domingo, 10 de julio de 2016

Praga, un poco de historia. Capítulo 2

Los Luxemburgo gobernaron desde 1310 hasta 1437, cuando entraron en acción los reyes de Hungría. Bohemia y Hungría se unieron, aunque sólo Bohemia siguió siendo parte del Sacro Imperio y no así Hungría.
En fin… ¿a qué no saben quién fue elegido rey de Hungría y Bohemia en 1526? ¡Sorpresa! Un Habsburgo. Desde entonces –y hasta el fin de la primera guerra mundial- Bohemia y el resto de la actual República Checa formaron parte de Austria, el imperio austríaco o, en su defecto, el austrohúngaro.
Praga quedó limitada a ser la capital provincial en una relación no siempre del todo relajada con Viena. Prueba de eso son las sucesivas  revueltas bohemias que ya sea por cuestiones de religión primero y más nacionalistas después, pusieron en jaque el dominio austríaco en la región. De hecho, la Guerra de los Treinta Años (si a alguien le suena) tuvo su comienzo aquí en Praga. El detonante para tal acontecimiento parece haber sido que un par de enviados austríacos se habrían acercado demasiado a una ventana. Tanto se acercaron que en vista de las malas noticias que trajeron a la ciudad, lamentablemente, cayeron. Como nota al pie, ventana en latín se dice fenestram (en alemán, Fenster). Con este modesto acto no sólo se dio inicio a la guerra de los treinta años sino también a un verbo, defenestrar.
Como la ciudad tiene una larga tradición de accidentes y defenestraciones, en nuestra primera visita hemos decidido mantenernos a cierta distancia de la mayoría de las ventanas, prestando atención a lo peligroso que suele ser en Praga acercarse demasiado a las mismas.
Con su larga tradición de idas y vueltas Praga pronto se transformó en una especie de Babel centroeuropea en donde el checo, el alemán, el yiddisch y hasta el húngaro eran habituales. Buena parte de la población era bilingüe (normalmente checo-alemán) pero ciertamente los había más políglotas también.
Resulta imposible hablar de Praga sin mencionar a uno de sus escritores más famosos. Franz Kafka. Kafka también daba cuenta del carácter cosmopolita de la ciudad. Un escritor de origen judío que escribe en alemán en la capital bohemia de una provincia del imperio austrohúngaro. En general en sus obras suelen repetirse estas situaciones, con personajes que suelen representar a los habitantes checos, alemanes y judíos de Praga. En esta primera ida a Praga no visitamos el museo de Kafka pero seguramente ya tendremos ocasión de regresar a la ciudad y volver a tocar el tema.

No hay comentarios: