jueves, 13 de octubre de 2016

La ruta del cómic en Bruselas

Cuenta la leyenda, que a finales del milenio pasado alguien se preguntó qué podría hacerse con algunas de las paredes que, por falta de mantenimiento, afeaban la ciudad. El mismo dilema aplicaba a muros de edificios demolidos o a antiguas paredes internas que, por razones de rediseño urbano, habían quedado expuestas. En 1991 alguien dio con una respuesta medianamente potable: pintar murales. Pero… ¿qué tipo de murales?

Cómics. La ciudad de Bruselas -y Bélgica en general- es la cuna de una larga serie de historietas, dentro de las que destacan Tintín, Los Pitufos y Lucky Luke. Tal es así que en la ciudad se encuentra el museo del cómic, donde también hay lugar para otras glorias de la historieta en lengua francesa, como Ásterix y Obelix.
Entre el Museo del Cómic y los murales que se encuentran en buena parte de los barrios más antiguos se formó algo que se dio en llamar la ruta del cómic, un nombre por demás autoexplicativo. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué interesante forma de arreglar paredes! Sobre todo porque pareciera que cada uno cuenta una historia, observarlos es leer. Ustedes lo sabrán mejor tan de cerca. Muy lindo. Y, al mismo tiempo, algo surrealista la combinación de los edificios con los dibujos.
Saludos

Nicolás dijo...

Como creativa, es sin lugar a dudas una estrategia creativa. Y sí, hay edificios que combinan muy bien con sus murales y otros que menos. Algunos más surreales y otros que parecen fusionarse más con el paisaje circundante... Por desgracia no pudimos encontrar el de los Pitufos.

Anónimo dijo...

Linda muestra de murales