Número
uno. Adviento
Se
supone que el período previo a la Navidad. Dura cuatro domingos y en las casas
suele haber una corona de adviento donde hay cuatro velas que se van prendiendo
los días domingo. Una para cada domingo de adviento. Se supone que cada vela
significa alguna virtud que debería ponerse en práctica durante su respectiva
semana: amor, paz, tolerancia y fe.
Más
cerca del consumismo, se regalan calendarios de adviento que incluyen pequeños
regalos para cada uno de los días de adviento. En general con la forma de un póster o imagen con puertitas que se van abriendo cada día
Número
dos. Duración
Navidad
dura, esencialmente, lo mismo, o sea, el 25 de diciembre. Lo que dura más es el
circo de la Navidad, es decir, la previa. Los mercados de Navidad comienzan con el
adviento, cuatro domingos antes. A partir de esa fecha ya está la
decoración de navidad dispuesta. Pero el circo empieza aún antes. Entre finales de
septiembre y principios de octubre empiezan a venderse decoración navideña y
algunos de los productos típicos, como Lebkuchen, Stollen, Spekulatius y
Glühwein. Entre finales de octubre y principios de noviembre se dispone la decoración navideña.
Número tres. Árbol
Nada
de arbolitos de plástico. Esto es Alemania y a la gente le gusta consumir. Y si
te venden uno de plástico seguro que más de uno/a termina usándolo más de un año. ¡Horror!
Pinos y abetos naturales y ya. Como te lo venden talado no es que lo podés
tener en el patio o en el balcón el resto del año. Cuando se acaba el circo
todos tiran sus árboles y san-se-acabó. Una de las más antiecológicas
tradiciones en un país que se supone sensibilizado por el tema hasta el colmo
de clasificar la basura en cinco categorías diferentes. En fin, ¿quién dijo que ser coherente es fácil?
Normalmente el veinticuatro se hace una cena con la familia más íntima y por demás frugal. Ni ensalada rusa ni
matambre o vitel toné... Como el día en el que se matan comiendo es el
veinticinco, el veinticuatro a la noche la cena es más bien amarreta ligera. De hecho,
lo más tradicional es más de lo mismo; ensalada de papas y wurst (salchichas) y
cada familia en su casa. Nada de comilonas interminables ni mesas larguísimas
(¡ni discusiones familiares!).
Número
cinco. Comida
Hay
comidas típicas de Navidad, por supuesto. Pero eso no significa que sean
exactamente como las nuestras, que están muchísimo más influidas por los
hábitos de España e Italia. Así que a olvidarse del turrón, la sidra y el pan
dulce. El veinticuatro hay papas y wurst. De postre hay naranjas, mandarinas,
nueces y maní. Durante la época de la DDR, era casi el único día del año en que
se consumían mandarinas dulces, que se importaban de España especialmente para
la ocasión.
La
lista de clásicos del mundo germano para Navidad incluyen también el Stollen, las
Lebkuchen, los Spekulatius, una larga serie de postres a base de mazapán y el
Glühwein. Las Lebkuchen son una suerte de galletitas esponjosas hechas a base de
harina, clara de huevo, cáscara de naranja o limón, jenjibre, clavo de olor,
canela, almendras y nueces con base de hostia y bañadas en chocolate o glacé.
Los Spekulatius son unas galletitas más convencionales que también llevan
harina y especias varias. El Glühwein… bueno, es vino caliente especiado, una
de las mejores armas inventadas por la humanidad para luchar contra el frío en
las calles.
Número
seis. Decoración
Cada
región tiene lo suyo. Los clásicos de Sajonia incluyen las pirámides de
Navidad, los cascanueces, las estrellas luminosas y los Schwibbogen (unos candelabros de madera con forma de arco), entre otros juguetes y decoraciones hechos de madera. Por supuesto que también hay pinos, abetos,
muérdago y demás bolas navideñas pero para los/as sajones/as no hay con qué
darle, la Navidad implica decoración de madera típica de la región (y de la República Checa también).
Número siete. Regalos
Se
compra a lo loco. Más que de costumbre y eso ya es mucho decir en Alemania.
Pero la diferencia principal es que los regalos los trae, para los
protestantes, el Christkind, es decir, el niño Cristo. La costumbre se está
relajando de a poco y se está aceptando que el Weichnachtsman (literalmente el
Hombre de Navidad, que no hay que confundir con San Nicolás o Santa Klaus, que
viene el seis de diciembre) traiga regalos. De todos modos, sea el Christkind o
el Weichnachstman, los regalos se traen, normalmente, el veinticinco de
diciembre.
Yapa: Los mercados
Toda ciudad alemana que se precie de tal suele tener NECESITA su mercado de Navidad. Normalmente tienen lugar en la Plaza del mercado, que suele ser la más grande. Una parte del mercado vende más de lo mismo de siempre; wurst, cerveza, schnitzel y chocolates. Otra parte es más característica de la navidad; juguetes de madera, stollen, lebkuchen, castañas, garrapiñadas, glühwein y ¡sorpresa! cepillos de los más diversos tipos. Supongo que querrán comenzar el año con la casa bien limpia.
2 comentarios:
Muy bien artículo que revela tu veta Grinch ;) Una pequeña corrección: Spekulatius y no Spekulatins ... a menos que sean una fusión con el chocolatín. Y Lebkuchen sin diéresis. Besos y feliz cumple.
¡Gracias! Corregido el texto. Te vas a reír pero... no entendíamos cuál era la diferencia entre los Spekulatins y los Spekulatius... ¡y resulta que la única diferencia era la tipografía! Jajaja... mirando con ganas el paquete pude finalmente ver la U y no una N
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