Yapa vienesa: la biblioteca imperial
Hoy en día ya no se llama así. Es la biblioteca
nacional austriaca y la gran mayoría de sus libros están en otros edificios.
Sin embargo, en 1722, cuando fue inaugurada, era
la Biblioteca Imperial y funcionaba en el mismísimo palacio imperial. Mejor
dicho, en una de sus tantísimas ampliaciones.
Teóricamente la construcción se encuentra dividida
en dos grandes áreas; la pared de la guerra y la pared de la paz, ambas -como corresponde-
enfrentadas.
Además, siguiendo el esquema clásico de la
megalomanía de reyes y emperadores, en toda la sala es posible encontrar
esculturas de representantes (masculinos) de la dinastía vestidos como
emperadores romanos y delirios afines.
¿A qué no saben de quién había una muestra especial durante nuestra visita?. No, no de Sissi, pero casi en el poste. ¡De Francisco José! ¡el emperador eterno! De hecho, así se llamaba la muestra en la que se exponían, con motivo de cumplirse los cien años de su muerte, pinturas, acuarelas, daguerrotipos y fotos. Y sí, si con todo lo que vivió pude ver el auge y caída de las mil y un inventos. Incluyendo, naturalmente, su propio imperio.
1 comentario:
¡Qué belleza!
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