lunes, 5 de diciembre de 2016

Encuentre las siete diferencias: Navidad

Número uno. Adviento
Se supone que el período previo a la Navidad. Dura cuatro domingos y en las casas suele haber una corona de adviento donde hay cuatro velas que se van prendiendo los días domingo. Una para cada domingo de adviento. Se supone que cada vela significa alguna virtud que debería ponerse en práctica durante su respectiva semana: amor, paz, tolerancia y fe.
Más cerca del consumismo, se regalan calendarios de adviento que incluyen pequeños regalos para cada uno de los días de adviento. En general con la forma de un póster o imagen con puertitas que se van abriendo cada día 

Número dos. Duración
Navidad dura, esencialmente, lo mismo, o sea, el 25 de diciembre. Lo que dura más es el circo de la Navidad, es decir, la previa. Los mercados de Navidad comienzan con el adviento, cuatro domingos antes. A partir de esa fecha ya está la decoración de navidad dispuesta. Pero el circo empieza aún antes. Entre finales de septiembre y principios de octubre empiezan a venderse decoración navideña y algunos de los productos típicos, como Lebkuchen, Stollen, Spekulatius y Glühwein. Entre finales de octubre y principios de noviembre se dispone la decoración navideña.

Número tres. Árbol
Nada de arbolitos de plástico. Esto es Alemania y a la gente le gusta consumir. Y si te venden uno de plástico seguro que más de uno/a termina usándolo más de un año. ¡Horror! Pinos y abetos naturales y ya. Como te lo venden talado no es que lo podés tener en el patio o en el balcón el resto del año. Cuando se acaba el circo todos tiran sus árboles y san-se-acabó. Una de las más antiecológicas tradiciones en un país que se supone sensibilizado por el tema hasta el colmo de clasificar la basura en cinco categorías diferentes. En fin, ¿quién dijo que ser coherente es fácil?
Número cuatro. Nochevieja
Normalmente el veinticuatro se hace una cena con la familia más íntima y por demás frugal. Ni ensalada rusa ni matambre o vitel toné... Como el día en el que se matan comiendo es el veinticinco, el veinticuatro a la noche la cena es más bien amarreta ligera. De hecho, lo más tradicional es más de lo mismo; ensalada de papas y wurst (salchichas) y cada familia en su casa. Nada de comilonas interminables ni mesas larguísimas (¡ni discusiones familiares!).

Número cinco. Comida
Hay comidas típicas de Navidad, por supuesto. Pero eso no significa que sean exactamente como las nuestras, que están muchísimo más influidas por los hábitos de España e Italia. Así que a olvidarse del turrón, la sidra y el pan dulce. El veinticuatro hay papas y wurst. De postre hay naranjas, mandarinas, nueces y maní. Durante la época de la DDR, era casi el único día del año en que se consumían mandarinas dulces, que se importaban de España especialmente para la ocasión.
La lista de clásicos del mundo germano para Navidad incluyen también el Stollen, las Lebkuchen, los Spekulatius, una larga serie de postres a base de mazapán y el Glühwein. Las Lebkuchen son una suerte de galletitas esponjosas hechas a base de harina, clara de huevo, cáscara de naranja o limón, jenjibre, clavo de olor, canela, almendras y nueces con base de hostia y bañadas en chocolate o glacé. Los Spekulatius son unas galletitas más convencionales que también llevan harina y especias varias. El Glühwein… bueno, es vino caliente especiado, una de las mejores armas inventadas por la humanidad para luchar contra el frío en las calles.

Número seis. Decoración
Cada región tiene lo suyo. Los clásicos de Sajonia incluyen las pirámides de Navidad, los cascanueces, las estrellas luminosas y los Schwibbogen (unos candelabros de madera con forma de arco), entre otros juguetes y decoraciones hechos de madera. Por supuesto que también hay pinos, abetos, muérdago y demás bolas navideñas pero para los/as sajones/as no hay con qué darle, la Navidad implica decoración de madera típica de la región (y de la República Checa también).

Número siete. Regalos
Se compra a lo loco. Más que de costumbre y eso ya es mucho decir en Alemania. Pero la diferencia principal es que los regalos los trae, para los protestantes, el Christkind, es decir, el niño Cristo. La costumbre se está relajando de a poco y se está aceptando que el Weichnachtsman (literalmente el Hombre de Navidad, que no hay que confundir con San Nicolás o Santa Klaus, que viene el seis de diciembre) traiga regalos. De todos modos, sea el Christkind o el Weichnachstman, los regalos se traen, normalmente, el veinticinco de diciembre.

Yapa: Los mercados
Toda ciudad alemana que se precie de tal suele tener NECESITA su mercado de Navidad. Normalmente tienen lugar en la Plaza del mercado, que suele ser la más grande. Una parte del mercado vende más de lo mismo de siempre; wurst, cerveza, schnitzel y chocolates. Otra parte es más característica de la navidad; juguetes de madera, stollen, lebkuchen, castañas, garrapiñadas, glühwein y ¡sorpresa! cepillos de los más diversos tipos. Supongo que querrán comenzar el año con la casa bien limpia.

2 comentarios:

La dijo...

Muy bien artículo que revela tu veta Grinch ;) Una pequeña corrección: Spekulatius y no Spekulatins ... a menos que sean una fusión con el chocolatín. Y Lebkuchen sin diéresis. Besos y feliz cumple.

Nicolás dijo...

¡Gracias! Corregido el texto. Te vas a reír pero... no entendíamos cuál era la diferencia entre los Spekulatins y los Spekulatius... ¡y resulta que la única diferencia era la tipografía! Jajaja... mirando con ganas el paquete pude finalmente ver la U y no una N