miércoles, 7 de noviembre de 2007

Caida libre

Hace unas semanas fuimos con Lara y Mathew (un estudiante que está en casa desde hace dos semanas) a Ñirihuau, ya en la estepa patagónica. El día había amanecido nublado, con amenazas de lluvia. Sin muchas esperanzas decidimos viajar con rumbo a la estepa, escapando del mal tiempo. EL colectivo nos dejó en Ñirihuau, un lugar conocido para mí... desde el puente del tren había saltado algún tiempo antes, lo cual me hizo recordar la historiaen cuestión.

Para ese entonces yo ya había visto una publicidad de puenting en el supermercado cuando Matías, el coordinador de actividades de la escuela trajo la novedad. Todavía era verano, aunque ya no quedaban muchos más días cálidos en los que uno pudiera pasearse en bermudas. No recuerdo exactamente cuando ni como acepté la invitación de, aunque sea, ir a ver saltar a los/as chicos/as del puente. Si quería podría hacerlo. Pero, ¿cómo convencerme de saltar de un puente de tren que atraviesa el cañón del río Ñirihuau para quedar balanceándome, colgando de una soga luego de unos segundos de caída libre?. Afortunada (o desafortunadamente, depende desde donde se vea) el instructor, dueño, responsable, sujeto-que-estaba-allí, señor-que-explica-que-se-supone-que-hacemos-acá, el regente del boliche, en fin, la persona a cargo recurrió a un método que no creo haya sabido cuan efectivo iba a ser… En palabras de Lara “recurrió a argumentos tan cientificistas que no pudiste presentar objeción”. Y supongo que así fue… Soy cientificista, bastante racional y analítico. Todo tiene explicación científica, hay razones que explican porque se producen los fenómenos y todo es analizable. Sin lugar a dudas esa es una parte tan indiscutible de mi mismo cómo mi propio nombre. Y él dio justo en la tecla: fórmulas físicas, aceleración, fuerza, caída libre; pesos, la resistencia de las cuerdas. Todo cuadraba, todo había sido calculado. No había objeciones posibles. Y entonces tuve la certeza: ese día iba a saltar. Claro que desde la tomar la decisión hasta subir al puente colocarse el arnés, asegurarse al puente, trasladarse hasta la zona de salto, pararse, respirar hondo y saltar había una distancia. “Uno, dos, tres…” contaba el instructor… nada. “Está bien, no te preocupes”, repuso al ver que seguía en mi posición de salto inmutable. “Uno, dos, tres”, la cuenta otra vez, mientras yo flexionaba mis piernas al ritmo de los números, pero cuando llegó a su término, nada, seguía allí. “Uno, dos, tres”, la cuenta se sucedía otra vez, pero ésta no esperé; salté hacia atrás, me sentí en caida libre, fueron unos segundos nada mas, pero largos, mucho más de lo que me hubiera gustado. Entonces abrí mi boca pero no articulé palabra, no logré decir nada, ni a gritar nada. Cuando sentí que la cuerda se tensaba otra vez y que yo oscilaba cual péndulo colgando del puente me di cuenta que mi boca seguía abierta, que mis manos se aferraban con fuerza a la cuerda y que todo el resto del grupo me miraba esperando que yo emitiera sonido… Cuando dejé de moverme me acercaron una soga y una escalera para bajar, cambié mis mosquetón, estaba asegurado a dos o tres lugares diferentes. Con cuidado me descolgué y bajé. Me quedé quieto un rato; había sido el primero en saltar y ahora me seguiría el resto del grupo. A diferencia de la mayría de las películas, la segunda parte fue mejor. En mi siguiente salto conocía el proceso, las medidas de seguridad, me deslicé más rápido, me sentía más cómodo; estaba relajado y se notaba que lo disfrutaba. Para cuando salté me di el lujo de impulsarme, de exclamar “Quiero un aumentooooo” como grito de guerra mientras me sentía caer. Piruetas y pseudo payasadas adornaron mi oscilación mientras colgaba del puente. El aumento nunca habría de llegar, pero la experiencia bien había valido la pena… Y las clases de física de segundo año también…

martes, 6 de noviembre de 2007

Cambio de hábitos...

Salí del trabajo y emprendí la vuelta a casa. La calle, cuesta arriba, y -evento maravilloso- no había nubes. El sol brillaba en lo alto (aunque suene a licencia literaria, en bastante real; salgo a las 5 de la tarde y además los días ya son notablemente más largos que en invierno) … Decía que el sol brillaba en lo alto y veía que a media cuadra unos chicos estaban jugando; gritaban, corrían; jugaban con una pelota.

Pero algo era diferente, a medida que me acercaba y veía con mas detalle comenzaba a comprender; estaban jugando al rugby.


Aún no había terminado el mundial de rugby, así que la fiebre aún habría de aumentar ¿Qué nos había pasado? A partir de ese momento comencé a registrar síntomas por doquier de la rugbymanía; escucho en la radio un debate sobre el nudismo: llama una chica que se expresa a favor del “nudismo visualmente atractivo” (SIC – se ve que hay gente para todo-), diciendo que “no es lo mismo ver a Jorge Lanata desnudo que a uno de los pumas”. Unos días antes alguien (mejor obviar detalles) había enviado fotos de rugbiers … Poco después la revista Barcelona hacía eco de la tendencia: “preocupación en la clase alta; la cumbia villera, el paco y los choreos serían tema de conversación frecuentes en el tercer tiempo si el rugby se populariza”. La revista continuaba explicando que, al parecer, el modelo de jugador de fútbol semianalfabeto, que anda en 4 x 4 y cada tanto se voltea una modelo estaría “agotado”, ya que según un especialista en el tema (SIC), “ningún pacómano por más descerebrado que esté preferiría parecerse a Tévez, Riquelme u Ortega si puede hacerlo a un hiper sponsoreado, lobbista, exitoso y fachero rugbier”.
¿Me estaba persiguiendo? ¿Era otro síntoma de exitismo? … Dos días después, los pumas con Kirchner, intercambio de corbatas... En fin, se ve que - como dice el saber popular- este país da para todo...

martes, 23 de octubre de 2007

de Quilmes, Bariloche, la Montaña y otras yerbas

Sí, ya sé... Mucho tiempo sin actualizar. El lector anónimo se queja y es verdad, hace tiempo que no escribo...

Cómo ya es sabido, antes de comenzar en mi nuevo trabajo hice una pequeña visita por Quilmes. Mas o menos 10 días nunca alcanzan para nada, siempre quedan amigos/as sin ver, otro/as con quienes nos debemos una charla mas tranquila, cosas que nos quedan sin hacer... pero muchas más hechas, y en ese sentido el saldo siempre es positivo; por lo amigos reencontrados y por reconfirmar que, pese a que la ciudad ofrece hartas posibilidades culturales, Buenos Aires (ya) no es para mí; o no al menos en este momento, no para todo el año.

Para cuando volví a Bariloche había vulto a nevar y a haber sol, había estallado la primavera, florecido los ciruelos, y aparecido los primeros tulipanes. Tranquilos/as, con paciencia llegarán las fotos... Hablando de fotos, como bien hubiera notado mi amiga Érica Elsa, he aparecido en algunas de ellas publicadas en el blog de la señora Kellenberger luciendo unos Ray ban que son los auténticos responsables de mi desaparición del ciber espacio...

Sí, así es, tal cual lo leen. Es que estuve ocupadísimo cerrando el trato para convertirme en la cara (no es necesario aclarar "bonita") de la conocida marca de anteojos y me habían pedido discreción absoluta. Imagínense que para ellos era más que importante que yo pudiera ser su ícono...

Bueno, la realidad (Ya lo dijo el general; "la única verdad es la realidad" Perón dixit) tengo menos tiempo para actualizar el blog y escribir mails durante el trabajo (de hecho no lo estoy haciendo en absoluto). Pero, la buena noticia es que la estación de servicio que está en frente de casa tiene wi-fi y he empezado a utilizar el servicio. A partir de ahora volverá a haber noticias (y anti noticias, divages y resúmenes de la vida) al menos una vez a la semana. Cómo sabrán, el tiempo también empieza a mejorar, se alargan los días y aprovechamos para caminar por las cercanías de la casita. Que no cunda el pánico, el quilmeño volvió a estar suelto por ahí...

viernes, 7 de septiembre de 2007

Bariloche y la nieve

Tal vez nunca pueda acostumbrarme al ritmo de vida estacional de la ciudad, quizás nunca pueda adaptarme a la idea de las dos temporadas altas, las medias, la baja… “Que haya nieve para el invierno”, “Necesitamos sol y calor en el verano”, “Nieve sí, en el cerro, pero no en la ciudad”… ¿Cómo entender a los/las barilochenses? Si hay nieve el problema es que hay nieve en la ciudad, si el cerro no tiene nieve, los empresarios, mini empresarios y empleados que dependen de la temporada esperan, ansiosos que comience la nieve. Si llueve molesta porque llueve, y sino todos temen las consecuencias de la falta de lluvia... Y a la primera nevada todos/as respiran aliviados. “Salvamos la temporada… al menos tendremos algunas semanas buenas”. Cómo continúen las nevadas (o no) comienzan los pronósticos: “Este será un buen invierno”, “el próximo invierno será terrible”, “Así comenzó la nevada del ´96”, o “esto al lado del ´87 no es nada”… y así siguen. Al principio de la temporada todos se quejan de lo tarde que comienzan las nevadas, luego piden una tregua, no quieren que se generen problemas, pero quieren que continúe la nieve en el cerro… Pero durante las primeras semanas a todos les fascina la nieve, aunque sean pocos de los habitantes los/las que la quieren en el jardín de su casa.
¿Alaska? ¿Siberia? No, ahicito nomás de la Casita
Si sigue nevando empiezan las quejas, los pedidos de que termine, los contratiempos y la competencia para ver quien está mas aislado/a, quien tiene mas nieve en su jardín, las cañerías mas congeladas. En general nunca es el frío lo que se sufre, sino mas bien sus consecuencias; menos colectivos por la nieve, atascamiento de las calles, cortes de luz, congelamientos de cañerías, calles heladas que se convierten en toboganes. es extraño como una ciudad que parece vivir de la temporada invernal no está del todo preparada por la nieve, ya que las primeras nevadas siempre "sorprenden" a autoridades y habitantes.
También aparecen los apelativos para referirse a cada una de las formas en que cae la nieve: nieve, nevisca, agua nieve, nieve polvo, nieve cartón… y para la forma que adquiere en el suelo; sopa, jabón…

Invierno eterno

Mientras escribo estas líneas me es imposible no pensar en la (poca) nieve allá afuera en comparación con lo que pasara a principios de la semana… Cuando ya pensábamos que era claramente el fin de la nieve en la ciudad (Aunque no de las nevadas, ya que aunque caiga nieve en la ciudad no siempre se acumula) ¡ERROR!. Lunes 3 de septiembre, faltaban 18 días para la primavera, habíamos tenido un sábado soleado y la nieve había retrocedido… Alrededor de las 19 comenzó a nevar, cada vez con mayor intensidad, hasta casi convertirse en una auténtica tormenta… ¡Como si no hubiera nevado en todo el invierno! A las 11 de la noche ya había suficiente nieve acumulada como para tapar la escalera de nuestra casa, y el jardín, cuando comenzaban a reaparecer las plantas que sobrevivieron el invierno. El martes, ni hablar. Las calles, más que blanco, blanco Ala; el jardín, oculto bajo la nieve. Fue el regreso de las botas de goma, y de caminar enterrándose en la nieve, de sacudirse la nieve antes de entrar en cualquier lugar. Y un interrogante volvía a presentarse una y otra vez … ¿vendría algún día la primavera?

Hoy viernes ya casi no queda nieve en el centro de la ciudad y en casa tenemos tan sólo unos pocos manchones... a no ilusionarse, pero sólo faltan 14 días para la primavera... Y ahora que la nieve se va, se vienen las fotos.

martes, 4 de septiembre de 2007

El Pase del año

¿Va a haber un cambio estratégico en la televisión? ¿Brasil abandona el Mercosur? ¿La Patagonia se independiza y formará un país independiente?


No... con un poco mas de egocentrismo que pasión por la televisión (Seguimos firmes en nuestra idea de decirle NO a la tele en la casita) y un poco mas de amarillismo que la serena objetividad de la ciencia (Sic) me he permitido titular así mi cambio de trabajo. Efectivamente el próximo mes no nos encontrará unidos ni dominados (Bueno, dominados tal vez sí, pero eso no sería un cambio sino por el contrario una continuidad) sino que me encontrará a mi mismo trabajando en otra escuela.

Se trata de "La Montaña", la primera escuela de español de Bariloche (Digo, primera y más antigua no revela una centenaria tradición en la enseñanza, ya que la historia -en este caso- se remonta al año 2002). Así que a partir de octubre estaré trabajando allí. La decisión fue difícil... bueno, no en el sentido económico, y la verdad es que tampoco quería seguir trabajando para mis actuales jefes. Episodios como el de Angie, la negativa a pagarme un curso de certificación y demases me desmostraron que yo no quería continuar acá. Pero mas allá de ello es obvio que sí estoy muy encariñado con mis compañeritos/as de trabajo y que los/las extrañaré muchísimo. Se han convertido en mi familia local y la verdad es que, con todo, nos llevamos mas que bien...


Además, lo positivo era que era un desafío el hecho de trabajar para sacar adelante la escuela. Claro, como todo desafío se supone que debería tener sus recompensas... ¿Alguien las vio? Porque yo no. Y cometí el error de identificarme a fondo con una escuela que no hizo lo propio conmigo. No me arrepiento de haber trabajado con el resto del equipo de Bariloche, a haber contribuido a que la escuela creciera. Pero también debo crecer yo también y creo que llegó el momento de pasar a otra etapa. Y si la montaña no viene a mí, pues, yo iré a la montaña... (cuak)

Esto es loco


Estaba aún Pablo (o sea, el episodio pasó hace 10, 15 días), caminábamos por el centro mirando chocolates y chocolaterías. Creo que más por curiosidad que por la intención consciente de comprar chocolates entramos en Mamushka. Adentro estaban Belu y Ioa (alias Joda, Yoda y otros derivados, una amiga de Belén que también estaba de visita en Bariloche). Sonó un celular, era el de Belén. Matías le informaba de una suerte de fiesta tecno en el centro cívico. Eso explicaba porque antes habíamos visto allá un globo aerostático en proceso de ser inflado.


Para cuando salimos a la calle y miramos hacie el centro cívico, detras de los arcos que dan inicio a la calle Mitre se recortaba la silueta amarilla y gigantesca de un globo aerostático. Fuimos hacia allá...


A medida en que nos acercábamos la música tecno se sentía cada vez mas próxima, y también era mayor la cantidad de gente que, al igual que nosotros, se interrogaba acerca del significado de aquel evento... La publicidad era clara, clarísima : "Nokia trends festival, trist trast trust international", bueno, algo así pero sin trist trast trust... El afiche, blanco donde resaltaba en rojo algo similar a las ramas de un árbol donde decía: baile, djs, vjs, arte, pintura, música, expresiones culturales, video, danzas ... "Esto es loco", no cabía duda.


Claro, en el evento primaban la música tecno, las luces de colores que iluminaban un extraño centro cívico. En la plaza, el globo y sobre el globo dibujos con láser. Un micro rojo completaba el show, allí había luces de neón que, al menos en teoría, debían cambiar de color junto a la música. Había una certeza, "eso era loco, eso era moderno ... speziel, irgendwie"...


martes, 28 de agosto de 2007

Fin de semana en Neumeyer y fin de semana en casa

Producto de algún maligno designio o vaya a saber que cosa, he contraído una especie de congestión que, por suerte, ha empezado a menguar, aunque la suerte tenga posiblemente poco que ver con ello y sí los litros de té y limón consumidos y los kilos de miel ingeridos. De todos modos no voy a cargar las fotos resultantes de mi fin de semana en casa-y-ni-loco-salgo- sino los del anterior fin de semana cuando mientras estuvo Pancho. Las fotos son bastante ilustrativas y, creo yo, hablan por si mismas.

Lindo día para salir a caminar
Como grandes bacanazos nos tomamos un taxi hasta el comienzo del camino de autos, donde fuimos recogidos, tan pronto como comenzáramos a caminar, por una pareja compuesta por un (ex)quilmeño (sic) y una barilochense. Llegamos, nos instalamos en el refugio, donde habríamos de pasar la noche. Inmediatamente salimos a recorrer el lugar. De las múltiples sendas que es posible visitar en verano sólo hay tres que pueden ser recorridas en esta altura del año cuando no se tienen raquetas. En el resto la nieve llega a las rodillas y aún mas, aunque eso no nos consta fehacientemente puesto que retrocedimos antes...
El domingo, cerca de las 11, era nuestra hora de partida. El motivo era simple, una horda de 85 brasileros se instalaría en el refugio durante el día. El plan era evitarlos en el camino. Esperamos a que llegaran y, antes de que izaran la bandera y cantaran el himno, huimos raudamente...

martes, 14 de agosto de 2007

Faltan 38 días para la primavera

¿Qué se supone que está pasando? ¿Alguien sabe?

Un día hacen un evento mundial por el calentamiento global y otro una ola polar invade el país. Un año hay un invierno primaveral en Buenos Aires y al siguiente nieva... A 40 días de la primavera Bariloche amanece blanco por una tormenta de nieve que amenza con volver. Así que, aunque no nevara en lo que queda del año, la temporada de esquí terminaría a mediados de octubre. ¿Qué pasó?. Ya no puedo seguir haciendo bromas con el día después de mañana, porque parece que nos acercamos cada vez mas a eso (Ya estoy haciendo una propuesta a la biblioteca para priorizar los libros para ser quemados. Dicen las malas lenguas que Poldy Bird y Corin Tellado encabezan, y Lara habría decidido salvar a Elsa Borneman de las llamas). Yo ya pedí que las obras completas de Sócrates (Menem dixit) sean protegidas.

Tenemos mas o menos 25 cm de nieve en casa cuando ya empezaban a quedar apenas algunos manchones en el jardín. Lo positivo es que, al menos por ahora, sólo algo es seguro, y es que no hay riesgo de incendio. El otro punto positivo es que con el alargue de la temporada quienes viven (y vivimos) del turismo ya tienen (y tenemos) trabajo asegurado...

Escucho que las algunas profesoras comentan que el pronóstico habla de nuevas nevadas hasta el jueves o viernes, y la gente compite para ver quien tiene mas nieve en su casa, cuantas horas sin luz estuvieron y a que hora perdieron el servicio telefónico. Supongo que es el show de la nieve según los/as barilochenses... Voy a quejarme un rato yo también, aunque espero que no sea contagioso.

viernes, 10 de agosto de 2007

Volvió la nieve

¿Cuando fue? ¿el martes?

Sí. Fue el lunes cuando aproveché un recreo para salir a tomar unos mates al patio. Matías se quejaba de lo rápido que había pasado el invierno... aunque para mi no estaba tan claro. Por alguna razón pensé que íbamos a volver a ver el patio de la escuela nevado. Al día siguiente, en cuanto entró a la escuela Matías me miró y se rió. "¿Que te dije?", le pregunté... "Ya lo sé", me dijo, y agregó "está mañana ví por la ventana y pensé automáticamente en vos". Había nevado esa noche, y las calles se habían vuelto a cubrir de una capa blanca. Las calles, los techos, los árboles... todo.

Justo cuando todos/as pensábamos en el fin del invierno, recibimos un pequeño (y gélido) recordatorio de que aún faltaba un poco más. Volvió la nieve, el frío, el hielo en las calles y el peligro de bajar en culipatín desde casa hasta la escuela por Pioneros.

La carrera

4 de Agosto (Puf, estoy atrasadísimo)


No me despertó la claridad, no era una mañana casi primaveral, no había ni sospechas de que el sol fuera a salir. La realidad se imponía: Era un día frío de pleno invierno, eran las 5.30 de la mañana, había viento, estaba oscuro como si no fuera a amanecer nunca, y la temperatura rondaba los 9 o 10 grados bajo cero. Curiosamente no me resistí, me levanté, me vestí rápido (Más por el frío que tenía que por estar despierto). Era el día de la carrera, así que debía desayunar y prepararme para salir.


La carrera era el Tetratlón Catedral, que combina esquí, 40 km de bici, kayak y 20 km de caminata en la nieve (y no tanto). Desde hacía un mes estaba inscripto y pese a que había estado a punto de desistir, me mantuve firme en la convicción de asistir...


6.40. Me pasaron a buscar y en poco tiempo habríamos de llegar a Arelauquen (Dícese de un 5 estrellas con country club, barrio privado, canchas de polo, golf y colmo de la exclusividad - Jugar al golf es más caro que en el Llao Llao, por citar un dato irrelevante-). Allí estaba mi puesto de trabajo (Evidentemente no podría competir jamás en un evento de tales características). Habría de estar allí desde las 6.50 hasta las 7.30, y no precisamente por haber estado 40 minutos... las 7.30 eran las 19.30, 7.30 pm, las siete y media de la tarde, las 1930, que fue cuando los últimos participantes fueron a buscar sus bicicletas. A nuestra llegada hacía frío y con ganas. El césped (porque no era simple y vulgar pasto) estaba blanco por la escarcha, y así estaría hasta pasadas las 11. El agua de los charcos de agua que había en la calle no se descongeló hasta las 2 de la tarde, las piedras estaban pegadas al piso, ¡pegadas! porque el rocío se había congelado y adhería la piedra a la tierra.

Mi función sería cuidar del equipo que los competidores llevaban y traían y ver que no se llenara de gente el espacio destinado al cuidado de las bicicletas y kayaks. (Los/las participantes venían en bicileta, dejaban sus bicis, tomaban sus kakays, hacían un circuito en el lago, dejaban los kayaks, se cambiaban y salían a correr). Creo que si uno hiciera bien el trabajo podría ser, sin lugar a dudas, ministro del interior. Porque echar gente de un lugar que quiere saber cómo llegó su marido, padre, madre o hijo/a es bastante complicado. Todos/as quieren pasar a hablar con ellos/as, preguntarles cómo están, que necesitan. Pero tampoco se podía descontrolar teniendo el lugar lleno de gente porque es mas difícil controlar que nadie se lleve nada que no le coresponda. Al final bastaba que mirara a alguien para que una madre le dijera a su hija "Vamos porque sino el señor nos reta", ¿alguien me puede explicar cómo terminé siendo así?

19.45. Llegué a casa, contento, pero bastante cansado. Me bañé, comí algo y me dirigí, sin dudarlo, con rumbo a la cama, con un poco de Bebel Gilberto y Cesaria Evora para escuchar y algo de la revolución francesa para leer...

jueves, 2 de agosto de 2007



Hoy, una selección con los mejores títulos, en mi opinión, de la Barcelona del 20 de Julio...

POR QUÉ PARA LOS ARGENTINOS QUE UNA CAMARERA RUSA SIRVA EN UN RESTAURANTE DE PALERMO HOLLYWOOD ES “EXÓTICO” PERO QUE UN PERUANO ATIENDA EN UN LOCUTORIO ES “INVASIÓN”.
SÍ. Los porteños cultivan el exotismo de algunos inmigrantes/ NO. Nadie quiere a los hermanos latinoamericanos.

LOS ROSARINOS QUE COSIERON UNA BANDERA DE 13 KILÓMETROS SERÍAN “LOS MÁS PATRIOTAS DEL MUNDO” Y TAMBIÉN “LOS QUE MÁS AL PEDO ESTARÍAN EN EL UNIVERSO”.

