Cosas (de Argentina) que extrañamos del super (en
Alemania)
Carne (de vaca). Es cara, cuando no carísima. Tampoco hay
muchos cortes. Los que existen son carne
para gulasch, carne para milanesa o cosas por el estilo. Sí hay bife, o
algo así, a un precio tan delirante que no encuentro un adjetivo que lo
describa.
Galletitas. Seguimos sin dar con las galletitas de agua. O
de salvado. Parece que no hay. Y las dulces tampoco tienen tantísima variedad.
Sí hay una cantidad inabarcable de obleas y afines. También de galletitas con
chips de chocolate (o pasas de uva). Saliendo de eso se acaba la diversidad.
Mantecol. En el supermercado de productos de medio oriente
hay halva de sésamo. Se supone que es
el abuelo del mantecol. Pero a pesar de que se le parezca, no es lo mismo.
Yerba. Otra cosa que hay en el super de productos de medio
oriente. Pero es cara y si tenés suerte hay dos marcas. No se puede pedir mucho
más, es cierto.
Dulces (de leche, de batata y de membrillo). ¿Dulce de
batata y membrillo? Nadie termina de entender de qué se trata. Un dulce sólido
parece inimaginable en estas tierras. Respecto del dulce de leche, al escuchar
la descripción, muchos alemanes suelen poner una cara que oscila entre la
indigestión y la curiosidad, como si la mera idea del dulce de leche ya les
hubiera resultado empalagosa. Afortunadamente en uno de los supermercados hay karamel creme, también conocido como
dulce de leche. Pero es medio gelatinoso y no muy denso. Sí, ya sé, suerte que
hay algo.
Tapas de empanada. Te las debo. Para tarta hay algo más o
menos similar en otro de los supermercados. Sin embargo, no termina de funcionar
igual. Por ahora los resultados han sido tan magros que hemos decidido
incursionar en el amasado de nuestras propias tapas para empanadas. Eso sí,
usando el termo como palo de amasar, la tarea dista de ser un trámite.
3 comentarios:
Y si cambian el termo por un palito para amasar? Y una alternativa al karamel creme podría ser que hagan vuestro propio dulce de leche (leche, azucar, vainilla)
Saludos
Una opción, leyendo al anónimo de arriba es usar leche condensada para pasarla a dulce de leche
Lo del termo se lee complicado, jaja
Es cierto que con el palo de amasar es más fácil. Es una de esas cosas que siempre decimos que "tenemos que conseguir" pero que por una razón u otra siempre queda relegada... Y el dulce de leche casero es otro de los habitantes de la lista de cosas a intentar. Lo bueno es que de momento hemos recibido de regalo un dulce de leche Havanna y una "confitura de leche" típica de Francia que para no ser un dulce de leche, se le parece bastante.
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