía, revisás blogs para comprobar que no se te escapa nada o para sacar más ideas. En nuestro caso también tratamos de escribirnos un pequeño resumen histórico. Qué pasó allí. Dónde, cómo, cuándo. Obviamente, otro entre los muchísimos recortes (por demás subjetivos) que se hacen en estas circunstancias.
Hacer todo este laburo lleva su tiempo. Más si planificas dos semanas en Italia donde hasta el menor cascote que ves tiene su historia detrás. ¿A dónde voy? A la excusa. No tuvimos tuve tiempo para todo y Roma y el Vaticano quedaron medio a la deriva. Roma se quedó en la leyenda y el Vaticano, bueno, ni siquiera eso.
Hay que reconocerlo, años (de estudiar y dar clases) de Historia Contemporánea en Sociales ayudan a pilotear ciertos huecos pero, con todo, el Vaticano ha quedado (y quedará) huérfano de historia, al igual que buena parte de la Roma contemporánea. Así que ya sin más, los/as dejo visitando la basílica de San Pedro.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Por más que te prepares siempre Roma te va a superar. Está muy bien averiguar lo más posible antes de ir a cualquier lugar, aunque -a veces- (y no es para nada el caso de Roma)en la realidad te encontrás con "sitios de interés" que son un verdadero chasco.

Nicolás dijo...

Totalmente de acuerdo. En ambos puntos. Roma es, en sí misma, inabarcable. Hay de todo para hacer y sí, también lo otro es cierto. Particularmente recuerdo un caso con el que nos pasó (especialmente a Diego, que quedó -directamente- indignado)... el manneken pis, la fuente de Bruselas del "bebé/angelote" que hace pis. (Por alguna razón es especialmente popular para saca corchos). Mide veinte centímetros de altura y son más grandes la réplicas que inundan la ciudad que la escultura en sí misma. No es que sea olvidable por lo pequeña, o no al menos únicamente. Simplemente es una de esas cosas que todo el mundo te recomienda ver y que luego te dejan con un sabor de "ah... ¿era ésto?"

Anónimo dijo...

Excelente ejemplo: y parece que -visto el interés que provoca- han puesto en otro punto de la ciudad una nena que también hace pis... Después de ver qué era el manneken naturalmente NO fuimos hasta allí.

Nicolás dijo...

Jajaja... Sí, lo mismo aplicó en nuestro caso. Directamente decidimos pasar de largo. Directamente preferimos divertirnos más buscando los murales de la ruta del cómic que amontonarnos a la muchedumbre para tratar de sacar una foto de los susodichos incontinentes

Anónimo dijo...

Estoy en total acuerdo. El Manneken Pis fue un fiasco total, uno de los más grandes que recuerdo. Lo increíble es ver hordas de turistas que se vuelven locas por sacar fotos y que además compran cualquier cosa, llaveros, imanes, etc., con esa imagen. Lo que puede hacer el marketing...

Anna dijo...

Muy buenos tus consejos, en el 2015 fuí y la pase terrible con el frío, este año tome la delantera y casi me llevo todo el departamento de invierno en sams club ya que estaban en descuento por estos lados del mundo