LA CLASE MEDIA PORTEÑA PREFIERE TENER EN SUS VEREDAS CACA DE PERRO Y NO INDIGENTES BORRACHOS

SÍ. Los soretes de perro son tolerados / NO. Los indigentes son denunciados

miércoles, 1 de agosto de 2007

La primavera según agosto

Miércoles 1 de agosto. 8.00 am. Suena mi despertador. Pero me resisto a levantarme, me quedo en la cama pretendiendo ignorar que el tiempo pasa. Por la ventana entra un poco de claridad que me confirma que nos acercamos a la primavera y los días vuelven a ser mas largos. El proceso no es del todo evidente pero se insinúa, y al salir de casa despuntan los primeros rayos del sol. El cielo se ve iluminado y por momentos parece el regreso de la primavera. La calle nos devuelve a la realidad, los charcos de agua congelados y convertidos casi en cristal nos recuerdan los 4 o 5 grados bajo cero de estos días. Piso algunos sólo para comprobar que están sólidos, y en parte también por el placer de ver como se rompen las capas de hielo que lo forman, como quedan sus partes como vidrios rotos. La helada se evidencia en el pasto y los arbustos, que parecen descoloridos... sólo en la comparación con el pasto protegido por los árboles vemos cuan brillante es su color verde. Como tantas veces, no es tanto el frío lo que se sufre como sus consecuencias, y en ellas es donde se aprecia más las bajas temperaturas, ya sea como nieve, hielo, cañerías que se congelan, plantas que se "queman", charcos que se cristalizan o tuberías que se obstruyen.

Apuramos el paso, intercambiamos opiniones e impresiones sobre la rara sensación de primavera de agosto que flota. Seguimos, falta poco para llegar a la escuela y comenzar otro día de trabajo.

La partida

Habíamos salido a tomar algo y a bailar un poco. Larita nos había abandonado, y Crusti tampoco habría de participar de la última salida de su viaje. Volvimos tarde y nos acostamos...

Día Sábado, 7.45 am, sonó el despertador. Lo apagué y seguí en la cama unos minutos mas hasta que escuché movimiento en la casa. Entoces entró Nani en la pieza. Ella y Crusti habían llegado desde la Hostería Priebke, eh... Wikter, perdón, donde se hospedaban.
Ese día, temprano en la mañana Crusti partiría con rumbo a Buenos Aires. Su destino inmediato: Carué. La idea: despertarnos y saludarlo hasta la próxima ocasión. El resultado: Seis zombis tirados en el sillón mirando a un sujeto que calentaba agua para el mate.

"¿Ya que lo vimos, podemos volver a la cama?", preguntó Juan... Mientras luchábamos contra el sueño para mantenernos en pie Lara se hizo presente con una bolsa de Pepas (Gente con malas intenciones, abstenerse)

"Son para el mal aliento", se defendió... "A ver, dame una de esas pastillitas para el mal aliento", le repuse. Juan miraba atónito.

El agua estaba lista, saludamos a Crunchi y volvimos a la cama. Salvo Nani, que fue acosada por una desvelada Lara, dormimos plácidamente hasta las 12 del mediodía. Al despertarnos nos esperaban un día espléndido y un animado desayuno, también un almuerzo frugal y una larga, larguísima sobremesa...

Finalmente, entre las últimas fotos y la escena de Lara podando un arbusto, llegó el remis que llevaría a los/as chicos/as a la terminal. Después, para el resto de la tarde fiaca...

martes, 24 de julio de 2007

Temporada de visitas

Habíamos cenado en casa, y después fuimos Lara, André, Belu, Denise y yo a tomar algo a algún lugar. En South Bar nos encontramos con Matías, y junto a él una superpoblación de turistas, residentes y otras yerbas, y sobre todos/as ellos/as una espesa nube de humo que, como si fuera smog, rondaba los techos del lugar. Huimos. Nos dirigimos con rumbo a Antares, donde disfrutamos de las cervezas artesanales, e incluso algún que otro café. Por eso no nos despertamos temprano el día siguiente, aunque entre las 10.30 y las 11 ya estábamos despiertos, preparados para nuestro "brunch". (Dícese de esa comida que combina un breakfast y un lunch, y que por su horario y extensión tanto en tiempo como en variedad de alimentos puede reempleazar a ambos). Después comenzó la misión; dejar impecable la casa para recibir las visitas que se acercaban procedentes de la gran ciudad.

Limpieza de baños, orden en el estudio, un milagro en la pieza de arriba, barrer aquí y allá. Finalmente la tarea estaba terminada; los pisos limpios, los estantes ordenados, los baños impecables, los almohadones en su lugar. Mientras terminábamos de prender un sahumerio André nos miraba extrañado. "¿Viene el presidente?", preguntó. No era la primera vez que hacía la pregunta. De hecho, lo hace en cada ocasión en que viene alguien a quedarse con nosotros, o a cenar y tratamos que, al menos, los espacios comunes estén lo mejor posible. Es interesante, porque la sensación de que cada vez que alguien viene la casa debe estar lo mejor posible es algo que lejos de extinguirse aún nos sigue motivando para encarar la limpieza cotidiana. Y la verdad es que no lo vivimos como un trastorno.

Finalmente llegaron los chicos. Y con ellos arrancó la temporada de visitas invierno 2007. La casa pronto fue sacudida por torbellino de actividad: recorrer la casa, para quienes no la conocían, encontrar los cambios y mejoras para quienes ya habían venido... Luego mate, charla, ponerse (y ponerlos/as) al corriente de las novedades de aquí y de allá. También compartir como siempre esa extraña sensación de no ver a alguien en mucho tiempo, y sentir que hay tantas cosas que pasaron y que cambiaron y que, al mismo tiempo, son tantas otras las que siguen siendo iguales.

martes, 17 de julio de 2007

La nieve se va, pero llegan las fotos

Sí, se nota que hoy tengo un poco mas de tiempo, ¿no?. Puedo ocuparme de algunos mails, y cargar cosillas en el blog. En los pasados 15 días tuvimos un grupo de 17 estudiantes de una universidad de Colorado (en Yanquilandia). Durante esos días la escuela osciló entre los 23 y 27 estudiantes y el descanso escaseó.

Tal como lo informara el título de la foto, están desapareciendo los últimos resquicios de nieve de la ciudad, sólo manchas aquí y allá, pero en ésta hora en la que vivimos nuestra pre primavera es cuando decidí cargar algunas de las fotos de la nieve... Es que, cómo el búho de Minerva, yo también vuelo al atardecer.

Ficción y realidad

Tal como había adelantado en los últimos mensajes, estoy en proceso de reencontrarme con la escritura... Obviamente soy un desastre, pero me sirvió, en más de una ocasión, no sólo como un hobby divertido sino como una buena catarsis. A continuación se encuentra uno de mis primeras criaturas, surgida de la experiencia de ése mismo día, que pasó hace ya casi tres semanas. Por algún tiempo el episodio me dejó un tanto traumado, aunque ahora ya lo hemos superado bastante...

Él se sentó en su escritorio, revisó sus correos, no había noticias importantes, tampoco pedidos. “Perfecto”, pensó él, y se dispuso a empezar con sus tareas.
La tranquilidad duró poco, ella lo llamó y le pidió que mirara la comunicación que mantenía con uno de los jefes. “Tenemos que revisar los contratos”, decía el mensaje, y añadía “la vamos a tomar por 15 días y nada mas”… él sintió indignación y mientras miraba a la directora pensando en que deberían responder otro mensaje apareció. “En realidad no es necesaria. Re hagan el cronograma de trabajo sin ella”. Ella se quedó congelada, él no supo que hacer. “¿Cómo podía ser?”, pensó él mientras sentía que la desesperación comenzaba a ganarlo, aunque pensó que algo aún podría hacerse, rever la medida, hacer algo, intentarlo… podía, debía hacerlo.


Unos instantes pasaron (no hace falta decir que parecieron una breve eternidad), “Pero si ya le dijimos que viniera a trabajar”, le dijo a su jefa. “Éste tipo está loco”, dijo ella mientras ambos miraban atónitos la pantalla. Ambos explicaron que Ángela ya había renunciado a sus trabajos (Argentina, año 2007, era evidente que uno sólo no bastaba), que los plazos estaban vencidos, que ella viajaba al día siguiente desde su ciudad natal para instalarse allí, que ya estaba todo preparado.


“No es necesaria”, repuso el dueño, “podemos hacerlo sin ella…”, y al momento explicó que él no estaba al tanto y que no entendía porqué habrían de contratarla. Pero sí lo sabía, aunque hizo falta repetir sus palabras de hacía un mes y luego dos semanas, cuando consultó si eran necesarias nuevas entrevistas o si la chica estaba confirmada. Reconoció que lo sabía, pero con los problemas que tenían en Buenos Aires debía haberlo olvidado, que allá la situación era bastante más compleja, que tenía varios despidos más por disponer.


Los mensajes iban y venían por la fría rapidez de la comunicación digital que acorta las distancias pero deja a los interlocutores sin poder ver la expresión y el tono de voz del otro. En el planteo del jefe todo parecía muy obvio; problemas mas importantes en la sede mas importante, reducción de clientes, había personal innecesario, la reducción era la obvia salida, la salida para salvar el ejercicio.


Mientras tanto, detrás del escritorio, sus dos interlocutores se miraban y no podían creer lo que leían en el monitor de la computadora. “éste tipo no se da cuenta que ella ya renunció, que viene en dos días… no puede hacer esto”. “Puede”, le respondió ella, él era el dueño y podía hacerlo. Intermitente ambos se sentían impotentes y derrotados, pero al cabo de unos segundos volvían a contraatacar. Él la imaginaba firmando sus telegramas de renuncia, empacando, despidiéndose y se sentía sobrepasado. Ambos explicaron que ella era necesaria, que la necesitaban, que era necesario tener un resguardo, y que, en todo caso, que si era tan evidente que no hacía falta, hacía un mes era igual de innecesaria. “Puede ser, pero la situación es otra”, decía el mensaje, y la tranquilidad con que las palabras aparecían intranquilizaban más de lo que podía creer. Le explicaron las razones una a una otra vez, detallaron la situación de Ángela, ella ya había renunciado, en un día llegaría a la ciudad, en tres días comenzaría a trabajar.


“No, no se puede”, leyó ella. Explicó que era un bajón, una falta de respeto, una irresponsabilidad, un mal manejo. Le escribí un mensaje en el celular, le conté a Ángela que estaba pasando, que nos diera algunos minutos para que el dueño entrara en razón. Ella respondió al instante diciendo que no podía creerlo, que el tipo era un hijo de puta, que …


Yo estaba de acuerdo, pero a él parecían no importarle nuestras razones. “Tendré que llamarla a Angie y explicarle que …”, pero la interrumpí para decirle que no podía ser, y decimos reemprender nuestro frente de campaña. Para nuestro asombro las respuestas del dueño pronto dejaron de justificar lo que había decidido y comenzaron a objetar los frutos de nuestro trabajo, a sugerir que ciertas decisiones tomadas no tenían sentido, a que las asignaciones del personal no se condecían con los principios de la empresa. Ninguna de sus objeciones tenía un fundamento ligeramente sólido, e incluso algunas se debían a propias confusiones. “Si todo se pone difícil acusás a los demás”, recordé las líneas de una película que había visto unas horas antes. Todo se había puesto difícil, así que él había acusado a los demás, o sino era así, no lo parecía en lo mas mínimo.


El teléfono sonó, mi jefa atendió la llamada; tuvimos una pequeña tregua. Aproveché para contarle a Ángela cómo iba la negociación. Creo que él fue el primero en violar la tregua, porque mientras mi jefa hablaba por teléfono continuaban apareciendo mensajes; en Buenos Aires despedirían 10 personas, era una lástima, pero problemas mas serios ocupaban su mente, no podía preocuparse por esta situación, y más preguntas acerca de nuestras asignaciones para la próxima semana. Cuando mi jefa se reincorporó a la batalla sus órdenes fueron claras, debía rearmar el cronograma, creo haber dicho un “pero …”, aunque su mirada me respondió antes. Mientras yo volvía a asignar a mis compañeros ella continuaba su charla cibernética. Entretanto yo aprovechaba para espiar lo que decían los mensajes.


Mi imaginación proyectaba momentos que habían pasado o bien, deberían pasar: Angie en sus fiestas de despedida, armando sus valijas, nosotros recibiéndola, yo explicándole la situación. Las imágenes fueron cortadas por el teclear incesante y cada vez más violento de Eleonora. “La puta madre, que Jota hable con ella, ya que él se comprometió…” Pero no hubo respuesta, Brian tampoco hablaría con ella. Ya no recuerdo cuantas veces lo dijimos, o lo dijo uno de los dos, o los dos al mismo tiempo, tampoco importa, pero fue un desfile de insultos. Entre tanto desde Buenos Aires nos llegaban noticias, “Ingrid ya no está con nosotros”, dijo Jota, como si se tratara de la necesidad de buscar el mas grande eufemismo para decir que había sido despedida. Otras personas a las que apenas conocía habían sido despedidas, otras, sin nombre, sólo denominadas a través de sus cargos completaban la lista.


Salimos a fumar. Yo no fumaba, pero sin embargo salía a fumar armado de mate y termo. “El pibe no tiene idea de cómo dirigir una empresa” dijo Leo. Ya no recuerdo las palabras que siguieron pero intentó calmarme, yo no debía sentirme mal, ni mucho menos culpable, ya que no era responsable. Sin embargo el pensamiento no parecía ayudarme a buscar una solución al problema. Ángela había renunciado a sus trabajos, había empacado sus cosas, y también sus ilusiones, ella vendría a vivir a casa, compartiríamos los mates y las cenas, las charlas y los fines de semana. Mientras tanto, en Buenos Aires, en 5 minutos alguien decidió que la chica no era necesaria.


“Para él –intentaba explicarme Leo- ella no es Ángela, ella es un número, una bolsa de dinero que cuesta plata, y si ese dinero es negativo, se descarta”. Y agregó “Él no piensa en ella, no piensa en Ángela, Angie, que viene acá, trabaja, se caga de risa, es nuestra amiga y todo eso… no, ahí él ve un número”. Yo podía entender que para los dueños de la empresa todos seamos números, o bolsas de dinero, ecuaciones que tienen un costo y una ganancia y que deben asegurar, para su supervivencia que el resultado de la ganancia menos el costo diera positivo. Pero si eso era así, ellos deberían haberlo sabido antes, y hace un mes el comentario no debería haber sido “si estábamos seguros que la chica iba a poder”.


Brian, uno de los dueños, no iba a hablar con ella, no iba a considerar nada más. Volví a sentirme terriblemente agotado. Junté coraje y encaré lo inevitable; hablé con Ángela, le expliqué con detalles lo ocurrido. No es necesario aclarar su reacción, como tampoco hace falta explicar que ella estaba más indignada que yo, y aunque ambos compartiéramos el ultraje, en última instancia, era ella la perjudicada.
Entonces yo comprendí, comprendí que no quería trabajar más en ese lugar, comprendí que tan pronto terminara mi comunicación telefónica con Angie buscaría trabajo en los clasificados.

jueves, 12 de julio de 2007

Nieve, injusticia y apagón

Le pregunté a mi mamá cómo estaba mi abuelo, pero ninguna respuesta apareció en el chat que mantenía con ella, mi papá y mi hermano. La pantalla seguía inmutable cuando repuse al silencio del chat (sic) una nueva pregunta "¿Cómo están Tizi y Emma?". Ninguna respuesta tampoco. ¿Sería una breve desconexión de internet? Falla técnica, atraso en la comunicación, traté de pensar con la tranquilidad que me dan las explicaciones racionales.

Perdón, salí a ver los copos de agua nieve que estaban cayendo", llegó la respuesta mas tarde. De allí en adelante la nieve ocupó un espacio central en las conversaciones y mensajes del día, e incluso el día siguiente... Después de casi un siglo sin nieve en Buenos Aires, después de tantos inviernos en los que fui acusado de loco por esperar que nevara, después de tantas navidades con Lara deseando en la radio que nevara, finalmente el evento se produjo ¡Pero con nosotros acá! Injusticia, un evento que va a quedar para la historia, una nevada en medio del calentamiento global, un único día de un mes excepcionalmente frío, algo para comentar a hijos y nietos... "yo vi cuando nevó por última vez en Buenos Aires" antes de que la ciudad se tropicalizara por completo... yo, nosotros acá. Espero que quienes pudieron disfrutarlo se hayan divertido.

Como la nieve en Buenos Aires y los -10 a -22 grados de temperatura por estos lares trajeron complicaciones extras, éstas se tradujeron en la falta de gas en Buenos Aires y un corto total de energía en Bariloche que se extendió por al menos tres horas. Nosotros no recuperamos la energía eléctrica hasta 6 u 8 horas mas tarde. Para ese entonces ya habíamos dispuesto los lácteos en el recibidor de casa, y allí quedaron hasta que volvimos de la escuela algunas horas mas tarde. Sí, unas horas mas tarde, cómo no había electricidad en la escuela (Que se traduce en no tener luz, ni calefacción ni nada caliente para tomar) volvimos a nuestro hogar, aliviados por un día tranquilo de trabajo. En realidad sólo nos cobijamos en el calor de la casita para escapar de la sobrepoblada escuela cuyos problemas deberíamos encarar el día siguiente. De todos modos el feriado nos vino perfecto.

lunes, 9 de julio de 2007

Fresco para chomba

Pobre Blog, tanto tiempo abandonado por mi, librado a su buena suerte... Bueno, primero lo primero; desde hace dos días estamos con temperaturas de 10 grados bajo cero y una térmica de -16 que anoche llegó -20. Evidentemente todo congelado recongelado, como diría María Garibaldi. No sólo las estalactitas que penden del techo, el hielo inconmovible, la calle que es como un tobogán glacial... esta mañana el vapor y la humedad condensados contra los vidrios de las ventanas se habían cristalizado. Estaba fresco, y no sólo para chomba sino para casi la mitad de mi vestuario. Afortunadamente, por alguna razón que aún desconozco con certeza y que asocio indefectiblemente a la (no)humedad, no se siente tanto el frío, aunque uno cae en la cuenta cuando observa estos detalles que nos hacen recordar que aunque no lo sintamos, está ahí.
Es casi una vida peronista, "de casa al trabajo y del trabajo a casa", y es que con la fresca uno trata de estar lo mínimo indispensable fuera de nuestro islote templado. Como tengo bastante tiempo también comencé a escribir un poco mas, en general episidios cotidianos, y algunos cuentos muy simples, que en algún momento iré subiendo al blog.

domingo, 24 de junio de 2007

El Día después de Mañana (Parte II)

Finalmente decidí que debía volver a la cama y dormir. Así lo hice y, para mi posterior asombro, me quedé dormido casi enseguida. Durante la mañana siguiente volvió a reinar el silencio de la nevada… por fin un (no) sonido mas tranquilizador. ¿Era el día después de mañana? ¿Finalmente el calentamiento en la capa de ozono había generado una ola glacial producto de la desalinización del mar, el cambio de las corrientes marítimas, que había pasado? Sólo había una forma de averiguarlo… si la realidad copiaba a la película, EEUU habría de perdonar la deuda latinoamericana a cambio de auxilio. Pero no tenía forma de averiguar el dato. A duras penas teníamos electricidad y eso ya era bastante.No sin la modorra que acompaña los días en los que uno (o una llegado el caso) no quiere abandonar la cama me moví lentamente. Belén ya había salido, los chicos pensaban si iban a tener clases o mejor sería ir a esquiar. Mientras tanto me di cuenta que yo mismo hacía cosas ajenas a mi rutina, toda tarea parecía una buena excusa para evitar lo inevitable: abandonar el calor y comodidad de la casita e ir a ver si había vida allí afuera, si la civilización occidental había colapsado en la ciudad o si todo seguía igual pero mas blanco.
Miré por la ventana una vez mas, el panorama no se veía alentador, pensé, y entretanto sonó la melodía de mensaje de mi celular. “Debe ser una profesora, que avisa que está varada en medio de la nieve y no podrá ir a la escuela”, dije en voz alta, mirando a Esteban, que palpaba su celular para saber si el sonido provenía de allí. Y así era, no porque fuera yo un iluminado, sino porque dadas las circunstancias era una alternativa mas que posible.
“Ma´ sí…. Yo me mando”, pensé, aunque me cuidé de decirlo en voz alta. Me calcé las botas y salí… Con 15 y hasta 20 cm de nieve acumulados sobre el hielo de las nevadas anteriores, todo lugar que pisaba se hundía. Descubrí que el camino fue duro pero no imposible, y que al cabo de 15 largos minutos había llegado a la escuela. Nadie sabía nada de que la deuda fuera condonada… no había habido una glaciación, ni un colapso mundial, tampoco era el fin de la civilización, sólo una tormenta local que nos había dejado aislados de La Angostura, Bolsón y Neuquén, con partes de Bariloche sin luz y prácticamente sin colectivos, y en nuestro caso particular sin la mitad de las profesoras. “Bueno, hoy va a ser un día intenso”, pensé en voz alta, y puse manos a la obra en el trabajo.

viernes, 22 de junio de 2007

El Día después de mañana (Parte I)

(Día Jueves)

Había ido al supermercado a hacer unas compras, así que luego de pagar y embolsar las cosas me dispuse a volver... Entre la llovizna comenzaban a aparecer algunos copos y se sentía que el viento soplaba con fuerza. Apuré el paso, para ver si llegaba antes de que las cosas empeoraran.


Al fin en la casita, me saqué las botas, me puse las pantuflas, entré. Puse a calentar leche para un chocalate. Melanie y Esteban (Steven para los amigos) estaban merendando, así que me uní a su ritual, cruzamos unas palabras. Mi chocolate estaba listo, así que me senté en el sillón y me dispuse a tomarlo mientras veía la tormenta de nieve que venía desde el cerro López. El viento se hacía oir cada vez más y yo estaba extrañamente cansado. Por primera vez en mucho, muchísimo tiempo pensé en dormir una siesta.


"Nico.... Nico" escuché entre sueños, "¿quieres una vela?" ... "¿eh?", atiné a balbucear, mientras tanteaba la lámpara para encenderla y lograr despertarme. La desorientación duró unos instantes, finalmente entendí que se había cortado luz, y que Esteban me ofrecía una vela para iluminarme.


Junté mi ropa y fui a bañarme a la luz de la vela mientras Belu terminaba de cocinar y los chicos se preparaban para comer.


Cuando salí veía, con la poca luz que nos ofrecían las velas como afuera el viento se arremolinaba y los copos de nieve caprichosamente subían y bajaban llevados por las ráfagas de viento. Comimos rápido, y yo tenía el atontamiento (si es posible aún mas) propio de la gente que durmió un poco y está peor que si no hubiera dormido, así que volví a la cama. Mientras intentaba dormir el viento golpeaba con fuerza y la nieve caía de los árboles. Puse música de Cesaria Evora y me quedé dormido.


Había silencio, había soñado con algo raro, para variar yo era profesor y daba clases de francés (sic). Busqué el celular, la electricidad seguía cortada. Eran las tres de la mañana. Miré por la ventana, blanco, todo blanco; los árboles, la calle, la ruta. No se veía nada, seguía nevando… y yo que debía dormir para ir a trabajar miraba por la ventana como caía la nieve, casi sin poder hacer otra cosa (continuará…)

jueves, 21 de junio de 2007

Llegaron las fotos


Si... finalmente las fotos de la nieve.

De todos modos estoy atrasadísimo, puesto que la nieve que ven aquí en estas fotos data del domingo 10 de junio, o sea, prácticamente tiene 15 días. Más de la mitad de esta nieve se congeló en los días subsiguientes y sobrevivió con poco retrocesos hasta el martes cuando comenzó a lloviznar nuevamente. Eso sólo aceleró el proceso de descongelamiento, aunque la situación se revirtió con las nevadas que nos azotan desde el miércoles. No más palabras, con Uds. las protagonistas del mensaje, las fotos (cortesía de Belu)...
Ah, para los o las que no conocen, las fotos de nuestra casita son las dos primeras que se ven a la izquierda. Las otras son del Llao Llao, donde trabaja Belu. También hay una con algunas de las casas de la gente pobre en Lago Moreno. En cuanto pueda actualizo el parte.

lunes, 11 de junio de 2007

Nieva sobre nevado

Es lo que dirían Sabina y Fito si vieran esto. Antes de ayer ya había nevado bastante, en forma casi ininterrumpida durante la noche, ayer nevó por la mañana y luego paró. Finalmente ayer a las 11 de la noche volvió a nevar. Conclusión: Hoy entre 20 y 25 centímetros de nieve acumulada esta mañana, con lugares con hasta 30 cm. El saldo es 100% argentino: ayer se cortó la luz unos instantes, los colectivos con recorrido restringido, pasos a Chile, camino a Villa Traful y 7 Lagos cerrados, suspensión de clases, comercios cerrados pero todo el mundo tiene buen humor (salvo los que deben manejar por la nieve y los que están aislados, por obvios motivos).

La gente camina por la nieve, los chicos juegan y hay muñecos de nieve por doquier, gente jugando con trineos (improvisados y no tanto). Es casi de película de navidad (yanqui) ...
Es inevitable pensar la sensación de desubicación temporal que genera vivir en el hemisferio sur, porque ¿por que uno piensa en que éste es el clima de navidad?. Seguramente debe contribuir el que desde pequeños tengamos el hábito de decorar pinos con nieve, un papá Noel super abrigado y la comida rica en calorías que insistimos en comer a pesar de los 30 o casi 40 (calentamiento global mediante) grados de temperatura.
En estos días estaré cargando fotos...

viernes, 8 de junio de 2007

Se va la segunda

Eran las 11 de la mañana de ayer cuando comenzó a nevar, primero tímidamente y después con mas intensidad. Lamentablemente luego lloviznó un poco y se perdió casi toda la nieve que se había acumulado. Con las calles embarradas e ínfimos manchones de nieve aquí y allá emprendí la vuelta a casa, previo paso por el super. Sabía que en el Cerro Catedral había nevado todo el día sin parar, y que estaba disminuyendo la intensidad.
Con este panorama llegué a casa, prendí la compu y mientras escribía y tomaba mate puse algo de música. De repente algo me llamó la atención, es una sensación extraña, porque no existe el "ruido a nevada", sino que por el contrario, lo que percibía era un silencio, pero un silencio extraño, como si el mundo siguiera ahí afuera pero lejos, muy lejos. Me acerqué a la ventana y vi que el techo de nuestra vecina estaba blanco... claro, para cuando centré mi mirada en la calle me dí cuenta de que estaba nevando con intensidad. Grandes copos de nieve caían y eran llevados por el viento a recorrer grandes distancias, y a medida que mas nevaba mas lejos parecían quedar los ruidos. Y nevó, y nevó...
Es muy extraño despertarse en la mañana por el silencio, pero la sensación existe. Ya no nevaba, pero todo estaba blanco, no mucho, pero la calle y el jardín estaban cubiertos. Todo recibía un color amarillento de las primeras luces de la mañana y, extrañamente, estaba despejado. Fui a la escuela, con cuidado de no bajar Pioneros patinando, porque todo estaba cubierto con una capa de hielo.
Cerro Catedral acumuló casi 10 centímentros en la base, y estudian incluso adelantar el comienzo de la temporada. Y cuando nieva, puede que el pasto no se ponga contento, pero los barilochenses sí...

miércoles, 6 de junio de 2007

Hello Lenin ?

"¿Por qué hay un monumento a Lenin en Bariloche?" La pregunta que hizo el estudiante resonó en mi cabeza, cómo lo hace cada vez que paso por la escultura en cuestión. ¿Por qué hay un monumento a Lenin en Bariloche? ... "¿Hay un monumento a Lenin en Bariloche? No puede ser ..." fue mi primera reacción. Revisé mentalmente los datos que conocía, nada parecía tener sentido. ¿Qué había pasado con Priebke, su señora, los nazis refugiados, los que lo reivindican, la relación con Perón, la Isla Huemul? Y si todo era un error, y si los alemanes llegados a estas regiones eran refugiados del Partido Comunista, la Liga Espartaco y el USPD (Socialdemócratas independientes) ... ¿era posible? Por un momento analicé la posibilidad, aunque ciertamente no de la forma mas alentadora. En general, cuando se piensa en la comunidad germanoide local (Espero que Frau Reising sepa disculparme) no es para resaltar su vocación política de izquierda, su pasado revolucionario o sus ideales socialistas.
Sin otra posibilidad pregunté donde se encontraba el mencionado monumento, al que voy algún tiempo después...

Está camino a la terminal de ómnibus, en una plazoleta que lo esconde entre las copas de los árboles que lo rodean. Levanté la mirada y lo vi ... una figura que se erguía y avanzaba contra el viento; un piloto abierto que dejaba ver la ropa poco elegante del sujeto, levanté la vista, ví que era calvo, que tenía una recortada barba alrededor de su pera y bigotes.

Podía ser...pero no... sentía que ya no estaba en otro lugar y que mi fantasía se desarmaba. Yo no era un protagonista de Good bye Lenin y no estaba viendo una estatua de Lenin siendo transportada en helicóptero por la ciudad. Así que bajé la vista y encontré la leyenda que rendía homenaje al perito Francisco P. Moreno.
Las cosas volvieron a ser inteligibles, respire hondo, tome aire y emprendí el regreso a la casita.

martes, 5 de junio de 2007

Novedades

Gente, me olvidé... Inauguré una sección con frases célebres al final del blog... recibo sugerencias, bolufrases o comentarios memorables. Eso sí, tengan paciencia. Decidí inaugurar la sección con una frase que ... bueno, habla por si sola. En breve estaré incorporando nuevas secciones y espacios.
Saludos nuevamente

De conferencia en conferencia

Voy de conferencia en conferencia ... no hace falta que complete con "me gusta la joda, me gusta el bochinche" (Esencialmente porque no rima, pero también porque no aplica del todo). En fin, ayer fuimos con Denise a la conferencia de un sociólogo finlandés cuyo nombre no puedo ni siquiera pronunciar, que vino a Bariloche (vaya a saber uno porque razón) a hablar de los saami (sic; a saber el nombre que usan para si mismos/as las personas de Laponia). Interesante. Al tiempo empezaba el encuentro con el rabino Bergman en la Catedral, evento al cual no fui puesto que me tocaba cocinar.

En otro orden de cosas mañana por la tarde tengo que hacer una presentación de la carrera de Ciencia Política en general (y en la UBA en particular) en una pseudo expo universidades en el Capraro (Dícese del Colegio Germano local). ¡Chán! ¿Qué se supone que les diga a los/as interesados/as en seguir la carrera? ¿Qué estudien así vuelven acá como profesores de español? ...

Pensé en hacer una breve presentación de la carrera, la forma en la que está estructurada, los debates al interior de la carrera, ramas y orientaciones, casos que conozco de gente que trabaja con o sin relación a lo que estudió, y bueno, no mucho mas, ya que tengo solamente 10 o 15 minutos. Después les cuento acerca del éxito rotundo y la oleada de inscripciones masivas en el departamento de alumnos de sociales.

