sábado, 7 de octubre de 2017

Finde largo en Bohemia: Olomouc

Capital histórica de Moravia, la ciudad de Olomouc (¡al fin una ciudad checa con más vocales que consonantes!) es también una de las más antiguas del país. Cuenta la leyenda que nació como campamento romano con el nombre de Iuliomontium, algo así como el Monte de Julio.
 Arriba y abajo, algunos edificios de Olomuc de finales del siglo XIX y comienzos del XX, a mitad de camino entre la estación de trenes y el centro histórico de la ciudad.
Desde el siglo VI diversas tribus de eslavos fueron asentándose en la región. Normalmente el proceso es bastante repetitivo. Llega una tribu, se instala, llega otra, la conquista, y así sucesivamente. Desde el siglo X Olomouc fue estableciéndose como capital de Moravia y asiento de los grandes duques de Moravia.
No sólo los romanos son parte de las leyendas de la ciudad. También los reyes. En este caso, uno de los reyes de Bohemia de la última gran dinastía checa (luego fueron gobernados por nobles germanos). Cuenta la leyenda que Wenceslao III (de Bohemia) paró en Olomouc durate su (último) viaje a Polonia. Al parecer iba al reino vecino a ponerle los puntos sobre las íes al recientemente electo rey polaco, una cargo al que él también aspiraba. Sin embargo nunca logró salir de Olomuc, ciudad en la que fue asesinado mientras dormía en una en el palacio de los obispos, situado al lado de la catedral.
La catedral y el palacio de los obispos forman el mayor monumento histórico de Olomouc, aunque el exterior de la iglesia que vemos hoy es producto de la última remodelación que sufrió el edificio en el siglo XIX. Sin embargo, en su interior todavía hay algunos rastros de sus orígenes, en el siglo XI.
Los siglos XV y XVI vieron florecer el pueblo, que se enriqueció tanto que atrajo la mirada de los suecos quienes aprovecharon su presencia en la región producto de la Guerra de los Treinta. A diferencia de Brno, la campana no salvó el destino de Olmouc, que fue finalmente tomada, saqueada y -cuando ya no hubo botín que tomar- abandonada.
En el siglo XVIII entraron en acción dos viejos conocidos nuestros. Federico el Grande de Prusia y la Emperatriz María Teresa de Habsburgo. Para aquella época el reino de Bohemia pertenecía a Austria. Por entonces el reino incluía Bohemia, Moravia y Silesia, esta última una región minera que se disputaban Prusia y Austria. La guerra entre ambos estados se extendió por Silesia y Moravia y la ciudad anduvo dando vueltas de un lado al otro hasta que ambos países negociaron la paza. Casi toda Silesia pasaba a Prusia, una parte chiquita seguíría del lado austríaco y los Habsburgo segurían gobernando Bohemia y Moravia.
Más o menos por esa misma época fue construida la columna de la Santísima Trinidad, patrimonio histórico y cultural de UNESCO.
No es la única columna que hay. En general se ve que los Habsburgo eran bastante afectos a la erección de monumentos religiosos en forma de columnas o bien que los arquitectos austríacos preferían no innovar en el área de los monumentos religiosos:
Otro de los atractivos de Olomouc es antigua municipalidad -que para variar estaba bajo andamios-, con su torre y su reloj astronómico. 
No es como el de Praga pero no por eso deja de ser interesante. Originalmente fue construido en el siglo XV pero fue severamente dañado por los alemanes durante la segunda guerra. Después de la guerra fue reconstruido y el gobierno aprovechó para cambiar un poco el carácter del mismo. Los santos fueron reemplazados por proletarios y algunos detalles góticos fueron desplazados por la sobriedad del realismo soviético.

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