Número
uno. La oficina.
¿Cansado/a de ir a la oficina de la prepaga para pagar, reclamar,
autorizar órdenes y que te den los bonos? En Alemania podés
contratar la prepaga sin siquiera ir a la oficina. Ni una sola vez.
De hecho, muchas ni siquiera tienen más que un par de oficinas. El
resto funciona todo por internet. Contratás por internet, pagás por
transferencia, consultás por mail. No hay colas ni trámites en el mostrador.
Número
dos. El contrato.
Cuando contratás una prepaga lo hacés con
todas las normas establecidas, es decir, necesitás un contrato. Eso
incluye fecha de inicio y de fin. Sí, tenés una fecha en la que el
contrato termina y tenés que renovarlo (o no).
Número
tres. La cartilla.
Esencialmente
la cartilla médica tal y como la conocemos no existe. Vas al médico que
se te ocurra y luego te hacen el reintegro. No necesitás ir a la
otra punta de la ciudad para atenderte ni ver cuál de las opciones
que te dan te convence más. Simplemente vas a donde quieras (y te
acepten, algo que tampoco es fácil), esperás a que te atiendan y listo.
Número
cuatro. La factura del médico.
La
factura del médico llega a tu casa. Eso quiere decir que un día vas
al médico/a, te atiende y te volvés a casa. Así nomás, sin pagar ni nada. O no -al menos- inmediatamente. Aproximadamente una
semana después te llega la factura del médico. La factura es super
detallada; tanto cuesta la atención, tanto cuesta la extracción de
sangre que te hicieron, tanto otro el llamado que te hizo el médico
para comentarte los resultados de algún análisis, tanto te sale que el doctor/a haya
enviado tus muestras al laboratorio y terminás pagando hasta el
envío de la factura a tu casa.
Número
cinco. El
reintegro.
Una vez que
tenés la factura del médico/a tenés que pagarla. Normalmente se
hace por transferencia bancaria. De hecho, hasta ahora es la única
forma que nos han ofrecido. A continuación tenés que escanear la
factura y mandársela a tu prepaga. Les tenés que mandar también
los datos de tu cuenta bancaria, porque el reintegro lo van a hacer por ese medio. Lo más probable es que -apenas lo mandes- te contesten con un
mail bastante espartano que dice:
Sí, ya
recibimos su pedido. Lo estamos procesando. No nos moleste por un
par de días porque el procedimiento requiere tiempo. Ya le vamos a
informar los resultados del pedido de reintegro. Chau.
Unos días más
tarde te informan que efectivamente (o no) la suma te será
reintegrada pero que eso NO significa que en el futuro vayan a
reintegrarte todo lo que pidas y mucho menos que dicho reintegro
genere algún tipo de derecho. En fin...
Número
seis. Los
remedios.
Vas a la
farmacia y pagás. Para las prepagas no hay descuentos ni nada. Vas y
taca-taca. Después volvés a tu casa con la factura y repetís el mismo procedimiento que con las
facturas del médico. Te vuelven a responder lo mismo y si todo va
bien a los 10 días te terminan transfiriendo la plata de los
remedios.
Número
siete. Obligatoriedad.
No
hay medicina gratuita en Alemania. Eso significa que el hospital
público también se paga. Por esa razón quien no tiene obra social
(por el trabajo) tiene una prepaga. Los costos médicos son lo
suficientemente elevados como para convencerte de tener una. Y si sos
extranjero/a, no tenés opción. Cuando tramitás la visa te exigen
que muestres que tendrás una prepaga que te va a cubrir por TODO el
período que pidas. O sea, si querés una visa por un año, tenés
que tener un contrato con una prepaga por todo el período en cuestión.
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