lunes, 7 de agosto de 2017

Coreana al agua

Granada, jardines de la Alhambra. Nuestra guía avanza por la zona parquizada que lleva al Generalife (algo así como el palacio de verano del complejo) mientras nos cuenta que en su época todos estos jardines eran, en realidad, cultivos de hortalizas y árboles frutales. De pronto se escucha el ruido inconfundible de algo (o alguien) que (se) cae al agua. ¡Alguien se cayó a una de las fuentes!, dice una de las mujeres. ¿Se cayó a las fuentes? Entonces seguro que es una japonesa. O una coreana, dice inmutable nuestra guía mientras dirige la mirada hacia la zona señalada.
Sin dejar de hablar un minuto mientras trataba de ver hacia la muchedumbre que ahora rodeaba la fuente agregó, estos coreanos, por favor. Todo el día empujando para sacar fotos, metiéndose delante de los demás con sus cámaras. Claro, van mirando la cámara y ni ven dónde pisan. Y las payasadas que hacen en las fotos. Después les pasan estas cosas. Se caen, se mojan…
Pero pobrecita, es una nena -interpuso alguien- con el frío, ahora mojada.  ¿Es una nena?, preguntó nuestra guía, pobre. Ahí la están ayudando. Ahora alguien tendrá que darle algo de ropa seca y ya verán si se vuelven al hotel o siguen. En verano puede ser casi una bendición caerse al agua, pero ahora… brbrbrbr… La guía hizo una pausa, pensó unos segundo y volvió a decir: seguro que los padres ni se dieron cuenta, sacando fotos, enfrascados en sus cámaras y claro, la nena se les va y ellos ni enterados. Estos coreanos… dijo, luego suspiró y asegurándose de que había suficiente gente ayudando a la accidentada nos hizo seguir viaje.

Debo reconocer que en el momento la situación me causó bastante gracia. No por la caída y la nena empapada sino porque automáticamente la víctima del evento había recibido nacionalidad y se había abierto una terapia grupal acerca de los coreanos, los orientales, las fotos y los empujones. Y todo eso antes de siquiera identificar la zona de la caída. Claro que el diablo sabe por diablo pero más sabe por viejo. No sé si la nena era coreana, pero si no lo era, le pegaba en el poste. 

No hay comentarios: