jueves, 15 de octubre de 2015

Sábado de museo: el Residenzschloss

Cuenta la leyenda -o la folletería, que para el caso es más o menos los mismo- que el Residenz Schloss es uno de los edificios más antiguos de Dresden. Al parecer, el castillo fue creciendo a partir de un torreón construido hacia el 1200, que después fue ampliado hacia finales de 1400. Más o menos un siglo más tarde se hizo una nueva ampliación. En 1547 se transformó en la residencia -de ahí el nombre- del príncipe elector de Sajonia. Resultado, lo volvieron a ampliar En 1700 una parte del castillo se quemó y fue recosntruido y vuelto a ampliar. Ese mismo siglo, pero más tarde se construyeron nuevas alas del castillo y cuando Sajonia se convirtió en reino independiente (1806) hubo una nueva ampliación. Y todo eso sin mencionar modernizaciones y renovaciones. 

Como resultado el edificio tiene una parte románica, una ampliación renancentista, un ala barroca, un par de toques góticos aquí y allá, otra ala barroca, una ampliación neorrenancentista y ... En total parecen más estilos de lo que uno puede diferenciar a simple vista. De todos modos, en la segunda guerra mundial una parte del castillo fue destruida y su reconstrucción no comenzó hasta 1960, cuando empezaron las obras usando como modelo los documentos fotográficos que hallaron a mano y con el exiguo presupuesto que la República Democrática tenía para este tipo de gasto. Después de la reunificación pusieron un poco más de tarasca para la reconstrucción e hicieron una de esas cúpulas de vidrio modernosas que a los alemanes tanto parecen gustarles. Considerando tooooooodo este historial creo que el resultado final es más que positivo...
Parece que entre tanta ampliación y reestructuración, una parte del castillo quedó dividido por una calle (tiene un puente que une las dos alas).
En esa parte que quedó "cruzando la calle" está una de las postales más famosas de la ciudad, un largo mural donde aparecen pintaditos los duques, príncipes electores (algunos de los cuales también fueron reyes de Polonia o Lituania, les paso el dato) y reyes de Sajonia. Todos en orden cronológico haciendo filita. 
Como corresponde a todo buen sátrapa real este no era el único castillo de la familia reinante. Este era el que usaban cuando "andaban por la ciudad". O sea, era el "downtown castillo". Tenían en las afuera de la ciudad uno para el verano (Pillnitz Schloss, ya iremos) y también tenían el castillo-fortaleza (KönigStein, la roca del rey, también iremos en algún momento), para cuando la cosa se ponía más pesada y la región era invadida (por prusianos o, en su defecto, austríacos).
Hoy el castillo alberga el Museo de la Bóveda Verde (No es que tenga un techo de ramas y hojas. Se trata de una colección de estatuas, estatuitas, copas, copones, alhajeros, joyas, cubiertos y demás cosas de oro, marfil -mucho- cristal, cristal mineral, madera y porcelana que la familia real ha venido guardando desde el 1400), el Museo de la Histórica Bóveda Verde (Se trata de las alas barrocas del edificio donde se exponían las chucherías de su majestad y que cuenta con algunas de esas mismas chucherías), el Museo de las armaduras, el Museo de las Monedas, una sala de exposiciones y pinturas y, finalmente, la torre del castillo.
En las fotos se ven los dos "patios pequeños", el segundo cuenta con techo de vidrio por si llueve.

La única parte que nos quedó sin visitar es la de la Histórica Bóveda Verde. Más allá de que ya teníamos cumplida la cuota de chucherías, cosas y cositas por el mes completo, visitamos el museo con nuestra entrada de 2 x 1 de "neue Dresdner". ¿Qué lo qué? Al registrarnos en la ciudad como ente que vive aquí (salvo los turistas todo el mundo tiene que registrar en la muni dónde vive, cada vez que cambia de casa, todo...) te dan una bienvenida a la ciudad que incluye un voucher con descuentos o 2x1 para que aprendas algo de tu nueva ciudad. Son 2x1 en varios museos (no insistan, no creo que vayamos al de la higiene), el zoológico, la pileta, el teatro, la filarmónica, el teatro de títeres, etc, etc. 
Volviendo al tema, la Histórica bóveda verde fue terminada de reconstruir hace poco y al parecer es -de momento- la atracción principal del castillo, por lo que viene con entrada separada. Salvo en los patios y en la torre no está permitido sacar fotos, así que zafaron de que les encajásemos cientos de miles de chucherías de marfil, porcelana, oro y el material que se les ocurra.
 Estas son del patio interior "grande". La única decepción fue ver que, en lugar de baldosones y/o plantas acomodadas al estilo jardín inglés y/o francés, todo el piso estaba asfaltado y lleno de andamios y porquerías. Imagino que algún día irán a terminarlos y dejarlo en un estado más decente...
Y finalmente, -y en el mismo patio- la torre. Como imaginarán se trata de otro de los edificios emblemáticos de la ciudad, de esos que está en buena parte de las postales y que se ven de todos lados. Y una de las dos torres no religiosas que se ven siempre (la otra es la de la municipalidad).

¡Las fotos de la torre quedan para la próxima!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

vayan al de la higiene!! me lo imagino muy divertido!
muy buenas las fotos y más aún las referencias dignas de un gran curioso.
salud! prost!
flavia, de la república independiente de los coihues.

Nicolás dijo...

Tenemos las entradas de 2x1 para el de la Higiene. Diego dice que, a la larga, vamos a terminar yendo. Yo aún no estoy tan seguro. Jajajaja. Es que habiendo tantos otros museos en la ciudad el de la higiene sigue siendo de los menos tentadores. Ya veremos. Beso grande,

Nico

Anónimo dijo...

Veo tus fotos y tus relatos, y es como estar allá acompañada de un guía turístico, me encanta! Ya soy tu fiel seguidora!
Margarita

Anónimo dijo...

Pensé en que sería fantástico que abrieras un kiosquito como guía de turismo en español. Tus relatos son muy buenos. Nos comunicamos esta semana. Beso, F.

Unknown dijo...

Chicos fueron a la marcha? Lara

Nicolás dijo...

Gracias por los piropos. Me los voy a terminar creyendo y me van a deportar por hacerme pasar por guía oficial cuando no lo soy. Jajajaja... En principio la idea es ir compartiendo lo que vamos haciendo, mostrarles un poco y sentirnos acompañados.

No, no fuimos a la marcha, ¿a cuál de las dos? ¿A la anti-refugiados? ¿o a la contramarcha? Prometo que en algún momento me hago un hueco para escribir sobre eso.