Tramitar una visa para una estadía prolongada en Alemania
no es un procedimiento especialmente tortuoso pero tampoco es de lo más simple
del mundo. Y por raro que parezca, el margen para la discrecionalidad es
bastante más grande de lo esperable.
Pongamos por caso, nosotros. El proceso comienza
solicitando por internet turno en la embajada alemana. Sí, hay que ir a Buenos
Aires. Creo que hay algún que otro consulado donde se puede tramitar pero
ninguno nos queda especialmente cerca. Bueno, es lo normal cuando se vive en
la loma del C#$%&! allá lejos y hace tiempo. Se supone que para cuando
te dan el turno ya buscaste cuál es el tipo de visa para el que vas a aplicar.
En la página web están todos los tipos de visa. Estudio, posgrado, trabajo,
búsqueda de trabajo, casamiento, reunión familiar, visa especial para
entrenadores de polo (obvio, hay una visa especial para polistas y entrenadores
de caballos de polo). Igual, a veces, hay zonas grises. La explicación acerca de
qué es una visa de reunión te dice que es una visa para un/a ciudadano/a no
alemán/a casado/a con un/a alemán/a. ¿Dónde entro yo? Lo justo es justo,
escribís o llamás y enseguida te responden.
Finalmente llega el día y vas con todos los papeles. Si
está claro cómo viene la historia, el procedimiento es un trámite sencillo y
rápido. Presentás los papeles, los chequean, los sellan y ya. Uno o dos días
después tenés tu visa. Si tu caso se sale un poco de parámetros, posiblemente
la historia sea otra. Por suerte no fue nuestra situación y pudimos tener nuestra
visa en veinticuatro horas. Claro que no es una visa permanente-real. Es
provisoria. Te dura tres meses y apenás llegás a Alemania te recomiendan
iniciar el trámite definitivo.
En Dresden el trámite definitivo, al menos para nuestro
caso, se encara en una oficina que tiene el poco germánico nombre de Dresden Welcome Center. Vas o llamás y
¡sorpresa! te dan una cita. Cuando pedimos la nuestra, obtuvimos cita, días
más, días menos, un mes después. Y una cantidad de formularios para rellenar.
Los formularios son formularios en todos lados.
Complicados, tortuosos, llenos de instrucciones crípticas y categorías que no
te dicen nada. Si son así en Argentina, en Alemania ni te cuento. Algunos
vienen en inglés y alemán, otros sólo en alemán. Algunos son bastante
intuitivos y otros tienen una redacción que más parece una pregunta tramposa de
un examen filtro, tipo si usted no tiene
antecedentes penales en su país, entonces no firme aquí.
Nosotros nos las vimos una tarde con los papeles y luego
decidimos pedir ayuda. Especialmente porque las categorías de las visas y las
opciones de los formularios para obtenerlas no siempre se condicen. Por
ejemplo, hay una visa para quienes realizan un posdoctorado en un instituto de
investigación, ahora bien, cuando hay que marcar y hacer crucecitas, el
formulario pregunta: ¿Cuál es la razón de su estadía? A) trabajo, b) familia,
c) estudio de idioma, d) carrera de grado o e) carrera de posgrado (maestría o doctorado). O sea,
ninguna de las anteriores. En la oficina del instituto donde está Diego nos
dicen sin dudarlo: trabajo no es, porque nosotros no te pagamos un salario sino
una beca, pero un posgrado tampoco es. Ok, ¿entonces? Déjenlo en blanco y
pregunten en la oficina cuando lleven los papeles. Perfecto.
Cuando el día llegó, fuimos con todos los papeles
requeridos… más todos los papeles que podíamos imaginar que alguien nos pudiera
pedir. Hasta debemos haber llevado los libros que estábamos leyendo, por las
dudas de que nos preguntasen. La persona con la que teníamos cita (la cita es
con hora y una persona específica) resultó ser super amable y simpática. De
entrada nos preguntó si preferíamos hablar en alemán o inglés. Inglés (suspiro
de alivio). Como era de esperarse, nos pidió los documentos que específicamente
nos habían pedido y nada más. Nos dijo que no iba a haber problema y nos dio
fecha para retirar nuestras visas definitivas (de duración anual) un mes y
medio después. Sí, no es muy eficiente que digamos. Un mes o un mes y medio
para imprimirte una visa, plastificarte la tarjeta (con la dirección
incorrecta) y entregártela pero bueno, así son las cosas, al menos en Dresden.
Cuenta la leyenda que en Frankfurt el trámite se hace en el día y la credencial
se te entrega una hora más tarde, pero no sé, puede que sean leyendas urbanas que
circulan en el mundillo de los inmigrantes.
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