lunes, 27 de noviembre de 2017

Encuentre las siete diferencias: la prepaga

Número uno. La oficina.
¿Cansado/a de ir a la oficina de la prepaga para pagar, reclamar, autorizar órdenes y que te den los bonos? En Alemania podés contratar la prepaga sin siquiera ir a la oficina. Ni una sola vez. De hecho, muchas ni siquiera tienen más que un par de oficinas. El resto funciona todo por internet. Contratás por internet, pagás por transferencia, consultás por mail. No hay colas ni trámites en el mostrador.

Número dos. El contrato.
Cuando contratás una prepaga lo hacés con todas las normas establecidas, es decir, necesitás un contrato. Eso incluye fecha de inicio y de fin. Sí, tenés una fecha en la que el contrato termina y tenés que renovarlo (o no).

Número tres. La cartilla.
Esencialmente la cartilla médica tal y como la conocemos no existe. Vas al médico que se te ocurra y luego te hacen el reintegro. No necesitás ir a la otra punta de la ciudad para atenderte ni ver cuál de las opciones que te dan te convence más. Simplemente vas a donde quieras (y te acepten, algo que tampoco es fácil), esperás a que te atiendan y listo.

Número cuatro. La factura del médico.
La factura del médico llega a tu casa. Eso quiere decir que un día vas al médico/a, te atiende y te volvés a casa. Así nomás, sin pagar ni nada. O no -al menos- inmediatamente. Aproximadamente una semana después te llega la factura del médico. La factura es super detallada; tanto cuesta la atención, tanto cuesta la extracción de sangre que te hicieron, tanto otro el llamado que te hizo el médico para comentarte los resultados de algún análisis, tanto te sale que el doctor/a haya enviado tus muestras al laboratorio y terminás pagando hasta el envío de la factura a tu casa.

Número cinco. El reintegro.
Una vez que tenés la factura del médico/a tenés que pagarla. Normalmente se hace por transferencia bancaria. De hecho, hasta ahora es la única forma que nos han ofrecido. A continuación tenés que escanear la factura y mandársela a tu prepaga. Les tenés que mandar también los datos de tu cuenta bancaria, porque el reintegro lo van a hacer por ese medio. Lo más probable es que -apenas lo mandes- te contesten con un mail bastante espartano que dice:
Sí, ya recibimos su pedido. Lo estamos procesando. No nos moleste por un par de días porque el procedimiento requiere tiempo. Ya le vamos a informar los resultados del pedido de reintegro. Chau.
Unos días más tarde te informan que efectivamente (o no) la suma te será reintegrada pero que eso NO significa que en el futuro vayan a reintegrarte todo lo que pidas y mucho menos que dicho reintegro genere algún tipo de derecho. En fin...

Número seis. Los remedios.
Vas a la farmacia y pagás. Para las prepagas no hay descuentos ni nada. Vas y taca-taca. Después volvés a tu casa con la factura y repetís el mismo procedimiento que con las facturas del médico. Te vuelven a responder lo mismo y si todo va bien a los 10 días te terminan transfiriendo la plata de los remedios.

Número siete. Obligatoriedad.
No hay medicina gratuita en Alemania. Eso significa que el hospital público también se paga. Por esa razón quien no tiene obra social (por el trabajo) tiene una prepaga. Los costos médicos son lo suficientemente elevados como para convencerte de tener una. Y si sos extranjero/a, no tenés opción. Cuando tramitás la visa te exigen que muestres que tendrás una prepaga que te va a cubrir por TODO el período que pidas. O sea, si querés una visa por un año, tenés que tener un contrato con una prepaga por todo el período en cuestión. 

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