¿La mano derecha? ¿No será mucho? ...

Dicho sea de paso, el sábado, mientras me encontraba rumbo a la ferretería para comprar los conectores para la tubería de agua (Sí, es un karma, ya lo sé, pero el capítulo fue cerrado, y puesto bajo candado para que no saliera a la luz nuevamente) ... en fin, decí que iba rumbo a un comercio local, cuando al pasar junto al Colegio Alemán de Bariloche escuché -es que no puedo evitarlo- a un hombre que hablaba con (posiblemente) su hijo sobre el susodicho edificio escolar. "Éste es el colegio que construyó Primo Capraro (sic) y acá estuvo mucho tiempo ... Priske". Claro que esto no era un problema, no es vital recordar el nombre del nazistoide en cuestión ni la razón del nombre de la escuela, pero lo que continúo bien valió la pena que redujera el ritmo de mi caminata. "Priske, Preske, bueh... un nazi", y a continuación agregó "él era la mano derecha de Hitler, y él que lo ayudó a instalarse en Argentina". ¡Chán! ¿Pero entonces era verdad?

Ahora, con tantas manos derechas ¿Hitler era un pulpo?. Después me tranquilicé, al final, no era tan grave, al menos no lo reivindicó, lo que en Bariloche ya es bastante...

viernes, 1 de junio de 2007

Estalló el invierno

Nos robaron ... la nieve. Ayer por la tarde comenzó a lloviznar y así nos robaron la poca nieve que se había acumulado... no más paisajes blancos, no más techos nevados. Hoy llovizna esporádicamente y mas allá de que cuando llueve el pasto se ponga contento y la gente a cubierto (Drexler dixit) también implica que se va a lavar la nieve. Despertamos de la alegría de la nieve y volvimos al lluvioso otoño (aunque algo mas caluroso).

Estalló el ¿invierno? ¿otoño? no ....

Entonces, si nos robaron la nieve, mal puede haber estallado el invierno, aunque para alegría de Crónica -y sus émulos locales - , aún podrá estallar unas cuantas veces mas, al menos tantas como grandes nevadas tengamos. Así que no, no estalló el invierno... Lo que sí estalló fue la cañería de agua de "la casita"...

Volvía yo contento a mi casa - previo paso por la ferretería para comprar una tapa para la cañería - cuando una pregunta me asaltó ¿teníamos fuente en casa? No recordaba que la tuviéramos, lo cual me dejaba pocas opciones, o habían instalado la Fontana de Trevi en el jardín de casa o la cañería había vuelto a tener una fuga. Claro está que los acontecimientos marcaban otra cosa; ninguna fontana había sido instalada, no había aguas danzantes ni un géiser... Efectivamente estalló ... pero la cañería.
Con la escasa luz de la nochecita, pocas ganas y la llovizna fría decidí que, luego de inspeccionar el área, lo mejor sería esperar hasta el fin de semana. Mañana tendré para divertirme con el desperfecto o cobrar entrada para ver el único géiser de Bariloche (aunque sea de agua fría). La otra posibilidad es generar una fuente de feng shui que recorra la mitad derecha del jardín para terminar junto a la escalera de acceso. Igual estoy perfecto, puesto que el problema será solucionado o invocaremos al todopoderoso plomero de la inmobiliaria para que se presente ante nosotros con su magía. Posiblemente necesite consultar con mi megasocia inmobiliaria, la señora Lara Regina Saubidet de Kellenberger.

jueves, 31 de mayo de 2007

Habemus nieve

Estalló el invierno (diría Crónica TV) Hoy tuvimos nuestro segundo día de nieve, o mejor dicho, anoche fue nuestra segunda noche con nevadas, así que hoy amaneció todo blanco.

Desde hace unos días tenemos unos días de bastante frío. Cobré conciencia de eso cuando, durante el fin de semana, tendí la ropa en el patio de nuestra casa (así no la excluyo a Larita - que en este momento debe estar gozando de las bondades de la cocina chilena en el invierno trasandino-) ... decía, entonces, que tendí la ropa en casa y a las dos horas me di cuenta que mi ropa estaba dura como cartón (la tendí mojada y el agua se congeló) ... El agua en la calle estaba congelada y la tubería de agua del jardín estaba congelada. C-O-N-G-E-L-A-D-A, la ropa hecha cartón, tuve que entrarla y esperar a que se descongelara y luego tenderla con cuidado para que no se quebrara. Luego descubrí que en la semana tuvimos días de 4 y hasta 6 grados bajo cero, con sensación térmica de 12 e incluso 13 grados bajo cero.

El mito es cierto, lo que mata es la humedad, así que un grado bajo cero en Buenos Aires se siente más que un grado bajo cero por estas latitudes, especialmente con el clima seco .... pero 12 grados bajo cero son 12 aquí en la China o en cualquier lado.


Claro está que el frío tiene varias consecuencias, y como tales deben ser pagadas... con la cañería del agua congelada, se reventó la canilla del jardín; así que salí de emergencia con rumbo a "la casita", para buscar en forma deseperada la canilla de paso de agua, para cortar el servicio y terminar el espectáculo de la fuente y las aguas danzantes en mi jardín. Pero se abría un interrogante ¿dónde se supone que está tal llave? Con el jardín cubierto por hojas secas (y sin posibilidad de tener la ayuda de una vereda que me ayudara) comencé la faraónica tarea de recorrer el perímetro de la casa pateando hojas secas en búsqueda del medidor y la llave.... ¿pero donde está canilla?, pensé en mas de una ocasión hasta que, finalmente, apareció. Con el agua cortada, misión cumplida, sólo resta arreglar la tubería en cuestión.

¿Qué se supone que hacemos acá?

Hola gente


Bienvenid@s a esto que hemos dado en llamar "Un quilmeño suelto por ahí" ... Se supone que es un blog, y que aquí cuento cosas, historias, impresiones y demases que pasan en la vida.

Sí, ya sé... alguna vez dije que no tendría blog, y sin embargo, aquí estamos. Imagino que en distintas situaciones de la vida uno cambia sus ideas y opiniones. El punto es encontrar un equilibrio entre la incoherencia del cambio constante y la cerrazón de quedarse varado simpre en el mismo lugar y no poder salir de ahí.

En este momento creo que es una buena forma de mantenerme comunicado ya que, como efectivamente saben, soy un desastre para escribir mails y mantener comunicación fluida. De esta forma estaremos en contacto esporádico pero con menos baches, o al menos, esa es mi intención.

Último gran tema... el nombre. Evidentemente la identidad (y no es un descubrimiento mío) es una de las cuestiones que despiertan mas debate en la actualidad, y yo no estoy ajeno al tema... Bueno, es obvio que no "soy" de Bariloche, aunque estoy aquí, Algo indiscutible (lo no quilmeños lo sabrán bien) es que siempre me he reivindicado como quilmeño. Como tal, y en mi caracter de itinerante (Aquí en Bariloche, de ¿visita? en Quilmes o Buenos Aies) creo que éste es el nombre que mejor me define. Posiblemente (la frase no es mía, sino de Zygmunt Bauman) cobramos conciencia del problema de la identidad cuando ésta entra en crisis. Bueno, creo que la situación me define (Ojo, sin alarmarse, que no tengo problemitas en ese sentido. Es sólo que ser de una ciudad en otra ciudad, aunque sea el lugar donde uno decide vivir, es raro. No soy de aquí, pero estoy acá, soy de un lugar que para 3/4 del país "es" Buenos Aires, pero que para el cuarto restante no es "capital" sino "provincia").

Aclaración final: no esperen coherencia ni sentido común aquí... Mi propuesta es retomar el queridísmo y dadaísimo espíritu que nos inspirara en miniquilmes a diario y minibariloche a diario.

Bueno gente
Saludos, cariños y demás formas simbólicas de afecto
Nico, niquito, ka, karucha, kaducha