Esto
parece un calco de la historia de todas las ciudades que visitamos... Donde está Cambridge hubo (allálejos y hace tiempo) un asentamiento celta del que no queda mucho registro. Luego vinieron los romanos, fortificaron la zona y la dotaron de
cierta infraestructura. Más tarde el pueblo fue casi abandonado, lo
invadieron los anglosajones y finalmente lo saquearon los vikingos.
Yo creo que es cartón lleno. Mirando la historia de buena parte
de las ciudades de la región tenemos un capri-capri,
alcoyana-alcoyana, ultracomb-ultracomb. Los mismo nombres, procesos
similares.
Siguiendo
esta larga lista de coincidencias, después de coronarse como rey de
Inglaterra, en el año 1068 Guillermo el Conquistador llegó hasta
Cambridge para hacer una de las cosas que mejor hacía. No, no ganar
una batalla decisiva sino, en este caso, hacer posesión efectiva del
territorio, construir un castillo-fortaleza-prisión y dejar un
administrador leal para que cobrase los impuestos reales.
Sesenta
años más tarde Cambridge fue reconocida como ciudad, lo que le
permitía cobrar sus propios impuestos y no tributar a otro señor
más que el rey. Los ciudadanos del lugar -ni lerdos ni perezosos- aprovechron para crear un peaje, un peaje para cruzar en río Cam por
el puente (bridge) del pueblo. Cam-bridge. Sí, como origen etimológico parece un poco aburrido pero hay que reconocer que al
menos no genera discusiones. De la misma época es también la iglesia
redonda, una de las construcciones más antiguas que queda en pie en la ciudad.
En
el 1248 ocurrió un evento significativo para el futuro de la ciudad
y de todos aquellos que hemos estudiado inglés y hemos tenido que
rendir un examen de nivel. Un grupo de estudiantes fundaron
la universidad de Cambridge luego de una disputa con los habitantes
de la ciudad de Oxford. Estos transforma a la Universidad de
Cambridge en la segunda más antigua del país y en la cuarta
universidad-actualmente-en-funcionamiento más antigua de Europa y el mundo.
En
el 1349 la ciudad sufrió los efectos de la peste negra. No hay
registros oficiales del impacto de la peste en Cambridge a nivel
general, pero sí de los profesores y curas. Se estima que en estos
sectores, no precisamente de los más pobres ni hacinados, murió un
tercio del total. Se cree que entre los habitantes más pobres del
pueblo el porcentaje de muertes rondó el 50%.
Cuarenta
años más tarde parece que las cosas seguían sin repuntar para
Cambridge. Por la participación de la ciudad en la Revuelta de los
campesinos, Cambridge perdió algunos derechos, especialmente los
vinculados con el dinero y los impuestos, que fueron a parar a la
Universidad. En contrapestación, la universidad vio el nacimiento
del King’s College, en un claro acto de chupamedismo.
La capilla del King's College |
Habiendo
llegado a este punto es necesario aclarar que, al igual que Oxford,
la Universidad de Cambridge no es una universidad en el sentido
tradicional del término. No tiene una única sede ni un único
campus. Está, por el contrario, conformada por Colleges que son
autónomos unos de los otros, que ofrecen distintas carreras con
estructuras no siempre exactamente iguales.
Colleges, colleges y más colleges. Casi imposible recordar cuál es cual...
El
Kings College es uno de los más representativos ediliciamente
hablando y su capilla, comenzada en el 1446 fue finalmente inaugurada
por uno de los más archiconocidos reyes ingleses, Enrique VIII. (Ta tendrá su entrada. Paciencia)
Por
alguna de esas misteriosas razones de marketing histórico, hay un
evento que pasa casi desapercibido. La revolución inglesa. Es cierto
que los ingleses no son especialmente afectos a recordarla ni mucho
menos a remarcar que fue la primera revolución liberal en la que un
rey terminó quedando sin cabeza, pero fue así. Se enfrentaron los
partidarios del parlamento con los del rey (que seguía el modelo
absolutista) y se armó un lindo tole-tole. Cambridge fue uno de los
baluartes de los parlamentarios y se vio en algún momento sitiada
por las fuerzas realistas, aunque resistió el asedio y las fuerzas
leales al rey fueron rechazadas. Así estuvieron los ingleses.
A la
larga los ingleses estuvieron en cuarenta años de guerra civil,
Protectorado de Cromwell, revolución y demás bondades hasta acordar
que, para gobernar, el parlamento debía aprobar las decisiones del
rey. En este sentido quedó claro el precedente de que el rey que no
lo hiciera podía poner en riesgo la relación entre su cuello y su
cabeza.
A
diferencia de lo que se podría creer, la Universidad resistió
algunos de los avances de la revolución industrial, en especial, el
tren. ¿Por qué? La razón parece un poco traida de las orejas. Los
profesores de la universidad pensaban que la posibilidad de poder
viajar a Londres fácil y rápidamente iba a alterar el clima de
estudio y tranquilidad en el pueblo. También pensaban que los
estudiantes iban a terminar fugándose para pasarla bomba en Londres
y volver al pueblo con sus resacas a cuestas. Claro que no lo dijeron
de este modo pero era más o menos la idea.
De todos modos, llegado un punto no pudieron con el paso de la historia y la
revolución industrial hizo su entrada triunfal (y humeante) en
Cambridge.
Por
ser un pueblo eminentemente universitario, no tener industrias
estratégicas y ser relativamente pequeño, Cambridge salió bastante
bien de la segunda guerra mundial. Ocupados en bombardear Londres, la
aviación alemana hizo la vista gorda con el pueblo, lo cual es una verdadera suerte para nosotros.
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